
La Universidad de Sonora celebró el día del maestro sin pena ni gloria. Es natural que esto suceda cuando los actos oficiales dejan de ser consecuencia de un sentimiento socialmente compartido, de suerte que terminan vaciándose de contenido y queda sola y abochornada la forma, la apariencia, la cáscara patética que no disimula su abandono.
El año 2008 representa el fin de un engaño y el enfrentamiento con la realidad, tal cual es, en lo que corresponde a la credibilidad sindical. Los maestros habrán de abordar la construcción de un sindicalismo auténtico, o renunciar a derechos históricos.
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