Notas Sueltas es un espacio de opinión sobre diversos problemas de carácter social, económico y político de interés general. Los comentarios pueden enviarse a: jdarredondo@gmail.com

jueves, 28 de abril de 2011

Que la gente se muere

Ayer por la noche me enteré en una plática casual con un familiar que mi amigo Fernando (Quito) Preciado Ibarra, había muerto. Al parecer tenía cáncer. La última vez que lo vi fue hace cinco años, en una visita que me hizo debido a que tenía vacaciones en su trabajo y había venido a su ciudad natal a pasar unos días visitando familiares y amigos. Tanto de los primeros como de los últimos el número se había reducido por razones de edad, enfermedad o cambio de domicilio. La ciudad de Hermosillo había cedido espacios al olvido gracias a la tenacidad de las administraciones municipales que prefieren el derrumbe a la restauración, la novedad a la historia, la uniformidad a los rasgos que cimentan la memoria y resaltan recuerdos, voces, olores, situaciones y mecanismos de identificación e identidad compartida, de suerte que la visita esporádica a la fuente de la memoria familiar encontraba el panorama cada vez más despoblado, la tierra más reseca, los rostros más desdibujados y la nostalgia cada vez más ayuna de referentes tangibles.


El traslado desde Maywood, California a nuestra ciudad significaba, en todo caso, una inmersión a su propia memoria, al significado profundo de sus vivencias, al rescate de girones de vida que quedaron abandonados en alguna cuneta existencial, en algún recodo del camino en pos de una vida digna de ser vivida. 40 años atrás, mi casa fue el refugio del joven migrante ilegal en su última noche hermosillense. El nuevo día supo a carretera, a escape de autobús, a ilusiones de empleo e ingreso más allá de la frontera. El “otro lado” le dio empleo, familia, viudez, un nuevo comenzar y los hijos que ahora hablan español como segundo idioma. Allí escribió un nuevo capítulo de la larga saga del “sueño americano”, con faltas de ortografía, con manchas en el papel, con angustias procesadas en el Moulinex de la cotidianidad del ilegal, con la paciencia y el tesón del que sabe dejar correr el tiempo mientras ahorra. El empleo y el ingreso se vio coronado con la ciudadanía que se consigue luchando y concediendo parcelas de identidad negociadas mediante los mecanismos de adaptación al american way life. Logró el reconocimiento laboral y el tiempo de retiro en una empresa productora de carnes frías. Su ciclo familiar estaba completo al llegar a ser abuelo. Un abuelo orgulloso y satisfecho.

Parecen más que lejanos aquellos días en que la Zapatería La Indita, vecina de la Librería Excélsior de Edel Castellanos y ubicada frente a la Botica El Elefante donde despachaba Rubén Mario Serrano, formaban parte de nuestro recorrido de secundarianos. La calle Matamoros, Serdán, Rosales, el Boulevard Rodríguez y el rumbo de Catedral y las calles del Centenario significaron coto de caza juvenil, universo por explorar y conquistar, ocupando el lugar de referencia principal la Escuela Secundaria de la UNISON convertida en escenario académico y en espacio lúdico de los años sesenta. Del edificio de la secundaria al Gimnasio Universitario, del Paty Queen a los talleres de Artes y Oficios, del Cerro de la Campana a Villa de Seris, se trazaban las rutas de la aventura cuando prófugos de las aulas nos íbamos a “dar la vuelta” con cargo a la asistencia escolar y con abono a nuestra autoestima adolescente. Hermosillo era generoso espacio de diversión sin los riesgos que ahora entrañan las exploraciones nocturnas.

Éramos una parvada inquieta y divertida que navegaba entre el deporte y la vagancia, entre el respeto a los adultos y la afición por las fiestas y la búsqueda de la chica que pudiera protagonizar nuestros sueños. La “mano sudada” y las fórmulas de cortesía y el cuidado de la apariencia tenían como punto de convergencia los noviazgos de temporal y la magnificación de los logros, reales o virtuales, entre los camaradas de aventuras. La novia era, siempre, la noviecita santa, la Dulcinea de cada caballero de la triste figura en que nos convertíamos en las interacciones con el sexo opuesto. De la duración del romance no se puede hablar mucho, porque la inconstancia del adolescente obliga a la mudanza y a la generación de su propia fecha de caducidad. Pero la vida era bella y fluía por los canales de la armonía familiar.

Fernando se enamoró de una gentil muchacha que trabajaba en la Zapatería Varela, ubicada en la esquina de Yáñez y Yucatán. Dejó la escuela, se fue al otro lado, vino por su prometida y fundó una familia allende la frontera, en otro país que, aunque vecino, significa otra vida y otra manera de entenderla. Creo que fue feliz. Descanse en paz, y con él ese sentimiento de ausencia, de desesperanzada certidumbre ante la muerte de un amigo entrañable y un magnífico ser humano.

sábado, 23 de abril de 2011

Cosas de le fe

La beatificación de Juan Pablo II sirve de pretexto para la oportuna huida de un mandatario del neoliberalismo de guarache, para la gira piadosa a cuenta del erario, para documentar el enojo popular y para la certidumbre proletaria de que el 1º de mayo ya no es el de antes del año 2000. La mano del foxismo deshojó la margarita de una relación aun formalmente respetuosa del gobierno con el discurso de la revolución y las reivindicaciones proletarias, y el “no te quiero” oficial devino en un “me estorbas” en donde del dicho al hecho no hubo mucho trecho. Triste situación la del sindicalismo corporativo que fue ariete y armadura gubernamental bajo las siglas del PRI.



Para viv-hip mejorrr
 El pequeño michoacano que a duras penas sigue encaramado en la silla residencial suda con epidérmico frenesí ante la dura realidad del país. El Chapulín Colorado (a pesar de Chespirito) no puede salvarlo y es más factible que el Capitán América, Rambo o la Mujer Maravilla asuman como prioridad intensificar los “lazos de colaboración” entre el imperio de la Fast Food y la tierra de los tacos y las garnachas.


 Los altos deberes de la presidencia exigen, requieren, demandan un mayor nivel de competencia, porque a las chaparreces del cuerpo no las compensan las indulgencias plenarias, aunque sean por la asistencia al acto solemne de la beatificación del papa polaco. En este tenor, vale la pena volver la vista atrás y nuevamente contemplar la escena de la graciosa colada de Calderón al recinto legislativo cuando la toma de protesta presidencial, lo que revela que infancia gubernamental es destino político: la trastienda es para sacar la basura, no para introducirla.
Pero, si la pequeñez se complementa con afanes neronianos, la quema de Roma no va a ser un accidente sino un daño colateral en la lucha contra la realidad. Las fuerzas armadas serán, entonces, el recurso didáctico que persuada a una ciudadanía en vilo de las bondades de la nada histórica y conceptual que significa el neoliberalismo periférico. La negación hecha sistema borra las líneas de nuestra historia, las luchas por la independencia y por las libertades, los gobiernos emanados de la revolución y los ejes de la contrarrevolución de los años 80, la desnacionalización de los 90 y las gerencias imperiales del siglo XXI. Nuestra actualidad se escribe con faltas de ortografía sobre un universo que pierde parcelas de soberanía y de legalidad. Los derechos humanos son cadáveres para enterrar discretamente, sin esquelas, de espaldas a la sociedad, en complicidad con el poder legislativo, la prensa y los organismos financieros internacionales.

En estos días, queda para el anecdotario católico mexicano, la fervorosa evasión calderoniana rumbo a la Santa Sede, mientras que en el país las siete plagas bíblicas azotan la economía y la política mexicanas, cubren de sangre la macroeconomía y devoran las entrañas de las familias. La visión del México actual nos sugiere la posibilidad de ser la antesala del infierno o, quizá, la versión tercermundista del mismo. Para nuestra desgracia, el averno mexicano es un pantano de demagogia, de corrupción, de violación constante a las leyes, de traición inmisericorde a principios y valores, de sórdida imitación de lo extranjero y de obediencia ciega los designios del capital internacional.

Para la clase trabajadora, está la amenaza de reforma a la legislación laboral, mientras que pende sobre las cabezas de las organizaciones sociales y políticas y el ciudadano común, la criminalización del pensamiento y la acción social, a través de la reforma legal que de facultades al Ejecutivo de actuar mediante las fuerzas amadas contra cualquier oposición, disidencia, o intención distinta a lo que guste imponer el presidente de la república y su partido, con lo que la violación de las garantías individuales se legaliza en tanto que el Estado y el Derecho se reducen al absurdo e ilegitiman.

Las recomendaciones de la OCDE, el FMI, el Banco Mundial y el Departamento de Estado son, para el gobierno de México, dogma de fe. ¿Valdrá este esfuerzo calderoniano una futura beatificación por parte del capital internacional? Lo triste del caso es que la servidumbre tercermundista está para ensuciarse las manos, no para recibir alabanzas. Calderón y el prianismo se empeñan en destruir al país, en una parodia de enanos empeñados en subir una escalera, pero para la gente consciente, la estupidez no puede calificarse de espiritualmente meritoria ni el servilismo es argumento de beatificación.

viernes, 22 de abril de 2011

La casa de todos

La mayoría no está consciente de que la casa de todos es la Tierra. Nuestro planeta es víctima de maltrato por cuestiones económicas que tienen consecuencias políticas y sociales y que, en la mayoría de los casos, se pueden traducir en desastres, no tan naturales si tomamos en cuenta la mano del hombre que se guía por el afán de lucro, el dominio de los monopolios y el control mundial de la alimentación y, desde luego, de los recursos naturales estratégicos.
La inmoralidad de las decisiones económicas pone en aprietos no sólo la calidad de vida de los millones de seres vivos que poblamos el planeta, sino que también nuestra idea de vida, de sociedad y de convivencia, trastornando nuestro presente y aniquilando el futuro, por lo que hay que decir basta al avance de las trasnacionales de la alimentación, de la industria químico-farmacéutica, a las empresas de bioprospección con fines coloniales, al encarecimiento de las subsistencias populares, a la dependencia tecnológica y financiera y a las variadas formas de manipulación y control de la vida de los países que debieran ser independientes y que son víctimas de la conspiración occidental que se encubre con el disfraz de humanitaria.
Volvamos a la tierra y generemos desarrollo agrícolas y pecuarios autosustentables que integren redes regionales y nacionales, fortalezcamos el empleo y el ingreso a partir de los recursos regionales y de las interacciones productivas entre regiones; generemos mercados donde la localidad sea el centro y la prioridad el consumo interno, y exportemos los excedentes. Vivamos la utopía de una tierra para nosotros y nuestros hijos.  La producción debe recuperar su escala humana y el consumo debe ser satisfecho de acuerdo a la necesidad subsistencial del consumidor, eliminando de nuestra mentalidad el exceso y el dispendio. Gocemos de una frugalidad sana y racional.
Revaloremos el principio social de que "a cada cual de acuerdo a su necesidad, de cada cual de acuerdo a su capacidad." Vivamos un presente mejor, por decisión propia.

domingo, 17 de abril de 2011

Iniciativa juvenil

Como usted sabe, los trabajadores mexicanos están en la mira del neoliberalismo hecho gobierno y existe el peligro de que, una vez más, sean los que paguen las facturas de un sistema económico fracasado.



Flajelo social
 Durante la época del neoliberalismo periférico, en México se han escrito las páginas del más crudo terrorismo de estado contra la clase trabajadora, mediante el congelamiento de los salarios, los despidos injustificados, la desaparición de puestos de trabajo, la reducción sistemática de la seguridad social mediante la reforma a la Ley del Seguro Social y la correspondiente al ISSSTE, la privatización de los fondos de las pensiones y jubilaciones y de algunos renglones operativos de las instituciones públicas, lo que se ve agravado con los continuos incrementos a los precios de la gasolina, diesel, electricidad, con sus impactos directos en los precios de los bienes y servicios de consumo popular.

Mucha gente, sobre todo jóvenes parecen ignorar por decisión propia este hecho: cuando salgan al mercado laboral tendrán que remar a contracorriente y, si logran llegar a las puertas de un empleo, se verán en la disyuntiva de seguir desempleados (y con la cabeza llena del humo gris y pegajoso de la “cultura emprendedora” que les embarran en la conciencia los programas de gobierno en las escuelas) o, de plano, aceptar un empleo que les pone fecha de caducidad en cuanto empiezan a trabajar. La renuncia al mismo tiempo que la firma del contrato es un ritual iniciático en tiempos de la modernidad.

¿Nueva legalidad?
Otra posibilidad es la de que cuando alguien los contrate, no sea bajo su razón social sino alguna que se invoca para los efectos de la evasión de responsabilidades, es decir, que el joven va a trabajar en una empresa pero resultará que es trabajador externo y por lo tanto no tendrá derecho a reconocimiento de la antigüedad ni las prestaciones que de ordinario se reconocen en el actual marco legal. La palabra clave es “Outsourcing” y con ella se inaugura la subcontratación, tercerización o como usted quiera llamar a la explotación del trabajo por el capital valiéndose de terceras personas para el reclutamiento de los nuevos esclavos asalariados. Desde luego que el concepto salario se considera obsoleto y, en un mundo de emprendedores, lo apropiado es trabajar por honorarios, ya que así se denota que el trabajador es su propio jefe, el gerente de su empresa, el arquitecto de su propio destino empresarial, el free lance que todos soñaron ser en el mundo de aventuras laborales que la clase patronal desea y el gobierno concedería ahora con la nueva reforma a la ley federal del trabajo.


¿Para vivir mejor?
 En el maravilloso mundo de la changarrificación foxista, la monserga de ser empleado con derechos laborales y seguridad social avanza hacia su desaparición gracias a los golpes propinados a la legislación en materia de seguridad social, así tenemos que se reforma la Ley del IMSS y se acelera la privatización de las pensiones vía sociedades administradoras de fondos de retiro (Afores), individualizando las cuentas y dejando a la libre manifestación de las fuerzas del mercado el futuro de los pensionados y jubilados, además de romperse el principio de la solidaridad generacional. Con Calderón se reforma la Ley del ISSSTE, cerrando las pinzas de la depauperación laboral y confirmando que los gobiernos panistas son “de y para los empresarios”.

En términos reales, el salario deja de ser suficiente como para sostener a una familia y experimenta una retracción a tono con la oferta del empleo. Cada vez se gana menos y cada vez hay menos empleo. Los trabajadores en paro aumentan tanto como lo hace la disfuncionalidad familiar, la deserción escolar y la criminalidad, lo que nos deja un entorno social inestable, inseguro y depresivo. Los llamados “ninis” y los jóvenes suicidas son manifestaciones del éxito demográfico logrado por el modelo económico que nuestros neoliberales de guarache se empeñan en defender e implantar. La iniciativa prianista de reforma a la legislación laboral en México es, por decir lo menos, criminal, genocida, retrógrada y apátrida.

Pero, en medio de la podredumbre que el sistema arroja sobre nuestras cabezas, existen espacios de salud mental, de reflexión sana y asertiva, de juventud en acción. Un grupo de estudiantes de Economía de la Universidad de Sonora, iniciaron el jueves 14 la tarea de repartir trípticos explicativos del significado de la reforma a la ley laboral. Con textos claros, didácticos y amenos explican las consecuencias de la eventual aprobación de la ley. Un material hecho por jóvenes para todo el que quiera enterarse. Bienvenida la iniciativa juvenil.

domingo, 10 de abril de 2011

Se levanta la huelga

La educación superior de calidad es un compromiso con el pueblo
Gracias a la firmeza del sindicato STAUS, a la administración universitaria no le quedó de otra más que aceptar publicamente su compromiso con los académicos y, justamente por eso, el STAUS levantó la huelga con una votación de 899 contra 155 más cinco votos nulos.
Lo dicho, los más interesados en levantar la huelga fueron los académicos, quienes con toda integridad profesional tomaron la decisión que hará posible que el lunes 11 de abril todos regresen a clases.
Queda claro que un sindicato que se hacer respetar y que es serio en sus compromisos alienta la participación pero también educa a sus integrantes. Todos ganamos.

viernes, 8 de abril de 2011

La huelga que pudo terminar hoy.

Por increible que parezca, la huelga del STAUS sigue. Lo anterior se debe a que la administración universitaria se negó a pagar nueve tristes días de salarios caídos, por lo que no llegó a acuerdos con la parte sindical.


¿Para qué intereses trabaja el rector? Núnca en la historia sindical de la UNISON se había dado esta situación, en la que estando las condiciones dadas para que se levantara la huelga, un acto de torpe mezquindad por parte de la administración arruina las cosas.

El sindicato espera que se le entregue por escrito el compromiso de pagar salarios caídos. Mientras esto no suceda, la huelga sigue.

Situaciones como la anterior despiertan la sospecha sobre los verdaderos motivos que guían a la actual administración, al parecer más interesada en demostrar una eficiente alineación con la política laboral que impulsa el gobierno federal a través de la Secretaría del Trabajo,  que con los intereses institucionales de la Universidad de Sonora.

Los trabajadores académicos en un acto de dignidad, suspendieron la decisión hasta no ver por escrito el compromiso de la administración que regatéa centavos para perder pesos. El tiempo corre y es claramente responsabilidad de una burocracia que demostró no estar a la altura de lo que requiere la comunidad universitaria y el pueblo de Sonora.

miércoles, 6 de abril de 2011

Chicos malos

Cancún se ha vestido de gala antidroga presidida por los mayores impulsores del narcotráfico como estrategia de combate ideológico y político. La señora Michele Leonhart, administradora de la agencia antidroga de Estados Unidos (DEA), pontificó acerca del horror mexicano en suelo estadounidense: los cárteles de la droga que controlan el negocio en EE.UU., son mexicanos y “no hay cárteles específicos en Estados Unidos”.


Al declarar puros y limpios a los criminales oriundos de su país, la bronca es para México, por lo que reitera que “los países no solamente deben compartir información, sino también capacitación y formación de funcionarios que combaten a los grupos criminales. En ese contexto explicó que en el último año el gobierno estadunidense ha capacitado a más de 17 mil servidores públicos de diversas naciones en acciones como prevención del tráfico precursores químicos y drogas”) La Jornada, 5.04.2011).

Aunque parezca una broma estudiantil, la señora Leonhart llamó a Genaro García Luna, el “mayor combatiente contra el narcotráfico en México” (La Jornada, 5.04.2011). Lo anterior contradice de raíz la investigación y los señalamientos de Anabel Hernández en su libro Los señores el narco (Random House, Mondadori, 2010), donde documenta cómo, en su momento, el narcotráfico mexicano prospera a la sombra del combate ideológico de Estado Unidos contra el avance del comunismo en el mundo, donde se ofrecen ejemplos como aquella operación de la CIA que se recuerda como “Irán−Contras”. Asimismo, da detalles de la institucionalización de la protección maternal que el propio gobierno federal ha proporcionado al narco, donde tiene un papel destacado el funcionario elogiado por la DEA, Genaro García Luna.

Lo que parece ser el juego internacional del Tío Lolo, tiene como escenario precisamente a México y se elogia al hado protector de una de las fracciones poderosas del narco cuya cabeza visible es el “Chapo” Guzmán, por parte de representantes de la potencia que ha llenado de armas y droga a muchos países para después intervenir en sus asuntos internos y dirigir o controlar el famoso combate a las drogas. Aquí es necesario reconocer que las drogas son un arma del imperio gringo y que México le sirve de patiño en la burla internacional que se perpetra con saña contra los pobladores de la periferia del sistema.

La escasa vergüenza manifestada por la diplomacia gringa permiten suponer también que las formas de relación entre México y Estados Unidos son parecidas a las que guarda una prostituta con su proxeneta, y los intentos por guardar las formas del trato entre naciones sobernas se traducen en espectáculos como el de Cancún, donde el rímel corrido y las ojeras a juego con ciertos aromas trasnochados, se califican como “fuertes lazos” y actos de cooperación en decisiones trascendentales para darnos mayor seguridad en la frontera común, como si se tratara de acordar una posición copiada del Kama Sutra diplomático.

Los chicos malos de la película son, las más de las veces, los exitosos emprendedores de negocios que constituyen el nervio de la economía subterránea y que alimentan generosas nóminas donde figuran muchos de los distinguidos combatientes del narcotráfico. Pero, ¿qué se puede esperar en un modelo económico donde es correcta la compra−venta de valores, principios y conciencias?

Modelo a segur
La ridícula manía de imitar o acatar las ocurrencias gringas ha dado al traste con nuestra defectuosa pero perfectible administración de justicia, lo que llega al colmo de la babosada con la farsa de las “certificaciones” policiacas (y el futuro reality show de los juicios orales). Está comprobada su ineficacia al registrarse casos de personas certificadas, incuso por la DEA, y que después resultan culpables de lo mismo que se les consideraba “inmunes”. En esta lógica va la idea de la policía única estatal, tan urgente a los ojos de los gobiernos panistas, porque así se simplifica la cadena de corrupción y control al centralizarse.

¿A qué juega el gobierno federal? Si no bastan los cerca de 40 mil muertos y la tranquilidad de muchos millones de ciudadanos, ¿cuántos más les hacen falta? ¿A qué modelo de eliminación de la población exige el gobierno de Washington que su gerencia mexicana se apegue de manera tan estricta? Los horrores de una “buena relación bilateral” sólo son comparables con los que sufren los países petroleros del medio oriente, víctimas de un plan siniestro de intervención militar y aniquilación masiva dirigido por el gobierno del actual Premio Nobel de la Paz, Barak Obama.

lunes, 4 de abril de 2011

Comediantes

Asombrosa recuperación
En el México contemporáneo, preñado de la ideología liberal, la comicidad de los gobernantes se pone a prueba y encuentra cauces verdaderamente espectaculares; por ejemplo, se puede decir en el contexto de la debacle nacional del empleo y el ingreso, que la economía no va mejorando sino que está muy bien, que somos un país que atrae inversiones por la solidez de sus instituciones y las amplias garantías legales de que se dispone, además de la paz y tranquilidad social que resultan envidiables aún para los países del llamado primer mundo, ya que aquí tenemos tasas de criminalidad bajas en comparación, por ejemplo, con Estados Unidos y no pocos países europeos.


Los diez o veinte muertos diarios por medios violentos, son simples ajustes de cuentas entre bandas criminales que ven perdidas sus oportunidades de negocios ante la fuerte y contundente acción de las fuerzas de la ley y el orden; las víctimas inocentes que se cuentan por millares son “daños colaterales” que solamente deben ser interpretados como signos inconfundibles de que el largo brazo de la justicia se abre paso entre los vericuetos laberínticos de la corrupción y la anarquía propiciada por el moderno flagelo de la humanidad: el narcotráfico.

Si las notas periodísticas y de televisión chorrean sangre y amenazan con que el ciudadano vea con temor a vecinos y transeúntes, la cúpula informativa nacional acuerda llevar a cabo una edulcorada opacidad informativa, haciendo realidad el sueño de Fox y calderón: sólo buenas noticias. Desde luego que esto no se puede interpretar como censura, sino como manejo “responsable” de la noticia.


¿Nueva?
 En el estado de Sonora, los ciudadanos se encuentran con la curiosa situación de que las actas de nacimiento se expiden con fecha de caducidad, lo que implica que cada dos o tres meses tengan que volver a pagar el costo del documento; en otro tipo de novedades, resulta que el delincuente que ya cumplió su pena en prisión y quiera emprender un negocio no lo va a poder hacer, porque alguien con antecedentes tiene cerradas las puertas para emprender actividades comerciales o de servicios legales y sujetas al pago de los impuestos correspondientes, con lo que se demuestra que hablar de rehabilitación es una broma más de las autoridades competentes.

Si usted es un ciudadano que no ha pasado por el fichaje policiaco, tampoco podrá ejercer actos de comercio sin pasar por un laberinto de trámites y exigencias que inhiben la marcha legal de los negocios. Con tamañas exigencias, resulta una vacilada la campaña de fomento al emprendimiento de negocios, al autoempleo, a la changarrificación de la economía que pontificaba Fox y que calderón sigue sin muchos cambios.


Dos tipos de muuucho cuidado
 La asombrosa imaginación lúdica del gobierno nos ha regalado una muestra más de su notable sentido del humor: Laurel y Hardy (Cordero y Carlstens) han declarado que la economía mexicana está blindada contra cualquier convulsión internacional. La pareja económica más celebrada de la farándula gubernamental inicia, con esto, una nueva era de la comedia nacional, quizá confiados en la reforma a la ley del trabajo que abarataría los costos empresariales por concepto de remuneraciones al factor trabajo. Como se sabe, la iniciativa actualmente en la Cámara de Diputados, contempla la eliminación de obligaciones a los patrones en materia de contratación, de suerte que lo pueden poner a prueba al trabajador por seis meses sin ninguna obligación para la empresa, también permite el trabajo Outsourcing y la cancelación de los derechos fundamentales de los trabajadores, inaugurando una nueva era de esclavitud asalariada que nos remite al porfiriato y las tiendas de raya.

La broma legislativa cuenta con el elenco del PAN y el PRI, como apoyadores entusiastas de la iniciativa del gobierno, representado por la Secretaría del Trabajo del señor Lozano, aunque también actúan fuera de escena la prensa que pacta dar puras buenas noticias y, desde luego, el huésped de Los Pinos.

La algarabía oficial sobre el “navío de gran calado” de la economía nacional se fortalece con el “blindaje” declarado por la porra nacional del neoliberalismo periférico. Desde luego que los miles de “ninis” y los millones de desempleados y subempleados se deben interpretar como daños colaterales del avance arrollador de la política económica en su guerra contra la miseria y la marginación.

Así las cosas, la cartelera económica nacional cuenta con un reestreno lleno de efectos especiales en tercera dimensión, sonido impresionante y precios al alcance del presupuesto familiar. La diversión está garantizada por la Secretaría del Trabajo y demás dependencias del gabinete económico de Calderón. ¡Que usted lo disfrute!

domingo, 3 de abril de 2011

Dígalo cantando

¿Otra vez Goebels?
Una novedad que permite declarar innovador al gobierno de Padrés, consiste en ponerles música de acompañamiento a las manifestaciones ciudadanas que arriban a Palacio de Gobierno con la intención de hacerse oír. La selección musical tiene su máxima expresión cuando los oradores exponen sus reclamos, así que Gabilondo Soler o José Alfredo Jiménez convierten en chunga la expresión ciudadana, siendo patrocinada la burla por el propio gobierno que dice ser plural y respetuoso de las libertades.


La actitud irrespetuosa y canalla del gobierno hace imposible creer en el discurso de un gobierno “incluyente y tolerante”, ya que pisotea el derecho a la palabra de quienes se acercan a la sede del Ejecutivo estatal. Es verdaderamente irritante que la autoridad constitucional se pase por el arco del triunfo el derecho que asiste a los manifestantes que legal y pacíficamente expresan sus objeciones ante quien tiene la obligación legal de escucharlos.

La música seleccionada en plan de pitorreo al ciudadano deja de ser graciosa para convertirse en motivo de crispación, porque a nadie le gusta que lo desaíren de manera tan pedestre. Si quieren decirle al ciudadano que les vale gorro su problema y que no están dispuestos a escucharlo, no pudieron encontrar mejor medio que los altavoces instalados frente a Palacio, lanzando a los cuatro vientos su agresión musical y convirtiendo la plaza pública en espacio de represión y desprecio.

Aunque es sabida la aversión de los neoliberales a la democracia y las manifestaciones del pueblo, resulta patológica la modalidad adoptada por el gobierno de Padrés, justamente por ser una forma grosera, enana, de expresar qué tan poco está dispuesto a enterarse de los problemas que aquejan a la comunidad y qué tan insignificantes son sus demandas para las alturas que la soberbia hace imaginar a gobernantes que se pueden marear arriba de un ladrillo. La mediocridad panista hace posible que el mal gusto y la patanería arrogante sienten precedentes indeseables en la vida democrática de Sonora.

La curiosa muestra de arrogancia pedestre a que hago referencia se vio recientemente en una marcha del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS). Primero fue la intentona de bloquear su tránsito hacia Palacio, luego el ridículo sabotaje del discurso sindical mediante el volumen atronador de las bocinas.

La pequeñez del gobernante se ve complementada con las también recientes declaraciones del secretario Larios, quien señala como problema estructural que cada año haya la amenaza de huelga. Quizá el señor Larios ignore que existe una cosa llamada Ley Federal del Trabajo que contempla como recurso la huelga. O quizá esté confiado en que la nueva legislación laboral que impulsa su partido en complicidad con el PRI elimine de un solo plumazo ese derecho fundamental. Otra posibilidad es la que supone que Larios no se ha dado cuenta de que el sistema económico neoliberal no funciona y que la falta de recursos no se debe a la clase trabajadora sino a la catastrófica conducción de la economía por parte de gobiernos como el de Calderón y a la existencia de políticas basadas en el consenso de Washington e instrumentadas por el FMI y el Banco mundial.

Las soluciones de fondo que señala Larios pudieran ir por el rumbo de rescatar el impuesto especial para la Universidad de Sonora y entregarlo íntegramente a la institución, además de los apoyos presupuestales estatales y federales. El respeto a la autonomía universitaria sería una buena actitud, que se pudiera concretar con una nueva ley orgánica propuesta por la propia comunidad universitaria y no por obra de algún albazo legislativo para acabar con derechos esenciales para la vida académica.

Las soluciones estructurales tendrían que pasar por el análisis del sistema económico y la nefasta ola privatizadora que vulnera las instituciones y corrompe las prácticas políticas. Deberían considerar seriamente la inutilidad de manipular a la opinión pública con eso de “pobres estudiantes que están perdiendo el tiempo y corriendo el peligro de perder el semestre”, y dedicarse a trabajar con honesta resolución en la búsqueda de alternativas válidas que no lesiones los derechos laborales presentes o futuros.


¿Intrumento de diálogo?
 La música que gusta emplear el gobierno como mecanismo de represión de las protestas o solicitudes ciudadanas, es la marcha triunfal de la intolerancia más burda y pedestre que se haya podido imaginar, pero al mismo tiempo la marcha fúnebre de un sistema basado en la corrupción y la ilegalidad, en la violación reiterada a los derechos fundamentales del ciudadano. Queda claro que la trivialidad del juicio neoliberal alcanza sus expresiones más bajunas en la periferia del sistema. Allí está justamente la ideología que guía a los actuales buscadores de soluciones “estructurales” cuando éstas ignoran la realidad y la voluntad de comunidades como la universitaria.

En la UNISON, insisto, se expresa la lucha de los trabajadores contra la obscena indolencia de la clase patronal y del gobierno ñoño y demagógico que la defiende. No puede haber progreso sin avances en las demandas de quienes hacen posible la generación de la riqueza, tanto material como intelectual. En la UNISON se produce y reproduce el conocimiento, aunque parece que la burocracia patronalizada desconoce este hecho.

Esperemos que la cordura aparezca en las decisiones de los diputados y el gobierno, y que sus efectos permitan la recuperación del espacio universitario para la vida académica en mejores condiciones para su desarrollo.