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viernes, 2 de octubre de 2009

2 de octubre


Los años pasan y nos quedamos apagados, compartiendo una soledad que de tan sola se muere de tristeza, y es que no tiene memoria, cayó víctima de Alzheimer social, político y económico. Los ciudadanos, sobre todo los jóvenes y los más viejos son, ahora, las víctimas de la marginación en todos los ámbitos, incluso sus ahorros producto del trabajo de muchos años serán, según el propósito del gobierno, asignados a las empresas privadas para que hagan con ellos el trabajo que mejor saben hacer: recuperarse transitoriamente, gastar con holgura, desviar fondos y caer en insolvencia de nueva cuenta para que el gobierno, otra vez, los rescate por ser "generadoras de empleo".

En 1968, la sangre joven corrió por las calles de la ciudad de México, víctima del autoritarismo diazordacista. Hoy, a 41 años de distancia, los jóvenes y los viejos padecen del autoritarismo y la depredación económica, quedando desprovistos de esperanza, de un futuro digno de ser vivido.

Como es natural, la amnesia colectiva producto de la manipulación ideológica, permite a duras penas conservar la ilusión de que el sistema económico es bueno y que es cosa de perseverar, pero cuando pasa el tiempo y el salario no alcanza, y los ahorros decrecen y ahora son amenazados con su desaparición por obra y gracia de la Bolsa de Valores, la memoria hace falta como el ancla que nos estabilice en las oleadas de desinformación que emite el gobierno.

El nuevo autoritarismo es un populismo de derecha, que agrede sistemáticamente a los trabajadores, a las familias, a los jóvenes estudiantes y trabajadores, al quitarles el futuro, al cancelar la esperanza, a morir de tristeza en medio de la nada.

Un antídoto es la historia, otro que la complementa es la acción presente por el futuro. Mientras que la primera recupera la identidad del ciudadano y su dignidad de ser humano, la segunda lo fortalece y reafirma como ser político, como intelectual, como obrero de las transformaciones necesarias en nuestra ruta hacia otra historia, otro destino y un mejor futuro, obra de todos y de cada uno.

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