El día de las madres siempre permite recuperar algunos episodios archivados en la memoria, particularmente relevantes en lo personal. Por ejemplo, la relación entre el concepto “madre” y “patria”, fundiéndose la perspectiva social e histórica con el origen de la vida personal de quien rememora. Celebramos a la madre, desde la humilde convicción de que somos hijos, producto de la relación paterna, formados en el vientre de la madre y amamantados por ella, protegidos, amados y educados por ella, como transmisora de los valores y principios de nuestra cultura familiar y social.
La patria, en cambio, nos ata a la historia, a la cultura, a las costumbres, al pasado común como sociedad organizada políticamente. Nos ata al territorio y nos hace sabernos parte de una población que tiene un destino común, del que, en una u otra forma, todos somos responsables.
Madre y Patria son, hoy por hoy, los ejes de nuestra vida en términos de pertenencia afectiva, de ideal moral, que nos protege y defiende en la medida en que lo protejamos y defendamos cada día, sin perder la memoria, sin dejar de perseverar en el esfuerzo individual y colectivo de seguir siendo mexicanos, es decir, de seguir reconociendo lo que somos, lo que debemos ser.
El día de las madres nos permite recuperar la memoria de lo que somos, de nuestro origen, de nuestro destino, de los valores que debemos defender y respetar. ¡Felicidades!
Notas Sueltas es un espacio de opinión sobre diversos problemas de carácter social, económico y político de interés general. Los comentarios pueden enviarse a: jdarredondo@gmail.com
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