Notas Sueltas es un espacio de opinión sobre diversos problemas de carácter social, económico y político de interés general. Los comentarios pueden enviarse a: jdarredondo@gmail.com

jueves, 27 de noviembre de 2008

Adios, Artidoro


El día de ayer por la noche, murió a consecuencia de un infarto al miocardio el Licenciado en Economía y Maestro en Administración, Artidoro Lagarda Núñez. Está siendo velado en la Funeraria Lourdes de su natal Navojoa.


Artidoro fue uno de los integrantes de la generación 73-78 de la licenciatura en Economía de la Universidad de Sonora, y durante su diversificada vida profesional navegó por las aguas de la docencia en el nivel superior y medio superior, en las estructuras administrativas del sector educación, en la vida política de su municipio y en las tertulias que reunieron a intelectuales, hombres de empresa y políticos, siempre con gracia, con la desenvoltura del hombre de bien que sabe ser amigo, cordial compañero y generoso ser humano.


Extrañaremos a Artidoro, navojoense de prosapia, sonorense non, amigo entrañable y buen padre de familia. Deseo fervientemente la pronta resignación y consuelo a su familia, esposa e hijos, a sus amigos cercanos, a quienes lo quisieron y apreciaron en su dimensión personal y profesional. Deseo, sobre todo, que su recuerdo perviva en nuestros corazones, como parte de una generación de economistas sui generis, de esos que no se venden, que sonríen a la vida, que se van con elegancia y dignidad cuando la muerte, mujer al fin, reclama su presencia.

¡Hasta siempre, amigo Artidoro!

martes, 25 de noviembre de 2008

Adiós, Pancho


Ayer, 24 de noviembre, a las 6:00 horas, falleció el profesor universitario Francisco (Pancho) Javier Durazo Robledo. Pancho fue maestro de tiempo completo del Departamento de Contabilidad y ocupó el puesto de coordinador ejecutivo de la ECA en el período 1989-1992, pero fue, sobre todo, un buen amigo a quien es preciso reconocer su calidad humana y lealtad.

Los amigos que deja, en el ámbito profesional y personal, sentimos su pérdida y deseamos resignación y consuelo a su esposa, hijos y familiares. Que en paz descanse un universitario ejemplar, quien a pesar de estar gravemente enfermo estudiaba afanosamente su doctorado. Deja una tesis doctoral inconclusa, pero el recuerdo de una vida plena. Que en paz descanse el buen amigo Pancho.

domingo, 23 de noviembre de 2008

APEC-PERÚ 2008


La Cumbre de Apec 2008 en Perú, es lo que se podía esperar en tiempos de crisis: una reedición del Consenso de Washington en cuanto sus efectos políticos regionales, que marcan la vocación colonial de los países periféricos al insistir en la subordinación de sus intereses económicos nacionales a los de Estados Unidos. La reciente reunión del G-20 en Washington, ahora con la presencia de España, simplemente remarcó el papel de la periferia en relación al centro hegemónico internacional en materia de economía y finanzas.

Llama la atención la reiterada defensa del libre comercio y el repudio a medidas de carácter proteccionista, aunque de ellas dependa la posibilidad de industrializar a los países periféricos y permitir el desarrollo de economías más independientes y resistentes a fenómenos macroeconómicos y sociales como los que actualmente se expresan en la actual crisis internacional cuyo epicentro es Estados Unidos.

Felipe Calderón, remedo presidencial mexicano, se lanzó como portavoz de una nueva edición de las cadenas institucionales que atan a la pobreza a nuestros países. Su postura revela la utilidad de la manipulación de la ignorancia en materia económica y política que el imperialismo quiere conservar, como condición de sobrevivencia de un sistema económico basado en la desigualdad y en la exclusión. Triste papel de México en el concierto de las naciones que luchan por su libertad e independencia.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Sin memoria

Con el argumento de evitar “puentes”, algunas fechas históricas pasan olímpicamente al cesto de la basura burocrática para ser sustituidas por productos anodinos de un eficientismo sin mucha justificación. El tradicional desfile del 20 de noviembre, sufre la podadora burocrática y se convierte en una fecha y evento sin mucha trascendencia.

El solo recuerdo de las luchas del pueblo mexicano contra la oligarquía terrateniente y el dictador Porfirio Díaz, parece provocar dolores estomacales a la actual clase gobernante emanada del neoliberalismo. Los gobiernos neoliberales en México han tratado con relativo éxito de difuminar la línea divisoria entre el espacio público y el privado, desnaturalizar al Estado y transferir muchas de sus funciones al mercado, en condiciones que desmienten el carácter social de la economía y la buena práctica económica previa a las instituciones de Washington, tras la segunda guerra mundial.

La desmemoria convertida en estrategia de dominación, permite que los gobiernos en la órbita imperial desarticulen la cultura local y los valores que dan unidad de propósitos a los planes y programas de gobierno como la acción del Estado en la economía y la política nacionales. La transnacionalización de la economía y la política supone un elemento de sustitución cuyos costos pueden ser fatales para la soberanía nacional y el desarrollo de los pueblos bajo sus propias expectativas de progreso.

La pérdida de identidad nacional aparejada al sentido de sus transformaciones, genera un producto manipulable que, por la fuerza de atracción que ejerce el polo dominante de la economía mundial, permite la difusión de supuestos que nos persuaden de que la vida como colonia agro exportadora es mejor que la de ser un país independiente con una industria incipiente, deficiente, poco competitiva pero propia y en vías de mejorar, merced al esfuerzo nacional.

En el caso particular, desde el tiempo de Carlos salinas de Gortari, se ha visto cómo se ataca sistemáticamente la memoria histórica de México, cómo el pragmatismo lleva al gobierno federal a un cambio de fechas en las conmemoraciones de hechos históricos fundamentales para el país. Se instaura un estilo de gobierno apegado a los designios de los organismos financieros internacionales y la ilusión de la modernidad dependiente termina por ser ruta y destino.

El día 20 de noviembre, aniversario de la Revolución mexicana que abatió la dictadura y sentó las bases del México de las instituciones que terminaron con el caudillismo y recuperaron el dominio de la nación sobre sus recursos naturales, es una fecha molesta para los agentes del imperialismo. La conmemoración del aniversario de la Revolución termina siendo políticamente incorrecto, en una nación a expensas de la inversión extranjera directa, la instalación de maquiladoras, la desindustrialización al tiempo que se pactan acuerdos lesivos para el comercio, la agricultura y otros importantes rubros de actividad económica; todo, gracias al prurito modernizador que deja de lado el progreso a cambio de las migajas que la cooperación internacional en condiciones de desigualdad, se empeña en sostener el gobierno de la derecha.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la Alianza para la Seguridad de América del Norte, son instrumentos que, junto con el llamado Plan México o Iniciativa Mérida, así como el aún no concretado Plan Puebla-Panamá, cierran el círculo de la dependencia y la calidad de patio trasero de Estados Unidos. Acuerdo o tratados que hasta la fecha no han aportado nada más allá de una absurda perspectiva de neocolonialismo explotador. La relación armoniosa entre tiburones y sardinas no puede ser concebida como posible, salvo por los efectos enajenantes de una ideología depredadora.

El 20 de noviembre debe ser conmemorado en su fecha justa, en la coincidencia onomástica del momento histórico cuyo contenido dio origen a las instituciones fundamentales del país. El colocar la celebración en cualquier hueco burocráticamente conveniente, termina por afectar el nervio, la sustancia de una gesta que debe ser recordada como ejemplo de determinación y altura de miras. Se trata de un movimiento popular que dio origen a la Carta Magna de la nación, documento que es ejemplo de justicia social y del que emanan las leyes que el Estado neoliberal quiere borrar.

martes, 18 de noviembre de 2008


Aunque usted no lo crea, en el Departamento de Economía, con la idea de celebrar el aniversario 38 de la fundación de la primera escuela de Economía en el Estado, se instaló un mariachi y una mesa con pastel y demás, desde las ocho de la mañana. Parece que las autoridades no se ponen de acuerdo en dos temas: respetar los horarios de clase y dar espacio a las celebraciones.

A pocos días de terminar el semestre y habiendo aún actividades de docencia que exigen la presencia y atención de los estudiantes, ¿por qué se propician eventos que necesariamente distraen a los estudiantes y profesores de sus obligaciones? ¿Será posible que a nadie se le ocurra que tener música a la puerta de las aulas afecta las labores cotidianas? ¿Tendrá justificación el no buscar un horario adecuado para el festejo, salvando el tiempo que corresponde por programa al cumplimiento del plan de estudios? ¿Cuál será realmente la posición de las autoridades respecto a la calidad educativa? ¿Tendrá sentido el mantener a un policía escolar, mal llamado prefecto, para que vigile el cumplimiento de los horarios, si la propia autoridad permite distractores cuyo producto inical es el ausentismo en las aulas?

domingo, 16 de noviembre de 2008


Según nos ilustra el señor secretario de comunicaciones y transportes del gobierno de Calderón, Luis Téllez, el avionazo en el que murieron varias personas y el secretario de gobernación Mouriño, se debió a la impericia de los pilotos al enfrentar una turbulencia. Se da carpetazo a la hipótesis del sabotaje, como a la de la falla mecánica producto de un deficiente mantenimiento en empresa gringa. Cae por tierra lo reprobable de la concesión a particulares de servicios que debieran estar a cargo de personal calificado mexicano. Cae también por tierra la calidad aeronáutica del jet ejecutivo en el que viajaban, para convertirse en un medio inseguro como una hoja de papel al viento.

Por obra del sesudo análisis efectuado en tierras del tío Sam, cae por tierra también el supuesto de soberanía nacional en asuntos del espacio aéreo y lo que en él ocurra, ya que hubo que solicitar la intervención extranjera en la elaboración de la más increible de las explicaciones, muy al estilo de la basofia que dejan caer en las mentes de los ciudadanos gringos las mil y una agencias de inteligencia dedicadas a la manipulación de la ignorancia y candidez ambientes. Con esto, tenemos estupideces de primer mundo que pasan por resultados de investigaciones que pudieron serlo y no fueron. Tenemos, entonces, más muertos bajo la alfombra.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Obama



Se confirma el triunfo de Barak Obama, afroamericano hijo de inmigrante keniata. El grito de capaña fue Change! (cambio) que permite suponer que el del presidente número 44 de Estados Unidos será el gobierno del cambio.


Si como en México, la gente votó por el cambio, debiera concederse que en realidad lo hizo por hartazgo de una política y un partido que había fallado a las expectativas de bienestar de la gente común, la que va a la guerra a defender alguna abstracción como la democracia y la libertad, como es entendida en USA, y que sirve de carne de cañón para satisfacer los pujos imperiales de un gobierno genocida.


Cuando en México se votó por Vicente Fox, inaugurando el "gobierno del cambio", lo atípico del presidente electo se volcó pronto en las páginas de los periódicos como una comedia de enredo, una burla permanente a la investidura presidencial y un océano de insatisfacción, aparejada a una de las más grandes escaladas de violencia y corrupción de que se tenga memoria. Hoy con su sucesor Calderón, la violencia recorre territorios ignotos e, imparable, se erige norma y estilo de vida.


Barak Obama, el hijo de inmigrante negro, ofrece otra imagen en un contexto en el que el racismo y la discriminación han sido estilo de vida, norma que excluye y que constituye destino. Un afroamericano demócrata que parece tener la intención de corregir el rumbo, de hacer el gobierno del cambio, en un país caracterizado por la rapiña imperial contra Latinoamérica y otras regiones; un país que impone su idea de democracia a costa de la destrucción de cultura e identidad, de manipular la beneficencia a cambio de apoderarse de las riquezas presentes y futuras de otras naciones; un país que corrompe sistemáticamente a los politicos y empresarios propios y extraños, cerrando el círculo de la dominación mundial, capaz de arrastrar al mundo a las profundidades de su propia crisis.


Si bien es cierto que la victoria de Obama contra el republicano McCain es importante, debe considerarse solamente como una cuestión de matiz: de la negrura de la política republicana a los tonos de gris de los demócratas, respecto a la forma de administrar el imperialismo en el sufrido planeta en que vivimos. Bienvenido Barak Obama, por oposición a la basofia republicana, aunque, después de todo, Obama es gringo y defenderá los intereses del país-pesadilla que tenemos por vecino.

La ley de gravedad


El revuelo que tuvo su epicentro en el DF, pronto trascendió las fronteras de Chilangotlán y abarcó la república entera: en el avión jet ejecutivo que, alrededor de las 6:42, hora del centro, se había desparramado en el pavimento, iba el Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, quedando en calidad de fragmentos madrileños flotando en las etéreas regiones de la duda política; también fallecieron sus acompañantes y la tripulación. Las consecuencias fueron desastrosas: muchos vehículos y tranquilos ciudadanos quedaron afectados por el siniestro, heridos por algún fragmento metálico o de plano víctimas del fuego producto de la combustión de la aeronave y los automóviles por ella alcanzados.

El joven funcionario calderonista, de quien se cuentan múltiples hazañas en materia de tráfico de influencias, aprovechamiento del cargo público para enriquecimiento personal y familiar, se encontraba lidiando con las noticias de enriquecimiento súbito y opaco de su señor padre, Carlos Mouriño, a quien la PGR había intentado favorecer promoviendo un amparo para que se le echara tierra al asunto. Ambos, padre supérstite e hijo, a partir del día 4 de noviembre, difunto, lograron acaparar la atención internacional por la manifiesta habilidad para los negocios con cargo, finalmente, al erario nacional.

En su mensaje a la nación, Felipe Calderón, el compungido especialista en ingresos por la parte trasera de los recintos oficiales, prácticamente lo declaró ejemplo a seguir e inspiración para las futuras gestiones y acomodos, de cara a un panismo con demostrada facilidad para arrastrar cobijas que hoy sufre la pérdida de uno de sus activos y, según se sabe, frustrado tránsfuga del poder Ejecutivo al Legislativo, para regresar al Ejecutivo en ocasión de la elección presidencial del 2012.

Por otra parte, la novedosa victoria de un afroamericano en la patria del racismo y la discriminación, resulta ser una gota definitiva en el derrame del vaso del conservadurismo de Washington. Esto último y la lucha contra el narcotráfico, verán otros escenarios en Iberoamérica y, en particular, México.

Si bien es cierto que la muerte de cualquier ser humano es lamentable, también lo es el hecho de que las circunstancias de la muerte del Secretario Mouriño, abren los anchurosos cauces de un replanteamiento de la política nacional, aunque se corre el riesgo de que se justifique, o pretenda hacerlo, la criminalización de la protesta pública, la disidencia en cualquiera de sus formas y la represión. La sola sospecha de un atentado, abriría la puerta a la procuración de la justicia, pero también a la persecución de actores políticos ajenos a la violencia criminal, hasta ahora imbatible por el gobierno.

La actual administración pública federal, padece de una ineficiencia profunda, un pragmatismo feroz y una escasa capacidad de respuesta, ante hechos que ponen en riesgo la estabilidad de la nación. Lo preocupante del asunto, tragedias personales aparte, es la exacerbación del potencial autodestructivo de que ha hecho gala el Estado mexicano, durante la ridícula epopeya del neoliberalismo de guarache.