En lo que va de mayo, hay ocurrido algunos sucesos preocupantes, según el decir de algunos sonorenses que opinan sobre las febriles oquedades de los micrófonos y las porosas páginas de los periódicos. Así, tenemos que, tras el desangelado 10 de mayo, se nos atravesó entre ceja y oreja el no menos gris día del maestro, menguado y tristón por las paradojas del sistema educativo nacional, que busca niveles de excelencia, de calidad basada no en las verdaderas capacidades de los maestros y los estudiantes sino en las recetas que emiten cada tanto las agencias económicas internacionales: FMI, Banco Mundial, OCDE, por decir algunas claramente identificadas con los esquemas obligatorios de depredación internacional. La figura destacada fue el profesor Othoniel Ramírez quien habló claro y llamó rata, ladrón o algo parecido al dirigente sindical del gordillismo que formaba al lado del risueño titular panista de la SEC, profesor Ochoa Patrón, en el acto de entrega oficial de papelitos conmemorativos.
Quizá lo que más llamó la atención y obligó a la clase política a opinar fue la vuelta a escena de Diego Fernández de Ceballos, que reingresa por la puerta grande a las páginas periodísticas tras la noticia de su desaparición, que se supone forzada, es decir, involuntaria, según se ha especulado hasta la náusea. Que encontraron su lujosa camioneta cerca del no menos lujoso rancho, que encontraron rastros de sangre que corresponden al tipo del desaparecido, que la familia llama a negociar, que el abogado Fernández de Ceballos en una ocasión declaró no temer a la muerte, que el santo inquisidor F de C llamó a quemar en la hoguera las pruebas del fraude electoral del 88, que defendía clientes dudosos, que litigaba valido del tráfico de influencias contra el propio gobierno nacional siendo representante de uno de los poderes de la Unión, que… En fin, que el gobernador panista del estado de Sonora, Guillermo Padrés Elías se declara preocupado por el asunto del ex-senador que no aparece ni por veredas ni rincones.
Desde luego que la presunta desaparición de un personaje político ligado a algunos de los acontecimientos más vergonzosos de la historia contemporánea nacional, no puede ignorarse. Pero la preocupación que expresan algunos actores políticos da para pergeñar algunas suposiciones.
Al revisar algunas páginas electrónicas con espacios donde se recogen opiniones de los lectores, se encuentran muestras de una opinión pública bastante adversa a los políticos del panismo que navega con la bandera neoliberal. Así, por ejemplo, alguien sentencia que eso pasa por meterse con la esposa del Chapo Guzmán; otros sugieren que la búsqueda contemple la cama del político desaparecido, recordando el extraño giro que dio el caso de la niña Paulette. Algunos otros señalan que eso pasa por ser defensor de narcos, otros simplemente dicen que “algo haría”, sin faltar los que afirman que el que la hace, la paga. Por otro lado, menudean los chistoretes que afirman que los secuestradores han enviado una nota pidiendo que ya se junte el rescate porque no lo aguantan; otros ironizan cuando ven el presunto secuestro como una muestra del nerviosismo del crimen organizado ante los avances de la justicia calderoniana, mientras que, opinantes más convencionales, se unen al coro que reclama mayor seguridad para los políticos, sin que falten otros que afirman la ausencia de necesidad de medidas extraordinarias.
Pero, “haiga sido como haiga sido”, Calderón recibe muestras de solidaridad en su gira por España, en la que nuevamente pintó un México color de rosa, pivote de la recuperación internacional y esperanza de las trasnacionales que actúan como actuaban los viejos corsarios ingleses al servicio de su graciosa majestad Isabel I: asaltando a quienes se atraviesan y afincando el poderío de Europa, en la actualidad con el fuerte impulso de Estados Unidos, en una nueva conquista de los espacios económicos de América, pidiendo como lo hicieron, más flexibilidad en materia de infraestructura, energía y telecomunicaciones, las tres razones poderosas del acercamiento del primer mundo con América Latina y el Caribe.
Así las cosas, mientras que el gobernador de Sonora se preocupa por la desaparición del político queretano, el mundo es escenario de una nueva oleada neoliberal, México se prepara a ser un nuevo escenario de depredación trasnacional y Sonora lo hace al aportar su cuota de depredación al tronar empresas pequeñas y medianas so pretexto de concesionar la hechura de los nuevos uniformes escolares, que bien pudieran haber sido elaborados con la concurrencia de todos los negocios tradicionalmente participantes y tan solo con la emisión de vales canjeables, a disposición de los padres de familia. Y claro, también es preocupante la declaratoria de que el agua del Yaqui puede desperdiciarse sin problemas, así como dedicarse a segundos cultivos aunque sean económicamente inviables.
Sin que diga que el plan Sonora SI es lo último ni lo único, resulta más que clara la necesidad de una mejor distribución de los recursos, un uso más racional de los mismos y la desaparición de cotos de poder regional sobre los recursos naturales de que el estado dispone.
Notas Sueltas es un espacio de opinión sobre diversos problemas de carácter social, económico y político de interés general. Los comentarios pueden enviarse a: jdarredondo@gmail.com
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