La ciudad de Guadalajara se vistió de galas provincianas al recibir la visita del presidente de uno de los giros negros más prominentes del planeta, famoso por ser un país prácticamente sin nombre, ya que se le conoce oficialmente por el acto de asociación de un conjunto de estados y por el nombre del continente que compartimos: Estados Unidos de América o, en el lenguaje común de ellos, “América”. Olvidaba decir que estaba acompañado por el primer ministro de Canadá, una especie de patiño de lujo por obra del neoliberalismo, y por un ente reducido a la mínima expresión de lo humano, un “chaparrito peloncito” de aspecto seboso que funge como presidente de México “haiga sido como haiga sido”, Felipe de Jesús Calderón.
El pretexto de la visita que generaría ingresos por concepto de turismo, fue una cumbre trilateral donde los temas a tratar suponían algunas definiciones importantes para el futuro de nuestro subcontinente, sin embargo, no logró que la realidad llegara a ser conmovida por tales expectativas, habida cuenta la decidida negativa de Mr. Obama de tocar con el pétalo de una reforma el TLC, aunque sirvió para que Calderón se encaramara en el podio para retar a quien tuviera oídos y razón para entenderlo, a presentar pruebas de siquiera “una sola violación a los derechos humanos” por parte del ejército y las fuerzas que hacen posible el gasto por concepto de la “iniciativa Mérida”.
El reto está en el aire, así como los reclamos de justicia de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos que oficialmente no han ocurrido, so pretexto de la guerra contra el narcotráfico. Las privaciones ilegales de la libertad, las golpizas, los secuestros, las agresiones sexuales, las amenazas y muertes son, según Calderón, “figuraciones de la gente”, “chismes de viejas”, “leyendas urbanas y rurales” producto de los enemigos del gobierno hecho negocio inaugurado por Fox y continuado por el golpe electoral perpetrado por Calderón, lo que secuestró a las instituciones de la república y permitió el establecimiento de un gobierno dudosamente solvente.
Los esfuerzos desesperados del ¿gobierno de la república?, por lograr hacerse de los 1400 millones de dólares correspondientes al apoyo ofrecido por EUA (entiéndase Estados Unidos de América) no solamente se refieren a la recepción del botín, sino que significan alentar las expectativas de los múltiples contratistas gringos que hacen cuentas de lo que ganarán por “asesorías”, materiales de uso bélico y entrenamiento de personal mexicano, una vez que se liberen los fondos de marras.
El negocio alrededor de las invasiones gringas en Afganistán e Irak es floreciente debido a que EUA alienta con fuerza una economía de mercado que se sirve de la acción militar para que pueda funcionar el esquema de negocios planteado a escala global, y si hacemos cuentas, México al igual que Colombia están en la ruta planetaria de los intereses de las grandes corporaciones parte del complejo petrolero-financiero-militar que mueve los hilos de Obama, representado por Hilary Clinton, en este caso. La Iniciativa Mérida es, en este sentido, una oportunidad de negocios que las corporaciones no parecen dispuestas a dejar escapar.
Mientras tanto, México recibe las noticias que anuncian la futilidad de la política económica de la dependencia: Tendremos un hueco de 480 mil millones de pesos respecto a la ley de ingresos aprobada (Notimex), se tiene una caída en el consumo de nueve por ciento en el primer trimestre y el 72 por ciento de los profesionistas declara que sus ingresos no son suficientes para pagar deudas, alimentarse, vestirse y en general, conservar el mismo nivel de vida que el año pasado (CNN-Expansión); y los estados y municipios reciben el baño de agua fría correspondiente a la reducción de sus ingresos por la vía de las participaciones federales, lo que sugiere insolvencia, incapacidad de pagar sueldos y salarios, proporcionar servicios y atender las obligaciones normales de la administración pública estatal y municipal.
El asedio de los pulpos trasnacionales, la presión de EUA sobre el asunto de los recursos para el “combate a la delincuencia”, los evidentes signos de debilidad gubernamental, la escalada de violencia y criminalidad, la corrupción generalizada y que nulifica el estado de derecho que ha afectado a la Suprema Corte de la nación al permitir ampliar el fuero militar en asuntos de justicia, con lo que los violadores y agresores en general de la población civil quedan protegidos. Estos son algunos de los problemas de inconstitucionalidad del gobierno que llegó “haiga sido como haiga sido”.
Pero Calderón y el panismo organizado, encaramado en una nube verdosa, insiste en ver signos alentadores en la economía y en declarar que “vamos de gane” en el combate a la criminalidad. De cualquier forma, en la vida cotidiana nacional los negocios a la sombra del poder ejecutivo prosperan retando a la crisis que, como muchas otras cosas, es selectiva y excluyente. Y a usted, ¿de qué lado le tocó estar?
El pretexto de la visita que generaría ingresos por concepto de turismo, fue una cumbre trilateral donde los temas a tratar suponían algunas definiciones importantes para el futuro de nuestro subcontinente, sin embargo, no logró que la realidad llegara a ser conmovida por tales expectativas, habida cuenta la decidida negativa de Mr. Obama de tocar con el pétalo de una reforma el TLC, aunque sirvió para que Calderón se encaramara en el podio para retar a quien tuviera oídos y razón para entenderlo, a presentar pruebas de siquiera “una sola violación a los derechos humanos” por parte del ejército y las fuerzas que hacen posible el gasto por concepto de la “iniciativa Mérida”.
El reto está en el aire, así como los reclamos de justicia de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos que oficialmente no han ocurrido, so pretexto de la guerra contra el narcotráfico. Las privaciones ilegales de la libertad, las golpizas, los secuestros, las agresiones sexuales, las amenazas y muertes son, según Calderón, “figuraciones de la gente”, “chismes de viejas”, “leyendas urbanas y rurales” producto de los enemigos del gobierno hecho negocio inaugurado por Fox y continuado por el golpe electoral perpetrado por Calderón, lo que secuestró a las instituciones de la república y permitió el establecimiento de un gobierno dudosamente solvente.
Los esfuerzos desesperados del ¿gobierno de la república?, por lograr hacerse de los 1400 millones de dólares correspondientes al apoyo ofrecido por EUA (entiéndase Estados Unidos de América) no solamente se refieren a la recepción del botín, sino que significan alentar las expectativas de los múltiples contratistas gringos que hacen cuentas de lo que ganarán por “asesorías”, materiales de uso bélico y entrenamiento de personal mexicano, una vez que se liberen los fondos de marras.
El negocio alrededor de las invasiones gringas en Afganistán e Irak es floreciente debido a que EUA alienta con fuerza una economía de mercado que se sirve de la acción militar para que pueda funcionar el esquema de negocios planteado a escala global, y si hacemos cuentas, México al igual que Colombia están en la ruta planetaria de los intereses de las grandes corporaciones parte del complejo petrolero-financiero-militar que mueve los hilos de Obama, representado por Hilary Clinton, en este caso. La Iniciativa Mérida es, en este sentido, una oportunidad de negocios que las corporaciones no parecen dispuestas a dejar escapar.
Mientras tanto, México recibe las noticias que anuncian la futilidad de la política económica de la dependencia: Tendremos un hueco de 480 mil millones de pesos respecto a la ley de ingresos aprobada (Notimex), se tiene una caída en el consumo de nueve por ciento en el primer trimestre y el 72 por ciento de los profesionistas declara que sus ingresos no son suficientes para pagar deudas, alimentarse, vestirse y en general, conservar el mismo nivel de vida que el año pasado (CNN-Expansión); y los estados y municipios reciben el baño de agua fría correspondiente a la reducción de sus ingresos por la vía de las participaciones federales, lo que sugiere insolvencia, incapacidad de pagar sueldos y salarios, proporcionar servicios y atender las obligaciones normales de la administración pública estatal y municipal.
El asedio de los pulpos trasnacionales, la presión de EUA sobre el asunto de los recursos para el “combate a la delincuencia”, los evidentes signos de debilidad gubernamental, la escalada de violencia y criminalidad, la corrupción generalizada y que nulifica el estado de derecho que ha afectado a la Suprema Corte de la nación al permitir ampliar el fuero militar en asuntos de justicia, con lo que los violadores y agresores en general de la población civil quedan protegidos. Estos son algunos de los problemas de inconstitucionalidad del gobierno que llegó “haiga sido como haiga sido”.
Pero Calderón y el panismo organizado, encaramado en una nube verdosa, insiste en ver signos alentadores en la economía y en declarar que “vamos de gane” en el combate a la criminalidad. De cualquier forma, en la vida cotidiana nacional los negocios a la sombra del poder ejecutivo prosperan retando a la crisis que, como muchas otras cosas, es selectiva y excluyente. Y a usted, ¿de qué lado le tocó estar?
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