Ahora que está de moda el tema de la
legalización de la marihuana ofrezco al curioso lector algunas posibilidades de
interpretación que, aunque no abordadas exhaustivamente, sirven para ilustrar
el caso.
Si bien es cierto que el tema es
inagotable, creo que se debe ver desde el punto de vista de las trasnacionales:
Monsanto, gigante agroalimentario que produce veneno comestible para “abatir el
hambre” internacional, se ha empeñado en abrir ventanas de oportunidades a no
pocos empresarios “modernos”, de suerte que ya se oyen voces defendiendo el
cultivo y la comercialización de la yerba.
En México es ya anecdótica la capacidad emprendedora de Vicente Fox,
quien convirtió en patrimonio familiar la presidencia y ahora, en contacto
directo con empresarios gringos, se empeña en dar el golpe económico mediante el
cultivo y comercialización de este enervante que, como ha trascendido, no tiene
nada de inocuo (ver liga: http://www.urgente24.com/217145-cripa-marihuana-transgenica-adictiva-y-cancerigena).
Los argumentos a favor no tienen
desperdicio y va desde una simple referencia al mercado hasta otros como la
prevención de accidentes: “si existe mercado para la marihuana sería ocioso
ignorarlo, así que vamos sobre el
dinero”. Igual pudiera razonase respecto al tráfico de personas: “existe
demanda para el cuerpo humano, así que vamos poniendo reglas para que el
negocio funcione”, o ¿por qué no legalizar sin reparos las uniones homosexuales
con derechos plenos, tal como funcionan las heterosexuales, considerando el
poder adquisitivo de los gay y el impacto que esto tendría en la economía?
¿Cree que exagero? Siga estas ligas: http://latinpost.mx/california-vive-auge-economico-por-bodas-gay/
, http://www.elobservador.com.uy/noticia/256333/gana-terreno-el-exigente--mercado-del-turismo-gay/
. ¿Qué si quieren reproducirse
para completar la ilusión de familia? Pues pueden acudir a las empresas que se
dedican a eso, como se advierte en la siguiente liga: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/07/23/actualidad/1374611147_796311.html
. Como le decía, algunos
argumentan a favor diciendo que con el consumo de la yerba se evitarían
accidentes automovilísticos, ya que “no daña tanto como el alcohol”, y si una
cosa se sustituye por otra, además de ser negocio redondo para los promotores y
comercializadores, se tendrían menos muertos y heridos en las calles y
carreteras.
Mientras que la economía internacional
da tumbos por los senderos de la realidad que se resiste a la demagogia neoliberal,
los gobiernos se empeñan en dar respuesta a los problemas sin salirse del guión
de la ortodoxia fondomonetarista, con las consecuencias que vemos en Europa,
particularmente en los emblemáticos casos de Grecia, Portugal, España, sin
dejar de lado otros que como Alemania sufren congelamiento salarial y
disminución de prestaciones sociales, al
grado de que los jubilados se ven obligados a buscar empleos temporales en una
economía que depende de sus
exportaciones. El caso es que el horno económico no está para bollos y
la situación se agrava si le agregamos la absurda dependencia de los
hidrocarburos que alimenta el funcionamiento del aparato productivo y
distributivo internacional, en desaire a las otras formas de energía que
existen pero que aún no alcanzan a ser atractivas para los intereses de la
industria y las finanzas.
Al respecto, el tópico de moda es el
relacionado con el gas esquisto o pizarra, obtenido ahora mediante el sistema
de la fractura geológica o fracking.
Se supone que con la extracción del gas se atemperaría la dependencia que se
tiene respecto al petróleo, por ejemplo, de Estados Unidos. Los proyectos de fracking menudean y la contabilidad de
las futuras ganancias bulle en la cabeza de los empresarios del ramo sin
considerar (¿por qué deberían hacerlo?) el daño potencial que este sistema
ocasionaría a los mantos acuíferos y la estabilidad geológica del terreno (la
liga que sigue detalla este asunto: http://lab.rtve.es/fracking/ ), con lo que se demuestra una vez más que la salud de usted puede ser un daño colateral
en el avance de los negocios del imperialismo energético liderado por EE.UU.
Actualmente se alzan voces de alarma
respecto a los impactos en el ambiente debido al nuevo sistema, aunque, como
era de esperarse, ninguno de los consorcios energéticos hace caso porque negocios son negocios y la
ecología bien puede esperar. Lo anterior es relevante ya que México es uno de
los campos de inversión trasnacional más apetecibles en materia de darle palos
al ambiente y contaminar los recursos naturales de que aun disponemos. ¿Con la
reforma energética de Peña Nieto, estaremos legalizando la depredación de
aguas, suelos y espacio? ¿Habrá sido usado como papel higiénico la letra y el
espíritu del artículo 27 constitucional? ¿El gobierno prianista de Peña Nieto se dará el gusto de lograr para los EE.UU.
la derogación del dominio de la nación sobre sus recursos naturales? ¿Se
fortalece y magnifican los Acuerdos de Bucareli? (Ver el artículo: http://www.jornada.unam.mx/2004/01/09/016a2pol.php
, así como también el libro:
http://www.inehrm.gob.mx/cdigital/libros/revolucion/bucareli.pdf).
Otro tema es el de los pagos por
concepto de inscripción y reinscripción en la Universidad de Sonora, lo que ha
ocasionado molestia entre los estudiantes. El problema se agrava dado que las
autoridades publican requisitos de inscripción que incluyen el pago de
colegiaturas a la par que hacen aclaraciones que no desvirtúan el propósito de
cobro. ¿Hablaremos de una privatización silenciosa en la educación superior?
¿Habrán abandonado los principios que le dieron vida a la UNISON? ¿La
institución ahora se dedica a crear deudores estudiantiles? ¿Qué pasa con los
subsidios que otorgan el gobierno federal y el estatal a partes iguales? Si no
alcanza el subsidio, ¿por qué no se lucha por aumentarlo, en vez de afectar la
economía familiar de los estudiantes? (http://www.critica.com.mx/vernoticias.php?artid=49554&mas=3).
Los anteriores asuntos no pueden menos
que darnos una idea de que actualmente la economía, en este caso neoliberal,
rige la moral y las costumbres, y que detrás de cada iniciativa “moderna”, de
“derechos humanos”, de “equidad”, se esconde un economista que perdió la
brújula de la ética profesional y cayó en garras de la trivialidad mercantil,
convirtiéndose en un mercenario económico que en vez de trabajar en favor de
los intereses de la clase trabajadora, del ciudadano común que lucha
diariamente por llevar una vida digna, está al servicio del capital. Pero esta
perversión profesional no viene sola: los valores e intereses del mercado
termina nulificando los de la sociedad, por eso se promueven mecanismos y productos
que sólo fortalecen al sistema dominante a costa del pueblo trabajador,
afectando el bienestar social, la conciencia ciudadana y la identidad nacional.
Podemos concluir con la idea de que no
existe solución verdadera a nuestros problemas cuando proviene de los intereses
que los ocasionaron. Verdad de Perogrullo que en estos tiempos de
estupidización neoliberal resulta ser novedosa. Urge una toma de conciencia.
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