Nuevamente el mundo ocidental da en convertirse en víctima de seres perversos que, desde el subdesarrollo, solamente atinan a cometer actos de piratería ante el horror y desesperación de gringos y europeos ya declarados víctimas potenciales de aquéllos. Recientemente, el presidente Obama se anotó un triunfo contra la piratería somalí al rescatar a un heróico capitán que estaba en calidad de rehén, pero ese triunfo tiene otra cara, otra lectura que no favorece necesariamente a occidente: Somalia es un país africano sumido en la miseria y el caos, provocados por la influencia gringa y europea, en donde barcos occidentales descargan basura nuclear y arrasan con la pesca, dejando a los nativos a merced del hambre y la desesperación. La piratería somalí es simplemente un mecanismo de defensa de su mar territorial, tomado como coto de pesca de las potencias occidentales, y como basurero de desperdicios industriales, dejando su estela de enfermedad y muerte.
Al parecer, el gobierno de Obama sigue justificando la depredación y la piratería occidental contra los países de la periferia. Llama piratas a las víctimas de la explotación y declara héroes a los verdaderos piratas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario