La compañía chocolatera MARS pretende dedicar su tiempo y esfuerzo en un proyecto científico en el que intervienen el Departamento de Agricultura de EUA y el gigante informático IBM (BBC, 26/06/2008). La idea que concita esta particular reunión de recursos y capacidades es la siguiente: se trata de decodificar el ADN del cacao, de donde se desprende que el chocolate que usted consume podrá eventualmente ser genéticamente modificado.
La hechura del chocolate transgénico obedece a la idea de crear una planta más resistente al calentamiento global, la falta de agua y las plagas, con lo que tenemos una solución cómoda a todo aquello que ha provocado la humanidad industrializada occidental en detrimento del ambiente y los recursos naturales del planeta.
El ADN, como ocurre en casos similares, será sujeto a las normas de registro y patente por parte de la oficina correspondiente, en este caso en los EUA, aunque los promotores del proyecto declaran que no será sujeto a propiedad privada, pero que tampoco responden sobre el uso y el abuso que tendría el hallazgo. Así las cosas, el chocolate que ha maravillado y seducido a millones de niños y adultos, llenando de recuerdos a muchas generaciones en todo el globo terrestre, quizá esté en etapa terminal, gracias a la irracionalidad de los empresarios y a la complacencia de los gobiernos que creen posible el progreso empresarial sin desarrollo social responsable. Ignorar a la naturaleza es una torpeza criminal.
La hechura del chocolate transgénico obedece a la idea de crear una planta más resistente al calentamiento global, la falta de agua y las plagas, con lo que tenemos una solución cómoda a todo aquello que ha provocado la humanidad industrializada occidental en detrimento del ambiente y los recursos naturales del planeta.
El ADN, como ocurre en casos similares, será sujeto a las normas de registro y patente por parte de la oficina correspondiente, en este caso en los EUA, aunque los promotores del proyecto declaran que no será sujeto a propiedad privada, pero que tampoco responden sobre el uso y el abuso que tendría el hallazgo. Así las cosas, el chocolate que ha maravillado y seducido a millones de niños y adultos, llenando de recuerdos a muchas generaciones en todo el globo terrestre, quizá esté en etapa terminal, gracias a la irracionalidad de los empresarios y a la complacencia de los gobiernos que creen posible el progreso empresarial sin desarrollo social responsable. Ignorar a la naturaleza es una torpeza criminal.
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