
En Inglaterra, una ley que data del siglo XVIII obliga al gobierno a proveer terrenos de cultivo para que los ciudadanos pobres puedan cultivar sus hortalizas. Actualmente los “allotments” o lotes para cultivo, prosperan en medio de ciudades como Londres, y su atractivo se ha extendido a nacionales y extranjeros, que esperan ansiosamente el verano para levantar sus cosechas. Además de proveer una ocupación que saque de la rutina a oficinistas y otros trabajadores sedentarios, los “allotments” permiten respirar un mejor aire en las congestionadas ciudades inglesas, además del beneficio de contar con alimentos sanos y que pueden ser vendidos a los vecinos.
Actualmente en Cuba son populares las parcelas urbanas, que cumplen las funciones arriba señaladas, en este caso se sigue el ejemplo de Malasia, sólo que llevado a niveles más amplios y que dan a la mancha urbana un colorido nada despreciable. Sería una buena idea impulsar en México nuestra propia versión de los predios urbanos dedicados al cultivo de plantas tanto para fines de ornato y esparcimiento como para proveer de alimentos baratos a la población.
¿Se podría esperar eso en una ciudad como Hermosillo, Sonora, donde el propio gobierno municipal festeja la destrucción de parques públicos con fines de privatización y el avance codicioso de la mancha urbana?
Actualmente en Cuba son populares las parcelas urbanas, que cumplen las funciones arriba señaladas, en este caso se sigue el ejemplo de Malasia, sólo que llevado a niveles más amplios y que dan a la mancha urbana un colorido nada despreciable. Sería una buena idea impulsar en México nuestra propia versión de los predios urbanos dedicados al cultivo de plantas tanto para fines de ornato y esparcimiento como para proveer de alimentos baratos a la población.
¿Se podría esperar eso en una ciudad como Hermosillo, Sonora, donde el propio gobierno municipal festeja la destrucción de parques públicos con fines de privatización y el avance codicioso de la mancha urbana?
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