Notas Sueltas es un espacio de opinión sobre diversos problemas de carácter social, económico y político de interés general. Los comentarios pueden enviarse a: jdarredondo@gmail.com

sábado, 26 de febrero de 2022

Otra vez la guerra

 

“Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual” (Martin Luther King).

 

Como usted sabe, nuestros vecinos del norte se han caracterizado por tener comal y metate en todas partes del mundo, en un expansionismo hacia el oeste y el sur que en el siglo XIX le costó la mitad del territorio a México, y que al el siglo XX se extendió por Europa y más allá con el pretexto de salvaguardar la paz y la democracia.

El negocio de las guerras por razones humanitarias les ha dado a los güeros pingues ganancias y un control sobre buena parte del mundo. Tras la primera gran guerra, llamada mundial por la intervención tardía de EEUU, el eje financiero del mundo pasó de Londres a Washington, por lo que la era de los reacomodos mundiales arrojó un resultado muy a favor de Occidente y, en particular, del Tío Sam puesto en el plan de rector de la economía y las costumbres planetarias, y con ello la nueva decadencia económica global que pronto dio el resultado de un nuevo conflicto donde, desde luego, se apresuró a participar EEUU.

El conflicto logró el reacomodo de las piezas mundiales a favor de los intereses gringos y su injerencia en los asuntos europeos se afianzó gracias a la creación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, bajo los principios de la Carta de Washington, firmada el 4 de abrió de 1949. Su objetivo era (es) defender a Europa de la Unión Soviética (Rusia). En pocas palabras, se crea una estructura defensiva de los intereses de Washington en Europa.

 Ahora, en el conflicto Ucrania-Rusia, es pertinente recordar que existe en esa nación una población ruso parlante y que ha sido permanentemente asediada por ataques xenofóbicos por grupos armados fascistas desde 2014, con los suficientes muertos y heridos como para que el mundo se hubiera horrorizado y gritado ¡paren la matanza!, pero nada de eso ocurrió.

Los bombardeos y ataques constantes a la población de la zona conocida como Donbás donde se sitúan las repúblicas separatistas de Donetsk y Luhansk, perpetrados a ciencia y paciencia del gobierno de Kiev (capital de Ucrania) generaron una crisis humanitaria que los defensores de la paz y la democracia simplemente ignoran.

En este contexto la intervención, que no invasión, de Rusia tiene un carácter pacifista y subraya el hecho de que EEUU y su mamotreto militar OTAN pretenden no sólo ocultar este antecedente sangriento sino sacar raja del conflicto echando la bronca a Rusia, por la simple razón de que en la guerra de los energéticos la potencia del este europeo saca la mejor parte con la venta de gas a Europa, afectando los intereses de Washington.

Lo que tenemos aquí no es una guerra defensiva de valores humanos sino una más de las guerras económicas emprendidas por EEUU, en este caso por el gas natural y el mercado europeo, con la consiguiente relevancia de Rusia en este contexto.

En resumen, el problema surge por el incumplimiento de Ucrania de generar condiciones de paz a lo que se comprometió en 2014 mediante la firma del Protocolo de Minsk, y por otro lado, el oportunismo de EEUU al intervenir en el conflicto haciendo uso de la fuerza de la OTAN para satisfacer sus intereses económicos y políticos en Europa.

Lo triste del caso es que naciones que nada tienen que ver con la circunstancia europea y mucho tienen que recordar del intervencionismo gringo se están uniendo al coro de lamentaciones por “la invasión rusa”, en una maniobra mediática y política que en nada ayuda a la solución del conflicto y mucho abona a la perpetuación de la farsa humanitaria del gran fabricante y vendedor de armas que son los EEUU.

En este sentido, la política mexicana tradicional de no intervención y solución pacífica de los conflictos parece resquebrajarse ante la declaración condenatoria de la diplomacia nacional contra Rusia, lo que resulta no sólo ridículo sino contradictorio con las reiteradas declaraciones de que México no es colonia de EEUU.

Aquí resulta imposible no sonreír ante el curioso espectáculo de una política exterior que se hace de chicle ante el calor de una relación tóxica con el vecino del norte, hoy por hoy sembrador de bases militares en el continente y, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, en Europa y parte de Asia.

Me quedo con la idea de que México (y el mundo) necesita redefinir sus relaciones y prioridades sin intervencionismos externos ajenos al interés nacional, y que la comunidad de naciones debe respetar las diferencias y celebrar las coincidencias, sin imposición alguna porque “entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz” (Benito Juárez, Manifiesto a la Nación, julio de 1867).


 

viernes, 18 de febrero de 2022

Las guerras y el miedo

 “Sólo tengo miedo de tu miedo” (William Shakespeare).

 

Usted seguramente recordará la expectación mundial sobre el desenlace de la Guerra del Golfo, la invasión de Afganistán, la de Irak, la de Siria y un largo etcétera que los medios de información (sic) se han servido documentar para la memoria y vemos que en todos los conflictos del siglo XX y el presente, destaca la presencia de nuestros vecinos del norte.

Si una mosca suelta una flatulencia a 10 mil kilómetros de las fronteras gringas tenemos una amenaza para su “seguridad nacional”, asunto que no deja de asombrar para quien conozca algo de geografía.

Si una nación del este europeo tiene broncas con algún vecino, de repente sale la cabeza militar de los sobrinos del Tío Sam a meter la cuchara en la sopa transatlántica, y el mundo entero está, además, pringado de bases militares con la bandera de las barras y las estrellas ondeando con total desparpajo.

¿Usted se puede imaginar cuánto dinero se gasta en juegos de guerra, mantenimiento de bases militares y una industria al servicio de las mejores formas de matar gente y destruir activos productivos?

Algunos países pueden dar fe de los daños que sufren décadas después de una invasión “humanitaria” de nuestros güeros vecinos, de las minas terrestres enterradas para que alguien las pise y quede para vender cachitos de lotería, si bien le va.

Otros quedan sin infraestructura, sin alimentos y sujetos a la depredación en nombre del libre comercio y la democracia, con un reguero de sangre que alimenta radicalismos y exclusiones de efectos duraderos.

Más allá de la evidencia de que el gran capital se alimenta de pólvora y materiales radioactivos, además de drogas y substancias químicas, tenemos la enorme masa de recursos económicos y políticos que se despliegan en aras de alguna supremacía y un nuevo frente de dominación imperialista, de suerte que la intervención militar y la permanencia de tropas y “asesores” se complementa con inversionistas deseosos de “ayudar” al sufrido pueblo liberado, revelando la verdadera naturaleza de la intervención.

Se puede decir que no hay intervención militar sin política y que no hay política sin economía: Si A es igual a B y B es igual a C, entonces A es igual a C.

Los gringos se han convertido en los permanentes vigilantes de la paz y la estabilidad en un mundo en el que no ha habido paz desde hace mucho tiempo, así que se puede sospechar que gracias a sus intereses e intervención la región y el mundo están hechos un desastre.

La última intervención mediática, política y económica de EUA, secundado por sus marionetas europeas, ha sido la ucraniana. Durante un tiempo se dedicaron a calentar el ambiente anunciando una” inminente invasión” rusa contra Ucrania, y hasta fijaron una fecha, el 16 de febrero, a la una de la mañana.

Previamente se había surtido de armamento a la nación ucraniana por parte de EUA y socios. La prensa occidental esperaba ver chorros de sangre, explosiones y destripaderos fotogénicos pero… resulta que los pronósticos y las previsiones serias y científicas de los analistas gringos se quedaron con sus escenarios de computadora mientras que la realidad era otra: no había tal invasión.

Ahora los analistas estadounidenses declaran que no se equivocaron en sus predicciones, solo que aún no se cumplen y habrá que esperar nuevas fechas, porque a veces la realidad se equivoca. Parece ser que el mundo se mueve gracias al dinero y al miedo. La historia confirma que el dinero ha servido para corromper a los políticos y sus clientelas, mientras que el miedo ha hecho el trabajo de quebrar la voluntad de gobiernos y pueblos enteros.

Es claro que la imposición de una idea, plan o proyecto requiere de estímulos que dobleguen la voluntad y el pensamiento críticos de la gente, que la conviertan en una masa aborregada que acate instrucciones sin reparo, y el miedo debidamente instalado en la mente de los hace el milagro de nulificar la razón en favor de la emoción.

Miedo al estallido de una bomba, o de la presencia de una bacteria o virus que se propague en forma de pandemia; miedo de perder derechos e identidad, miedo a la pobreza y la marginación, miedo a las amenazas de la delincuencia y sus consecuencias físicas y morales; y dinero para comprar voluntades y juicios sean “científicos” o políticos al servicio del negocio de la guerra, del control de recursos naturales, de las ganancias de los laboratorios y distribuidores ligados a la industria farmacéutica, por ejemplo.

    Parece evidente que no hay guerra sin miedo ni miedo sin daño emocional, de suerte que habría que analizar sin prisas pero con consistencia lógica los acontecimientos de los años recientes, en los que se pone de relieve un cambio o una serie de movimientos contrarios a los cambios en favor del interés nacional y a las expectativas de paz, progreso y bienestar, no sólo de México.

Lo anterior viene al caso por aquello de que en la campaña mediática contra el gobierno de AMLO, también están presentes argumentos emanados de la fraseología de la guerra fría y la amenaza comunista, referidos al ataque contra las libertades, la defensa del derecho a la libertad de expresión, adobados con otros que van de la ecología y el feminismo a la moral y las bondades del viejo régimen prianista que tanta confianza inspiraba a las transnacionales, a los riquillos sebosos nacionales y los espantajos de las clases conservadoras que aún extrañan a Don Porfirio. Pero, como quiera que se vea, los gringos entre más lejos mejor.  

 

 

jueves, 17 de febrero de 2022

La salud se politiza

 

“En una mente desordenada, una buena salud es imposible” (Marcus Tullius).

 

Como usted sabe, desde que inició formalmente la pandemia y llegó a nuestro país y región han surgido como hongos los opinantes con cierto barniz de especialización en algo que tenga que ver, siquiera remotamente, con la salud y, en particular con la virología, la vigilancia farmacológica, ecología o la epidemiología.

De repente vemos con la gorra y camiseta de la sabiduría sanitaria a simples médicos, dentistas, abogados, editores de periódico y hasta políticos de cualquier ralea, que pontifican acerca de las medidas que habrían de tomarse para evitar el mal del siglo en forma de un microorganismo bastante capaz de contaminar las vidas y conciencias de pueblos enteros.

La ciencia aún está boca abierta esperando qué decir de manera creíble acerca del fenómeno viral que ha lanzado al estrellato la prensa ansiosa de lectores y clientes de publicidad. Abundan las notas que repiten hasta del hartazgo los males directos o indirectos de la pandemia, las muertes y hospitalizaciones y, ya para no dejar, las calamidades que seguramente vendrán como consecuencia de las variantes y nuevas cepas del bicho que emergen como por encanto.

Y no hay que olvidar las nuevas y terribles posibles complicaciones en enfermedades ya conocidas que se ven potenciadas por el virus que aprovecha las vulnerabilidades y saca raja de cualquier sistema inmunológico deprimido, sembrando su semilla de enfermedad y muerte.

En estos tiempos, los vecinos, amigos y familiares son personas de interés para la vigilancia epidemiológica cuando de rastrear se trata los contactos permanentes o eventuales del sujeto sospechoso de infección. De esta manera, la lente de aumento de la opinión pública se enfoca hacia quienes no se han protegido contra el mal, o contra sus consecuencias deveras según se dice, y de pinchazo en pinchazo se escribe la nueva narrativa de estos tiempos, mientras que el bicho sigue su camino tan tranquilo como si nada ocurriera en el mundo de la farmacología.

En este contexto tan estrambótico como rocambolesco los diputados del PRI estatal reclaman la urgencia de vacunar a los menores de entre 5 y 14 años, porque son tan mexicanos como los mayores y hay que protegerlos ahora que van de regreso a las clases presenciales.

Sin embargo, se sabe que los menores de edad (niños y adolescentes) tienen muy pocas posibilidades de enfermar dado el natural buen estado de su sistema inmunológico, es decir, los chicos tienen buenas defensas y no requieren de precauciones más allá de las normales cuando se trata de afecciones virales.

¿Cuál es el interés del PRI (en algunas otras latitudes es el PAN agarrado de la mano de su mascota el PRD), cuando promueve en el foro del Congreso del Estado una medida que corresponde a las autoridades de salud?

¿Qué pretende este partido y sus satélites parlamentarios cuando impulsa estatal y nacionalmente campañas o iniciativas que corresponden a otras entidades legalmente responsables y debidamente capacitadas para abordar los problemas de la salud pública?

Se entiende que la oposición al gobierno de Morena, encabezado por López Obrador en el nivel nacional y Alfonso Durazo en el local, quiera algo de oxígeno cuando se ve herida de muerte por la toma de conciencia de la sociedad que finalmente optó por el cambio, y que cualquier pretexto es bueno para hacer ruido y aparentar preocupación por la población que no hace mucho solamente era tomada en cuenta para verle la cara de tonteja y seguirla robando y manipulando, pero ¿llegar hasta este punto?

En serio, llama la atención la clase de políticos que tenemos y la poca inteligencia que manifiestan, pero al mismo tiempo, maravilla el oportunismo de quienes promueven el terror y la desinformación incentivando el miedo a los contagios y la necesidad de dar palos de ciego ante un bicho de cuyas características y alcances nadie está aun completamente informado.

Parece que para nada importan las advertencias de los daños colaterales de una substancia experimental que no en todos los casos resulta recomendable, porque mucho depende de las condiciones particulares de quienes la reciban, además de la certidumbre de que los menores no son tan susceptibles de enfermar en la misma proporción y consecuencias que los mayores.

¿Los priistas han sido contagiados por el mismo furor epidemiológico oportunista que sus homólogos del PAN? ¿La desesperación hace que recurran al ridículo expediente del protagonismo alarmista de la derecha pitufa? Triste papel.

 

 


sábado, 5 de febrero de 2022

La respuesta social a las reformas de la seguridad social

 El día 16 de noviembre de 2016 se llevó a cabo en Hermosillo, Sonora, el CONGRESO ESTATAL SINDICAL SOBRE SEGURIDAD SOCIAL, por iniciativa de la Delegación de Pensionados y Jubilados del STAUS. 

Tuvimos la participación de José Antonio Vital Galicia, miembro del  Centro de Análisis de la Coyuntura Económica de la Facultad de Economía de la UNAM, coordinador de la Alianza de Trabajadores de la Salud y Empleados Públicos, miembro de la Coalición Trinacional en Defensa de la Educación Pública e incansable luchador social. 

Hoy, 5 de febrero de 2022 amanecimos con la noticia de que nuestro amigo José Antonio había fallecido a consecuencia de cáncer.

Por su importancia, compartimos su participación en el citado congreso, deseando paz y resignación a su familia. 

 

La respuesta social a las reformas de la Seguridad Social

José Antonio Vital Galicia

Cuarenta años se dice muy rápido, cuarenta años de la creación de un sindicato, y de luchas de los trabajadores universitarios, académicos y administrativos, ha sido muy importante. Hace cuarenta años en medio de la lucha de la insurgencia sindical de los electricistas, la lucha de los mineros de Cananea, Nacozari, y también la lucha del sector salud, particularmente. Hace cuarenta años se hizo una huelga de médicos residentes, y me da mucho gusto estar ahora en este evento conmemorativo de los cuarenta años del sindicato del personal académico de la Universidad.

Quisiera recordar dos cuestiones muy importantes sobre fechas. Hace ocho años vine a Hermosillo, cuando estuvieron las huelgas de Cananea, Nacozari, y cuando había aquí un frente sindical. Fui dirigente sindical del Hospital General de México, hicimos un movimiento muy grande, nos metieron a la cárcel en 1978, el próximo año conmemoramos cuarenta años del movimiento del Hospital General y la corriente democrática del sector salud, que logró unificar los salarios de todo el sector salud. Es una cuestión que no existe ni en Canadá ni en Estados Unidos, ni en Brasil ni en Argentina ni en Chile. Aquí un médico, una enfermera y un técnico gana lo mismo en el Seguro, en el Issste y en la Secretaría de Salud, salvo los trabajadores precarios.

Hace ocho años, cuando la Ley del Issste, entramos en contacto, aquí, con cuatro compañeras del Hospital Regional del Issste, junto con algunos compañeros del magisterio, en una situación inusitada se levantaron más de 6 mil demandas de amparo en contra de la Ley del Issste. Los problemas de la organización que había, no solamente en Sonora sino en toda la franja norte eran muy complicados. Hablar ahora de un movimiento democrático del magisterio, es como más sencillo, pero hace diez años era muy complicado, ustedes sabrán muy bien, y hace ocho años, al llegar aquí, tuvimos una sorpresa muy importante en el Hospital Regional del Issste, abarrotado el auditorio, con los trabajadores del Issste en rechazo a la reforma a la Ley del Issste. Como bien decía Gustavo [Leal], es un tema que yo voy a tocar sobre la respuesta social y que es muy importante el movimiento que mantuvo derechos adquiridos con el amparo y la movilización que se hizo hace ocho años. Y quisiera recordar también, el año pasado estuve en Veracruz, se formó un frente de jubilados en Jalapa, y les anunciaron justamente en esos días, que no había dinero para pagar las pensiones por el Instituto Estatal de Pensiones. Aquí, el Isssteson es el que cubre las pensiones de los trabajadores del Estado, aparte están los del Issste y los del Seguro Social. Bueno, aquí no hay problema de corrupción en Sonora (risas), y con Beltrones tampoco. Bueno, el caso es que el año pasado estaba ahí en el Congreso y les anunciaron que no había dinero para pagar las pensiones del Estado, a los de la Universidad de Veracruz, a los trabajadores del Gobierno del Estado, del Poder Judicial, del Poder Legislativo y distintos organismos. Entre el infarto y la depresión, los jubilados dijeron “¡hay güey!, y ahora ¿qué vamos a hacer?”, porque les dicen, lo que está entrando es para pagar las pensiones del orden de los tres mil millones de pesos y la nómina es de cinco mil millones de pesos. Se puede pagar el 60 por ciento. El año pasado, se formó este frente y logró que les pagaran. No les habían pagado un mes y no le han pagado todo lo de las pensiones, pero al menos se ha asegurado el 100 por ciento de la pensión que se tenía. Quiero rescatarlo porque son momentos muy relevantes en términos de la respuesta social frente al ataque a las jubilaciones y pensiones. En Veracruz se logra que se les siga pagando y, en el caso del Issste, un millón 300 mil trabajadores presentan una o dos demandas que llegan a dos millones de demandas en contra de la nueva Ley del Issste.

Quiero hacer la presentación sobre las estrategias sociales ante las reformas a la seguridad social que hemos desarrollado en México y en otros lugares del mundo, porque es una cuestión muy importante. Les decía a los compañeros de Veracruz, cuatro meses antes, en un seminario en Costa Rica, el presidente de Panamá le había dicho a la presidenta del sindicato de maestros de Panamá, que el pago de las pensiones iba a depender del presupuesto. No hay un ataque a los futuros jubilados, no es problema para los jóvenes que entran a un nuevo sistema de pensiones, es para los jubilados. Entonces, cuando hablamos de esto con los compañeros, resulta muy importante ver las experiencias internacionales de cómo en Venezuela se detuvo y se echó atrás las reformas a las pensiones y el sistema de seguridad social; cómo en Argentina se echó para atrás. En Chile se ha detenido y está ese proceso. En Brasil se detuvo los cambios, porque Lula empezó a cambiar los regímenes de jubilaciones y se detuvo con el sector de empleados públicos.

El pasado 27 de octubre hicimos una marcha a Los Pinos en contra de que se recortara el presupuesto a salud, en defensa de las pensiones y en contra del Sistema Universal de Salud. La ley de cambio al Pensionissste está detenida. En el mes de diciembre comenzamos a hacer una campaña de firmas y presentamos cerca de 20 mil firmas demandando una consulta nacional sobre el cambio al régimen de jubilaciones y pensiones. El cambio a las jubilaciones del Pensionissste no es un problema de un porcentaje más o un porcentaje menos, es el modelo de seguridad social, que es un modelo individual, privado y que no tiene el carácter público y social.

Quisiera que pudiéramos plantear en esta presentación la recuperación de las luchas que hemos dado en defensa del trabajo, la seguridad social y, particularmente, las jubilaciones. Quiero recordarles que el tema de la seguridad social no es un problema del Seguro Social y del Issste solamente, depende del empleo y del salario. Ahora le echan la culpa a los jubilados de los problemas de las finanzas públicas, ahora le echan la culpa a los jubilados de los problemas del servicio médico, que cuesta mucho atenderlos, estar dando medicamentos y las pensiones, etcétera. Aquí, creo que sería muy importante que hiciéramos una revisión de las luchas que hemos desplegado en el siglo pasado los trabajadores en este país. No es que empecemos un debate, tenemos treinta años discutiendo el tema de la seguridad social. Ahora, a lo mejor hay muchos desmemoriados, o muchos no quieren ver que, en el 95, 94, Joel Ayala Almeida presentó la primera discusión sobre el cambio al régimen de jubilaciones y pensiones. No avanzó el cambio en el Issste porque se fracturó el sindicato del Issste y se oponía el sindicato del Issste, particularmente la sección sindical del Hospital 20 de Noviembre encabezó un movimiento para impedir el cambio en el 95. Hay un debate y el problema que tenemos en este debate es que la gente no cree que “me va a llegar”. En 1995, cuando se aprobó el cambio a la Ley del Seguro Social, ¿por qué no se movilizaron los telefonistas? ¿Por qué no se movilizaron los electricistas? ¿Por qué no se movilizaron los universitarios? A nosotros en el Seguro Social nos metieron a la cárcel a la Secretaria General de la Sección 32 del Seguro Social. Teníamos cuatro secciones democráticas en el Distrito Federal, metieron a la cárcel a la Secretaria General de la Sección 32 que es el complejo hospitalario que se llama Magdalena de las Salinas, que es donde está Ortopedia, Urgencias, “Gineco”, etcétera, hacia el norte de la ciudad. ¿Por qué no se movilizaron? ¿Qué dijeron los electricistas?, “yo tengo mi contrato colectivo y a mí no me va a llegar”. ¿Qué dijeron los telefonistas? Lo mismo. Porque, los regímenes de pensiones y jubilaciones, yo quisiera recordarles, que ahora están en la mira todos, el del Seguro Social, el del Issste, el de los institutos estatales y los contratos colectivos, que son los tres modelos de protección social del trabajo. Y aquí es muy importante que revisemos y analicemos este debate y qué ha pasado con los sindicatos. Es evidente que los sindicatos charros estuvieron coludidos, pero los sindicatos democráticos o progresistas, ¿por qué no respondieron? Una cosa muy elemental: “a mí no me va a tocar”.

Hoy este foro es muy importante, pero ya tenemos tres o cinco años que a los trabajadores estatales o no les pagan o les han congelado la pensión, en Guerrero, en Chiapas, y están cambiando los regímenes estatales, aquí es el Isssteson, pero en otros lugares es el Instituto Estatal de Pensiones, y están haciendo cambios en las leyes de los institutos estatales de pensiones. La lógica es la que ha planteado el Fondo Monetario Internacional y la OCDE: aumentar las cotizaciones, la edad y reducir los beneficios. Es prácticamente con un manejo privado.

Quisiera también, aunque ahora no podamos hacer una revisión de las experiencias internacionales, les voy a comentar que tenemos una revista que es resultado de un seminario que sacamos el año pasado en Costa Rica, el año pasado también tuvimos en Brasil un seminario, y aquí están las estrategias de cómo pensar localmente para actuar globalmente y al revés, cómo actuamos localmente pensando en una acción internacional, porque hay propuestas, porque ahora el problema no es solamente defendernos de los que nos están atacando. Decía mi abuelita, la mejor defensa es el ataque. ¿Cómo estamos defendiendo los servicios de salud? Estamos demandando que se cubra la plantilla de personal necesaria. ¿Qué significa? Faltan 50 mil plazas en el sector salud para cubrir jubilados, muertos, o los que sean ido. Hace dos años, con el movimiento del “Yo soy 17”, con el movimiento de enfermería, logramos compromisos de que se crearan 33 mil plazas del sector salud, 10 mil en el Issste y 22 mil 800 en la Secretaría de Salud. Algunos compañeros en enfermería decían “estás loco”, “¿cómo, nos están queriendo desaparecer y vamos a pelear porque se creen plazas y se basifique al personal? Bueno, la única forma de ganar el apoyo social es la de decir “vamos a mejorar el servicio”. ¿Cómo mejoramos el servicio? Que la gente tenga acceso oportuno. Una gripe se vuelve neumonía dos meses o tres meses después, y un cáncer, un certificado de defunción. ¿Cómo se resuelve? Con personal, con medicamentos, con material y equipo. Bueno, hay propuestas y necesitamos darles contenido a las propuestas.

En nuestra página electrónica, hubo hace seis años una conferencia mundial sobre los sistemas universales de seguridad social. Los puntos fundamentales que se plantean es retornar a un régimen público de seguridad social donde se establezca la seguridad social como un derecho humano y como un elemento para construir sociedades justas. Un carácter público, rechazando la mercantilización de los servicios. El trabajo como el eje central de la seguridad social. Si no hay trabajo formal, no hay seguridad social. El trabajo precario, el trabajo informal, no genera seguridad social; pero, además, se considera la seguridad social como un mecanismo redistributivo de la riqueza; y finalmente, la democratización de las instituciones y la participación social. Hoy necesitamos que los derechohabientes de la seguridad social participen en la definición de las políticas y en la vigilancia del ejercicio presupuestal, porque la seguridad social es parte de nuestro salario, es nuestro salario diferido. La pensión es lo que estuvimos aportando durante treinta o cuarenta años, y ahora resulta que no hay dinero para pagar las pensiones. Entonces, es importante la participación de los derechohabientes, los jubilados y de los trabajadores de la salud, así como la creación de mecanismos de contraloría social.

Hoy estamos en el marco donde la seguridad social es producto de un pacto social, de una revolución que se establece legalmente y que se incumple por los patrones con la complicidad del gobierno y de los sindicatos. Tenemos 30 millones de mexicanos que no están afiliados a ninguna institución de seguridad social. Esto es responsabilidad del Estado, del Issste y del Seguro Social. Las políticas neoliberales meten al mercado los derechos sociales y, finalmente, hay un ataque a las resistencias sociales que impiden que se apliquen estas reformas. Estas reformas, desde 1992 se comienzan a implementar, pero se querían aplicar desde antes. En el 92 con la imposición del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) se comienza la ruta de la privatización de la seguridad social, las cuentas individuales y el manejo privado del fondo del SAR y el fondo de vivienda.

Quisiera comentar un tema que sería relevante darle seguimiento. Las reformas que se están realizando están siendo acompañadas de las jubilaciones y a la seguridad social. Con la reforma energética, el gobierno no se compromete a seguir pagando las jubilaciones y pensiones, se establece un mecanismo en un transitorio para cubrir una parte de las jubilaciones. Las políticas que estamos enfrentando es el abandono del papel social del Estado, la privatización de los derechos sociales, la ruptura del Estado de Derecho, las políticas focales, la seguridad social ahora aparece como una expresión de una política focal anti-pobreza.

La pensión universal que sí se aprobó hace tres años es para la gente de más de 65 años y que Sedesol sigue aplicando y va a estar incrementando. Esa está aprobada. Lo que no se aprobó es el cambio   Ley del Issste y del Seguro Social donde se establece la “armonización” del régimen de pensiones del Issste y del Seguro Social con la pensión universal. Pero la pensión universal está aprobada, de mil 92 pesos, y se aplica gradualmente en distintos estados. En algunos estados ya se está aplicando mil 92 a los que no tienen seguridad social. Un pleito y una discusión fue, por ejemplo, en el Distrito Federal, los que tienen pensión universal no podían tener seguridad social, entonces, a los afiliados al Issste y al Seguro Social les iban a quitar la pensión universal. Eso se impidió. En el caso del Distrito Federal y en algunos estados, se tiene su pensión y la pensión universal.

Un punto que me parece muy importante para la seguridad social es la precarización y el control del empleo. ¿Qué significa eso de la precarización del empleo? Pues lo que está pasando con el magisterio. La reforma al 3o. constitucional es una reforma de control administrativo-laboral de los docentes, y un tema que me parece muy importante en la discusión de las estrategias son los cambios conceptuales y la imposición de un consenso de la oligarquía. ¿Qué significa eso de los cambios conceptuales? Antes de pasar a la cuestión de los cambios conceptuales quisiera poner en el centro el problema que tenemos ahora que enfrentar. No es el alto costo de las pensiones y jubilaciones, no es el alto costo de los servicios médicos: La crisis del neoliberalismo o la crisis del capitalismo la están tratando de superar con austeridad y deuda, con privatizaciones y la reducción del costo laboral.

Nosotros decimos sí hay dinero para pagar las jubilaciones y para los servicios de salud: El año pasado, la Secretaría de Hacienda anunció que no se pagó o no recibió 680 mil millones de pesos de impuestos de los empresarios, de los grandes empresarios. ¿De cuánto es el presupuesto en salud?, 120 mil millones de pesos. Eso significa que lo que no pagan los empresarios es cinco veces el gasto en salud a la población abierta en todo el país, y representa casi el 230 por ciento del pago de las pensiones y jubilaciones de todo el país. En el caso del Issste son casi cuatro veces la nómina de un millón de jubilados afiliados al Issste.

Sí hay dinero, el problema es que los empresarios no están aportando las contribuciones que sí los trabajadores en activo están obligados a pagar. ¿A alguno de ustedes le preguntan si quiere pagar los impuestos? A ustedes les descuentan rigurosamente entre el 30 y el 32 por ciento del impuesto sobre la renta. Si ganas 10 mil pesos te quitan 3 mil o 3 mil 200 pesos, y te quitan el15 por ciento por contribuciones a la seguridad social. Ahí es más del 45 por ciento de contribución del trabajo. El IVA es el16 por ciento. La mitad del salario de un trabajador se va en contribuciones. Los empresarios no pagan impuestos. ¿Cuánto pagan las mineras? Se habla del 3 al 6 por ciento. Y ustedes no están para saberlo ni yo para contárselos, pero hace unos seis años tuvimos discusión por la aplicación del impuesto a las pensiones. Lo que nos dijeron en la Dirección de Ingresos de Hacienda fue que a los empresarios se les tiene permitido deducir las aportaciones obrero-patronales del impuesto sobre la renta. ¿Cuánto les regresaron ese año a los empresarios por concepto de aportaciones al Seguro Social? 90 mil millones de pesos. ¿Cuánto fue la aportación al Seguro Social en ese año? Fueron 48 mil millones de pesos. O sea, les regresan a los empresarios casi el doble por concepto de aportaciones obrero-patronales. Entonces, sí hay dinero. Esto es muy importante para nosotros porque el núcleo de la discusión no es si es un modelo más, si es 10 pesos más o si es un porcentaje mayor que me cobre de la comisión. El problema de las finanzas públicas es porque quienes deben de aportar impuestos no los están aportando. Esta es una primera parte, la otra tiene que ver con el pago del servicio de la deuda. Para este año son más de 500 mil millones de pesos que se van a destinar a pagar los intereses del servicio de la deuda.

Cuando nosotros llegamos al Issste y les decimos, es que se puede resolver el rezago de la atención médica si funcionan las clínicas de especialidades, los servicios auxiliares de diagnóstico y tratamiento, sábados, domingos y días festivos. En vez de que a un paciente lo atendamos en tres meses se atiende en tres semanas o en tres días, y dicen “no hay dinero”, a ver, ¿cómo que no hay dinero? El problema es cómo se está distribuyendo el dinero. Se están gastando para este año más de 50 mil millones de pesos en la adquisición de medicamentos. Los más veteranos como yo se acordarán que todos los medicamentos venían con los emblemas de SSA, IMSS e ISSSTE. ¿Por qué compramos un medicamento en un dólar cuando lo podemos producir en 10 centavos de dólar? Bueno, es parte del modelo económico, y el problema de la seguridad dice “no hay dinero”, entonces nosotros tenemos que argumentar, sí hay dinero para las jubilaciones y para el servicio médico; entonces, sí hay dinero si se reduce el pago del servicio de la deuda. Hay que hacer una auditoría de las deudas, que es lo que se ha empezado a trabajar en algunos países. En Argentina, ¿cómo se regresa al régimen público de jubilaciones? Se frena, prácticamente, la transferencia de fondos para el servicio de la deuda.

En el tema de las Afores, el problema fundamental es que, mientras que hay una caída de las finanzas públicas, hay un incremento en las ganancias del sector financiero. Las Afores han perdido más de 400 mil millones de pesos de la crisis del 2008 para acá. Un trabajador que tiene un fondo de pensiones de tres millones de pesos, le cobran el uno por ciento en las Afores de Pensionissste o un poco menos. El uno por ciento de tres millones son 30 mil pesos. Si yo tengo un fondo de pensiones de tres millones, con un salario de 18 mil pesos, la expectativa es que me voy a jubilar con siete mil pesos. El banco me cobra 30 mil pesos al año. En 10 años son 300 mil pesos. Cuando discutimos con la presidente de la Comisión de Seguridad Social de Morena, la compañera diputada decía, “es que el problema es el porcentaje”. Nosotros decimos: hay que eliminar el porcentaje del cobro de comisiones y hay que revisar el modelo, no es un problema solamente de porcentajes.

En la reforma energética, el artículo tercero del decreto, dice: “el gobierno federal podrá asumir una proporción de la obligación del pago de las pensiones y jubilaciones en curso”. O sea, no asume el pago de todas las pensiones en curso, sino de una proporción de la obligación del pago. Es frente a lo que se están movilizando ahora los petroleros. Un primer problema, que es muy natural, es decir “yo ya tengo derecho a una jubilación, no me la pueden quitar”. Bueno, un trabajador del sector público ahora tiene que trabajar cinco diez años más porque se estableció una tabla de edad para la jubilación, donde sí se pueden echar para atrás los derechos, y una discusión legal que hubo en la Corte, es que la jubilación es una presunción de derecho. Es un derecho hasta que se reúnen ciertas condiciones.

En términos de todo este proceso de privatización, hace dos semanas o tres, se colocaron en la Bolsa Mexicana de Valores siete mil millones de pesos de Fovissste. Es un proceso lento de transferencia de los fondos de la seguridad social al sector privado.

Se habrán enterado que se aprobó hace dos semanas en la Consar abrir Afores para los niños. Entonces, los jóvenes que se van a casar, o que ya tienen un bebé, pueden generarle su Afore para cuando se jubile. ¿Qué es lo que está atrás de esto? Ahora el tema de la jubilación y la pensión es una responsabilidad individual y depende de lo que tu ahorras tú vas a poder tener un retiro después de dejar toda tu vida en la actividad productiva. Entonces, la primera cuestión es que un derecho social se vuelve una mercancía y se vuelve una responsabilidad individual. Ese es el eje del neoliberalismo que ha estado modificando todo lo que tiene que ver con los derechos sociales. ¿Cuánto tienes? Cuánto te puedo atender en el servicio de salud. La reforma educativa todavía no avanza en su expresión económica, pero el negocio en la educación es la educación universitaria, igual que en el sector salud es la atención hospitalaria. La atención de primer nivel no es negocio, el negocio es en los hospitales. Y el primer cambio para poder imponer estas reformas y quebrar la voluntad de la gente es desaparecer un derecho y volverlo una obligación. Entonces, ahora la jubilación es dependiendo de lo que tú tengas. Y la otra parte es la de la universalización de los servicios de salud. Es un discurso totalmente demagógico y totalmente vacío. Se recorta el presupuesto a salud y dicen que se amplía el acceso a los servicios de salud. Incorporan a siete millones de jóvenes y no cubren las plazas para atender al personal que debe atenderse en el Seguro Social. Entonces, toda esta parte de los discursos para cambiar los conceptos de los derechos sociales como la jubilación, como es la salud, la educación, etcétera. Otro punto relevante, además del cambio conceptual, es confrontar a los jubilados con la sociedad. Tenemos prácticamente 20 años estigmatizando a los jubilados. Los jubilados son los responsables de los problemas financieros o de las finanzas. Ustedes vean todos los análisis de las discusiones del presupuesto: una carga fuerte es el pago de las pensiones y jubilaciones. Igual ha sido con los trabajadores del Seguro Social, luego con los petroleros, etcétera; son trabajadores privilegiados los que tienen seguridad social.

La otra línea que enfrentamos es el ataque a la organización sindical y de los jubilados por parte del gobierno, y la promoción del gobierno de fragmentar la respuesta social. El día 23 de octubre, desde hace cuatro, cinco años, hemos venido haciendo acciones en defensa del derecho a la salud y a la vida. El 7 de abril que es el día mundial y el 28 de abril, el día mundial de la salud en el trabajo, hacemos una campaña y movilizaciones en el sector salud. Aquí, ahora, lo que ha promovido el gobierno es muchos pequeños grupos. Hay un movimiento de “yo soy 17”, se fragmenta y ahora salen 20 pequeños grupos, uno de siete, uno de ocho, uno de diez, que es estimulado por las sociedades médicas controladas por el mismo gobierno, y el otro tema es la discusión de las crisis de las finanzas por el pasivo laboral. 

Bueno, voy a pasar a las estrategias que hemos estado desarrollando en el movimiento. La primera es la disputa del discurso. El primer punto que hemos plateado: sí hay dinero para pagar las jubilaciones y pensiones, pero un tema mucho más relevante es ¿dónde quedaron los fondos de pensiones de los últimos 50 años?, porque ahora, en los últimos 18 años, se han acumulado 2 billones 800 mil millones de pesos, pero 15 años atrás no había un centavo. ¿Dónde quedaron los fondos de pensiones? La discusión con los jubilados de Veracruz, lo que metió el gobernador Duarte, es lo que está entrando responde a un esquema de solidaridad intergeneracional, entonces, lo que entra es con lo que les podemos pagar. Entonces, la discusión que nosotros metimos con los maestros y los jubilados de la Universidad de Veracruz, tu pensión la estás recibiendo porque aportaste 30 o 35 años atrás, no se constituyó el fondo de pensiones y no se establecieron las inversiones de los fondos de pensiones. En 1986-87, cuando se comenzó a discutir el problema financiero del Seguro Social, ¿cuántos jubilados había en el IMSS, afiliados y trabajadores? No llegaba al 5 por ciento. ¿Por qué? Porque, prácticamente, como ahora de la Universidad, ¿cuántos jubilados tenemos?, son los últimos 10 años los que se empiezan a jubilar. Hace 20 años no había jubilados porque eran todos jóvenes, entonces, no se constituyen los fondos de pensiones, pero nos solamente eso, sino que se desvían de distintas formas los fondos. En la Universidad de Guanajuato, hace más de diez años, estábamos en un seminario, con el personal del sindicato académico, y llegó un maestro diciendo, oigan, tengo un problema. Me quería jubilar -ya tenía los 30 años, pero nada más le reconocían 18 años-. ¿Qué pasó? La universidad no le entregó al Issste las aportaciones, pero el compañero tenía los descuentos. Entonces, el problema de la falta de recursos para pagar las pensiones es responsabilidad del Estado. Es responsabilidad y obligación del patrón. Si llegamos a una reunión y les decimos a los jubilados “no hay dinero para pagarles”, y ellos piensan que les pagan con lo que está llegando del presupuesto, pues entre que se depriman y se infartan. Si están conscientes que es una deuda que tiene el Estado, porque estuvo aportando durante tanto tiempo y que colectivamente se hizo un fondo que debió haber dado un rendimiento. Si hoy tuviéramos siete billones de pesos, tendríamos, con un rendimiento del diez por ciento, para pagar tres veces los fondos de pensiones hasta de los ministros de la corte. Ustedes saben que los ministros tienen una modesta pensión, el primer año son 500 mil pesos mensuales y después baja a 480 mil pesos. Bueno, esas son las pensiones de privilegio.

La segunda estrategia es la impugnación jurídica. Aunque no creemos en el poder judicial, tenemos que hacer la lucha en el plano legal. ¿Qué pasó con la reforma a la Ley del Issste? Ahí tuvimos una diferencia con el magisterio en la estrategia de acción. Todo mundo estaba -con todo respeto- muy encabronado con un director del Issste que ahora va a ser gobernador de Veracruz, Yunes, y entonces hicieron un plantón enfrente del Issste, pero ¿cuál era el problema de estar enfrente del Issste?: la discusión del amparo se hacía en la Suprema Corte de Justicia; entonces, el problema de la discusión de los métodos de lucha es estar jugando en el estacionamiento del estadio, o en los túneles, cuando la pelota está en la cancha. Nosotros pusimos en la mesa, en el banquillo de los acusados, a los ministros que, por cierto, había un ministro que era gordito, pero gordito, pero pensiones millonarias para ellos y ellos estaban reduciendo las pensiones.

¿Cuál es el horizonte de las pensiones? El horizonte de las pensiones está establecido ya en la ley. En el Seguro Social es un salario mínimo que es la pensión mínima garantizada, y en el Issste son dos salarios mínimos. Entonces, el tema de la impugnación jurídica, el movimiento en términos de la lucha, me parece que es muy importante dándole el contenido. El otro punto que me parece muy importante en las estrategias es la acción legislativa. En la lucha contra la reforma a la ley del Issste, metimos la discusión en los estados; aquí no recuerdo cómo quedó la discusión, pero los maestros y compañeros del Issste, hubo una reunión de varias organizaciones, pero lo que nosotros promovimos es que en todos los congresos sacar puntos de acuerdo para que se respetaran los derechos adquiridos de los trabajadores. El punto fundamental de la acción legislativa es que los legisladores lleven a la Cámara la voz de los trabajadores. Nosotros hemos logrado que, en la Cámara de Diputados, en las comisiones se abra espacio para que hablen los jubilados o que hablen los compañeros del sector, porque nada más hablan los diputados, y los diputados no saben. La presidente de la Comisión de Seguridad Social, Araceli Damián, es investigadora del Colegio de México, estudia los programas de la pobreza pero de seguridad social no entiende nada. Aquí el tema de la acción legislativa es obligar que los legisladores abran la discusión y antes de votar consulten a la gente. Un representante popular debe de responder. Hoy estamos planteando una consulta para que primero se asegure el pago de jubilaciones y pensiones. ¿Qué significa eso de asegurar el pago de las jubilaciones y pensiones? Pues significa que la nómina de los jubilados se etiquete como gasto no programable. El presupuesto tiene dos renglones: el gasto programable y el gasto no programable. En el gasto programable Hacienda las secretarías de finanzas de los estados, meten la mano, y en el gasto no programable no puede intervenir ni Hacienda ni la secretaría de finanzas de los estados. Entonces, que se etiquete, o sea, yo me voy a jubilar, entonces, me debe el estado de cubrir la jubilación y la pensión, y eso debe de estar como una obligación presupuestal, el pago íntegro.

Segundo, que se recuperen los fondos de jubilaciones y pensiones de las Afores, que se nacionalicen, y está la discusión de la creación de un banco de la seguridad social, no para manejar cuentas individuales, sino regresar al régimen público, solidario, integral y redistributivo, porque ahora con tres billones se podría hacer un tipo de funcionamiento. ¿Qué se hace con los fondos de pensiones? Hay que crear refinerías, es lo que se discutió hace veinticinco. Hay que hacer una industria químico-farmacéutica nacional, hay que hacer una industria automotriz nacional. Nada más en el caso de la industria químico-farmacéutica, nosotros no solamente podríamos aumentar mil por ciento el abasto de medicamentos y ahorrar, generaríamos un trabajo altamente calificado, generaríamos además un desarrollo técnico-científico, y soberanía sanitaria. Ustedes recordarán la influenza porcina, que le cambiaron de nombre por razones políticas y comerciales, pero la influenza aviar es porque en las aves muta un virus por las formas de crianza, el cambio metabólico, hormonal, por los medicamentos que se pone a los animales para que crezcan más rápido, para que hagan músculo más pronto, y eso ha generado los cambios en los virus. Los estudios de la influenza porcina no se hacen en México, se tuvieron que hacer en Atlanta, en Inglaterra y en Canadá. En México exportábamos productos biológicos a Centroamérica, Suramérica, Medio Oriente y África, y desmantelaron los laboratorios nacionales, el Instituto Nacional de Virología, entre otros. Entonces, ¿a dónde irían los fondos de jubilaciones y pensiones? A una inversión productiva que genere empleo, que genere riqueza, que satisfaga las necesidades del ser humano. El problema de algunos expertos es que quieren ver cómo mejoran el modelo, pero este modelo no tiene ninguna forma de mejorar. Necesitamos regresar al régimen público y solidario, integral y redistributivo. Un tema que nos parece muy importante en las estrategias es la alianza con los derechohabientes.

Ahora el tema de las jubilaciones debiera de ser un tema de todo el mundo. Hace un poco, hace como diez años o un poco más en Francia tuvimos una reunión sobre este tema, y al ir a los trenes los jóvenes estaban muy preocupados por el cambio del régimen de jubilaciones y pensiones, lo querían llevar a setenta años, entonces, pues yo tengo veinte años para jubilarme a los setenta años voy a tener que trabajar cincuenta años. Entonces, ¿Cómo abordamos el tema de la alianza de los jóvenes y los viejos? Con el trabajo. El joven no va a estar pensando si se va a hacer viejo. Al joven le interesa tener un buen trabajo. Hagamos que las jubilaciones y la seguridad social se vinculen directamente con un trabajo digno, y el servicio de todos los elementos de la seguridad social: las jubilaciones, la vivienda, entre otros.

Un tema que es muy importante es la vinculación con la academia, que no sea un tema de discusiones superficiales. Individualmente hay ocho o diez compañeros como Gustavo Leal, que trabajan, van y llevan información, pero la academia está ausente. Solamente tenemos el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, donde hay un taller de jubilaciones y pensiones donde está Berenice Ramírez. Hay cinco o seis investigadores que han trabajado durante veinte o treinta años jubilaciones y pensiones. Está la Facultad de Ciencias, hay un seminario sobre jubilaciones y pensiones, y está el Centro de Análisis de Coyuntura de Economía de la UNAM. Sería muy importante, como lo vimos en Veracruz, que se forme un equipo de investigadores para que trabajen conjuntamente con el Frente de Jubilados y las organizaciones que están participando en esta temática.

Para concluir yo nada más comentaría tres grandes líneas de acción que me parece que son lo que hemos estado viviendo. El primero es que hagamos los esfuerzos por que se visualice la problemática. Hoy hay una serie de paros en Veracruz, en hospitales porque no les pagaron el salario. No actuemos hasta que pasen los problemas, hagamos las acciones antes. No esperemos a que desaparezcan el décimo transitorio y el décimo primero, y vinculen el pago de las pensiones con el presupuesto. Actuemos anticipadamente. ¿Por qué nos movemos en octubre y en Abril? Porque en octubre se discute el presupuesto y hay el espacio para discutir las reformas legislativas. O sea, necesitamos actuar con oportunidad política, y para eso tenemos que hacer la visualización antes de que se apruebe. Entonces nosotros comenzamos cuando se presenta la iniciativa, pero ya teníamos tres años movilizándonos en contra de la reforma al cuarto constitucional, y el cambio a las jubilaciones y pensiones que el Fondo Monetario tiene diez años recomendando, así como la OCDE. La recomendación de estos organismos internacionales es: ahorra para pagar tu pensión, pero para que tengas una pensión más o menos decente necesitas tener del veinticinco al treinta por ciento de tu salario de contribución.

Entonces, el segundo punto es: necesitamos legitimar las demandas. Hoy la lucha por ejemplo por la basificación en el sector salud aparece como un conflicto entre los trabajadores precarios del seguro popular y los trabajadores que tienen base, y la discusión del apoyo a los jubilados, dicen, es que son los que se están llevando el dinero. Entonces, tenemos que hacer legítimas las demandas de la jubilación y el derecho a la salud de todos, con toda la explicación ya que la gente no cree que se está privatizando. Hay compañeros en el sector salud que ahora que está privatizado el servicio de laboratorio, está concesionando con nuevas formas el servicio de laboratorio, dicen “no, es que esto no es privatización”, porque están pensando que con la privatización dice un letrero “Se vende y se compra”. Es la mercantilización. Ahí hemos tenido un rezago en la explicación de por qué se está privatizando y, en otro punto muy importante, ¿por qué es mejor lo público que lo privado? En el caso de salud es mucho más sencillo. El criterio de atención médica en un hospital privado es la ganancia. El criterio de atención en un hospital público es el problema de la salud, y las determinantes son las condiciones en que se trabaja. Pero se ha generado una campaña de que el servicio privado es mejor, pero cuando no les alcanzan a resolver el problema se van al sector público, y tenemos un porcentaje grande. El caso más ejemplar de lo que es el sector privado es Estados Unidos. Hay una película que se llama Sicko, de Michael Moore, en donde habla del sistema de salud de Estados Unidos, que es terrible porque el sistema es privado.

Y finalmente, necesitamos organizar la protesta. Creo que la organización de la protesta la tenemos que hacer en términos y en las condiciones, hoy necesitamos revisar la organización y las formas de participación en términos generales, y frente a eso creo que necesitamos repensar el sindicalismo, estamos con un sindicalismo que ha sido golpeado por el modelo neoliberal, pero también ha sido golpeado por la precariedad del pensamiento, no hemos puesto el centro de la atención de los sindicatos en la discusión de lo que es la revaloración del trabajo. Tenemos más de cien años de que se estableció la jornada de ocho horas en el trabajo. Hace cien años, un poco más de cien años ¿En cuánto tiempo se producían cien zapatos? Ahora en menos tiempo, con menos esfuerzo y con menos costo se producen más satisfactores. La revolución técnico-científica no ha sido para satisfacer las necesidades humanas. Hoy un tema del sindicalismo es la redistribución de la riqueza, la redistribución de la riqueza modificando el empleo con la reducción de la jornada laboral. Todavía en los 90 la discusión internacional frente a la crisis era la reducción de la jornada de trabajo. Hoy lo que tenemos es una mayor concentración de la riqueza a costa del empleo y del salario, y el sindicalismo no está actuando sobre este terreno con los trabajadores en activo y menos sobre los jubilados. Hoy este esfuerzo que me parece muy importante que se está comenzando a hacer, es abrir un espacio para que los jubilados tengan un lugar y un papel protagónico en la defensa de los derechos sociales de los activos y de los mismos jubilados.

Terminaría con una perspectiva que también es muy importante, que es la acción internacional. Hace una o dos semanas en Brasil hubo una jornada en defensa de las jubilaciones y pensiones. El nuevo gobierno está continuando con lo de Lula pero está planteando la reducción de las jubilaciones y pensiones. En ese sentido es muy importante que pudiéramos ir estableciendo campañas comunes en defensa de las jubilaciones y la seguridad social.


martes, 1 de febrero de 2022

Jubilados, ¿molestos o invisibles?

 

“Te aconsejo que sigas viviendo solo para enfurecer a aquellos que pagan tus rentas vitalicias. Es el único placer que me queda” (Voltaire).

 

Los recientes sucesos en el Ayuntamiento de Hermosillo referidos a la protesta de los trabajadores pensionados y jubilados a quienes se han suspendido derechos adquiridos de manera unilateral y autoritaria, so pretexto de ahorros y con la complicidad de la dirigencia sindical, llama la atención y realmente indigna.

Forma parte de la narrativa discriminante que sostiene que los jubilados y pensionados no son trabajadores y no tienen nada que ver con el Ayuntamiento porque ahora es el ISSSTESON quien los tiene en la nómina.

Se olvidan de un pequeño detalle: la jubilación no se da por generación espontánea, no es un truco de magia en donde el mago-dirigente sindical o titular de la dependencia se saca del sombrero a un jubilado, así, de la nada. La realidad es distinta, supone el ingreso de un trabajador y una vida entera de trabajo al servicio de la institución, para que después de tres décadas, o poco más, se cumplan los requisitos exigidos en la ley del ISSSTESON y el trabajador pueda recibir su dictamen de jubilación y gozar de los beneficios de la seguridad social.

En otras palabras, resulta verdaderamente absurdo que se diga que la institución (la que sea) no tiene nada que ver con quien se retira una vez cumplidos los requisitos de ley, ya que no se puede explicar la jubilación o la pensión por edad o incapacidad, sin una relación laboral previa, condición indispensable para la jubilación.

Aquí es importante recordar lo que señala el artículo 123 constitucional relativo al trabajo y la previsión social, que en su fracción XXIX establece el seguro social, que comprenderá “seguros de invalidez, de vejez, de vida, de cesación involuntaria del trabajo, de enfermedades y accidentes, de servicios de guardería y cualquier otro encaminado a la protección y al bienestar de los trabajadores, campesinos, no asalariados y otros sectores sociales y sus familiares”.

Las entidades federativas tienen la obligación de observar la aplicación de las leyes del trabajo en sus respectivas jurisdicciones, según lo establece la fracción XXXI del artículo referido, lo que permite que los derechos de los trabajadores locales queden a salvo y asimismo gocen de los beneficios de la seguridad social.

En este punto, cabe recordar que los trabajadores al servicio del Estado y organismos afiliados, como es el caso de la Universidad de Sonora (UNISON), ayuntamientos, entre otros, cuentan por ley con la seguridad social que proporciona el ISSSTESON.

La Ley 38 del ISSSTESON permite la afiliación de organismos mediante convenios, cuestión que, como en el caso de la UNISON, detalla los derechos y obligaciones de las partes firmantes y proporciona cobertura tanto a los trabajadores activos como a los jubilados y a sus familias.

Sostener la peregrina idea de que un jubilado no tiene nada que ver con la institución a la cual dedicó su vida laboral es tan ridículo como creer en la generación espontánea en biología o en la cuadratura de la Tierra. La jubilación es consecuencia de la vida laboral llegada al término, y resulta del reconocimiento de los derechos del trabajador en material de seguridad social tutelada por el Estado.

En este contexto, la existencia de los sindicatos es muy importante para la defensa de los derechos laborales y sociales de los trabajadores, donde la palabra “solidaridad” debe escribirse con letras mayúsculas, aunque tenemos casos en los que el principal agente discriminador y promotor de la exclusión de los pensionados y jubilados es el propio sindicato, al defender la política de ahorro patronal a costa del bienestar de sus agremiados.

La democracia y la solidaridad sindical se pierde en el momento en que las dirigencias discriminan, marginan o excluyen a parte de sus agremiados, con lo que los principios y valores de la organización son traicionados y, por ende, negada la propia finalidad y la justificación social del sindicalismo.  

En el Ayuntamiento de Hermosillo los trabajadores jubilados y pensionados son privados de derechos adquiridos, a ciencia y paciencia de su sindicato, mientras que en otras organizaciones existen indicios de discriminación y exclusión para los trabajadores que ya cumplieron su antigüedad en el servicio y pasan a retiro, en abierta violación del párrafo quinto del artículo 1o. Constitucional.

En el caso de los académicos jubilados pensionados de la UNISON, es conocida su lucha por recuperar el beneficio del fondo mutualista del cual fueron excluidos unilateralmente en el momento de su jubilación o pensión, porque “el fondo no se pensó para jubilados”, ignorando las aportaciones que realizaron durante su vida laboral (¿complejo de Dorian Grey?).

En conclusión, la jubilación es una garantía social protegida por el derecho, y que el Estado tutela en el marco de la Seguridad Social consagrada en la Constitución y leyes relativas.

El sindicalismo debe entender que la protección gremial es un imperativo categórico y no una opción determinada por el capricho y las interpretaciones mañosas o sectarias de los documentos básicos como puede ser el propio Estatuto sindical o el Contrato o Convenio Colectivo de Trabajo pactado con las autoridades.

Recordemos que los derechos ni se negocian ni se compran ni se renuncia a ellos. Los derechos adquiridos se reconocen y defienden.