Notas Sueltas es un espacio de opinión sobre diversos problemas de carácter social, económico y político de interés general. Los comentarios pueden enviarse a: jdarredondo@gmail.com

sábado, 21 de septiembre de 2013

De paseo por Copetitlán

El gobierno de la república petrolera de Copetitlán tiene una grave responsabilidad: convencer a la población de las bondades de importar gasolinas en vez de producirlas, ya que los costos políticos de la autosuficiencia pueden ser terribles. ¿A quién le gustaría padecer los agobios de la independencia en un mundo cada vez más estrechamente vinculado a las trasnacionales? ¿Qué ganamos con proteger nuestros cultivos de la mala semilla transgénica si esto ofende y decepciona a Monsanto y al mismísimo gobierno de Obama? ¿Para qué queremos el petróleo si con ello concitamos la envidia y codicia de Shell, Standard Oil, Texaco y demás pulpos petroleros en este mar de sardinas? ¿Qué va a decir Iberdrola si en vez de comprarle fluido eléctrico tenemos la osadía de producirlo en beneficio de los consumidores nacionales?

Hoy tenemos fuertes movimientos de protesta por la labor legislativa desarrollada por los representantes populares en obsequio a las iniciativas del presidente copetitlano. ¿Por qué protestan los maestros, los defensores el petróleo y los ciudadanos que no quieren alzas en los impuestos? Ya lo dijo el señor presidente: están desinformados. No logran entender las bondades de ser asalariados bajo un régimen de disminuciones de la capacidad de compra, aderezada por los mensuales incrementos al precio de la gasolina, más los costos crecientes e imparables de las subsistencias populares. ¿Qué no entienden que es importante tener una base laboral semi-desempleada y sub-empleada disponible para las maquiladoras, establecimientos de comida rápida y las mil y una franquicias que se instalan incentivadas por la baratura y abundancia de la fuerza de trabajo?

¿Acaso no es emocionante vivir en un país donde el empleo se evapora y la precariedad se convierte en norma laboral? ¿No entienden que es progreso poner al país en pública almoneda junto con las expectativas de bienestar ciudadano? ¿Qué pretenden con exigir estabilidad laboral y salario digno? ¿Creen que con protestas y plantones van a detener la marcha del progreso?

El gobierno de la república copetitlana debe proveer lo necesario para el cumplimiento de la Ley Suprema, así que los ajustes y modificaciones al marco constitucional  se vuelven necesarias para encajar con los supuestos del modelo económico que el estado neoliberal ha asumido como propio. Ya basta de nacionalismos embarazosos que nos ponen en entredicho con la Casa Blanca y los organismos financieros internacionales. ¿Usted se imagina el oso trasnochado de esgrimir argumentos en favor de la defensa de la soberanía nacional, los recursos naturales, el patrimonio energético, la biodiversidad, incluso la cultura y la historia? ¿Y la modernidad?, ¿y la puesta al día y a la vanguardia?,  ¿y la oferta del país como lugar propicio para las inversiones sin condiciones de respeto ambiental o cultural, o legal? ¿En qué plan quedaría nuestro máximo copete ante los sensibles y decepcionables mandatarios reunidos de la OCDE?

Se acusa al gobierno de ponerse al servicio de intereses extranjeros, pero no se entiende que ellos son palanca de progreso y desarrollo. Baste recordar la enorme aportación del extranjero en tiempos de Don Porfirio, sobre todo en materia laboral como lo atestigua la  explotación cuprífera de Cananea antes de la revolución, o la explotación maquiladora en la segunda mitad del siglo XX y los tiempos que ahora corren. Es verdad sabida que los extranjeros han enseñado a los trabajadores copetitlanos una lección maravillosa: vivir bajo la bota del capataz con un mínimo de recursos alimenticios y sanitarios es estar al día y a la vanguardia. Lo anterior ha dado fuerza a nuestra planta laboral que ahora ha sido favorecida por la actual reforma legal.

¿Que no ha repuntado el empleo?, ¿que la precariedad es norma vigente?, ¿que existe malestar general entre sectores empresariales y los trabajadores por la reforma hacendaria?, ¿que la gran mayoría rechaza los cambios a la Constitución en favor de la privatización de Pémex? Es cosa de profundizar el modelo y las reformas son para eso: la dependencia con el extranjero nos acerca a los beneficios del progreso y ya no tendremos por qué preocuparnos por los avatares de la soberanía nacional. ¿Que nos regresamos al estadio histórico de la Colonia? No hay tal, simplemente se trata de uniones estratégicas de beneficios asimétricos que servirán para que el sistema global siga funcionando.


Por fortuna para los propósitos del gobierno, se cuenta con las televisoras en la labor de inducción. Las reformas tienen una caja de resonancia de corte similar al Teletón y con similares beneficiarios como son los empresarios. El pueblo, la masa ciudadana, está para aportar sangre, sudor y lágrimas.

viernes, 6 de septiembre de 2013

El deber de informar

Como se sabe, el informe de gobierno es un acto esperado por la clase política y los ciudadanos a fin de conocer el estado que guarda la administración pública del país. Se espera que contenga pormenorizada cuenta de los hechos, acciones y resultados del gobierno en el período de que se trate, así como el anuncio de nuevas políticas que harán posible los supuestos del bienestar y el desarrollo nacional (http://definicion.de/informe/), aunque también puede referirse a algo amorfo, indefinido y hasta confuso y difuso (http://es.thefreedictionary.com/informe).

A estas fechas circula con cierta profusión en los medios una suerte de resumen fraccionado y pergeñado con los tonos más elogiosos y triunfalistas sobre su propia capacidad de incidir en el rumbo nacional de manera exitosa, futurista e imaginativa (http://www.presidencia.gob.mx/informe/). El documento parece no regirse por ninguna definición aceptada por los diccionarios en uso para situarse en los linderos del género literario de la fantasía, lo que conduce al lector a preguntarse “¿hablamos del mismo país?”, “¿Ganó la iniciativa de Fox de legalizar la marihuana?”, “¿me quieren ver la cara de tontejo?”, entre otras preguntas de inquietante actualidad.

Sin duda alguna el tema estelar por sus implicaciones es el de la llamada reforma energética. Mientras que el gobierno de Peña insiste en privatizar para abrir el cofre del tesoro futuro de México, el resto de América Latina replantea sus impulsos privatizadores y recupera la soberanía nacional en esa materia, dando reversa a la apertura petrolera (http://www.jornada.unam.mx/2013/09/06/opinion/032o1eco). Cosa parecida ocurre con la generación de electricidad, donde México se pone en plan de gestor de ganancias para la iniciativa privada en detrimento de la capacidad generadora dela C.F.E., con los consiguientes impactos negativos en el servicio y las tarifas, en perjuicio de la economía familiar (http://www.jornada.unam.mx/2013/09/06/economia/031n1eco).

Otro aspecto central es el de la reforma educativa, que ha sido impuesta al poder legislativo con total impudicia y que ha levantado protestas a lo largo y ancho del país, suscitando los más variados comentarios y análisis, donde destacan los que la señalan como regresiva, represiva, burocrática y violatoria del marco constitucional (http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2013/09/01/165619677-reforma-educativa-es-regresiva-violatoria-e-inconstitucional-especialista). Aquí se demostró que los representantes llamados diputados y senadores actuaron al margen de sus deberes constitucionales y se plegaron a un pacto clientelar que revela un nuevo corporativismo de estado al servicio del capital (http://www.jornada.unam.mx/2013/09/02/politica/003n1pol).

La reforma fiscal solamente parece confesar su indeclinable voluntad de servicio al capital extranjero y hacer lo que sea necesario para asegurar  las ganancias de los consorcios bancarios trasnacionales, a cambio de subejercicios presupuestales y mayores cargas a los ciudadanos (http://www.jornada.unam.mx/2013/09/06/politica/013n1pol). Aquí el acento vuelve a estar en la parte de sacrificar soberanía a cambio de mecanismos de colonización más agresivos por parte de los organismos financieros internacionales (http://www.jornada.unam.mx/2013/09/06/edito).

Mientras que se da formal libertad a rufianes de lujo como Raúl Salinas de Gortari y sorprendentemente a Rafael Caro Quintero, las cifras de homicidios en México tienen un repunte espectacular en lo que va del sexenio (http://www.jornada.unam.mx/2013/02/01/politica/009n1pol), a pesar de lo cual, el gobierno se empeña en seguir por la misma ruta trazada por Washington durante la gerencia de Felipe Calderón, quedando claro que la seguridad pública en México se vive mejor fuera de sus fronteras.

Si la vida cotidiana de los mexicanos cada vez es más azarosa, nuestra relación con el exterior adquiere las características del síndrome de esposa maltratada, ya que por más que EE.UU. se empeñe en ofender y burlarse de la dignidad nacional, el gobierno de Peña siempre encuentra razones para seguir en plan de lacayos del imperio (http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2013/09/06/112156054-presunto-espionaje-no-afectara-relacion-con-estados-unidos-pena-nieto). La pregunta acerca de cuánto vale para los gobiernos neoliberales la independencia, libertad y soberanía nacionales es inevitable. La respuesta llega pronto, como se puede leer en la prensa nacional y en los medios que dan cuenta de la participación del presidente de México en el exterior.

En la vida real mexicana, se sabe que somos un país petrolero, pero cada mes viene un aumento en los precios de la gasolina, y vemos que la canasta básica se aleja del alcance de nuestro salario; que la nutrición es materia reprobada y que la cobertura de los servicios es desigual, en un entorno donde la presencia de formatos de negocios extranjeros abaten a fuego graneado a los negocios locales. Cualquier se pregunta ¿dónde está el gobierno?, ¿a qué intereses responde?, ¿quién apoya al empresario local frente a las grandes cadenas extranjeras?, ¿cuál es el futuro de la educación nacional sin valores, principios y acciones que defiendan la cobertura, calidad y permanencia de la educación pública y en cambio se ven los avances de la privatización de los servicios en todos los niveles? ¿Qué hay de las conquistas de la clase trabajadora? ¿A dónde va el marco legal que las define y garantiza su vigencia?


Al parecer, México es una colonia de los intereses energéticos y financieros extranjeros. Se ha dado un golpe de Estado desde adentro. Lo que queda es la resistencia pacífica y la desobediencia civil, frente a un gobierno que va del cinismo a la hipocresía, que traiciona contumazmente su deber constitucional, que trabaja para el extranjero traicionando al país que debiera representar. El informe lo revela, la realidad lo confirma.