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domingo, 23 de febrero de 2014

Como si nada

A principios de mes (El Imparcial, 7/02/2014) el Banco de México nos dio la noticia de que el problema mayor en México no es la pobreza, ni las consecuencias del modelo económico que se ha impuesto al país, con su cauda de desempleo, bajos salarios y cada vez más estrecha seguridad social; ni siquiera la inestabilidad financiera internacional o la debilidad del mercado interno y externo, sino la “inseguridad pública”.

Los expertos del banco suponen que las reformas estructurales impulsadas por la presidencia y aprobadas aceleradamente por el Congreso, resuelven el panorama económico y que solamente habría que ver el tema de la inseguridad pública para que el cielo se haga realidad en tierras mexicanas. El paraíso soñado tendría su aterrizaje perfecto una vez que las reformas pudieran funcionar sin tropiezos y molestias derivadas del clima de violencia organizada o desorganizada que se sufre en las calles de cualquier ciudad o núcleo de población mexicano.

Se parte de la convicción de que los cambios constitucionales aprobados a las carreras resolverán los problemas asociados con la falta de competitividad y el libre flujo de recursos naturales, inversión y políticas propicias para los negocios impulsados por las trasnacionales, obrando el milagro de acabar con la idea del nacionalismo y la soberanía que impide políticamente el saqueo por medios modernos de las riquezas mexicanas. Asimismo, las reformas abrirían las puertas a la iniciativa neocolonial que no sólo opera a nivel económico sino que reclama espacios de decisión en los asuntos políticos y legales, habida cuenta que una colonia no tiene política económica y marco normativo propios.

El paraíso prometido cuenta con la ilusionada expectación de los gobiernos que orbitan a Washington y, para tener la plena seguridad de este interés, tenemos las visitas de Obama y funcionarios de su administración, que relanzan la idea imperialista de la “cooperación” como los mecanismos que hagan posible la subordinación del país a los intereses de nuestro vecino del norte.

Quizá la muestra más palpable de subordinación y entrega esté representada por la acelerada captura del narco “Chapo” Guzmán, prófugo desde hace una década y ahora, tras la Cumbre de Toluca donde se renovaron los votos de la subordinación nacional hacia el norte anglosajón, repentinamente es capturado en un “operativo” conjunto que fue operado por la Marina, para efectos de foto y reportaje.

Si bastaron 15 días para cumplir con la solución del supuesto de los expertos del Banco de México referido a la “inseguridad pública” como el principal obstáculo del país tras la aprobación de las “reformas estructurales”, y que preponderantemente apunta hacia la peligrosidad y penetración de los cárteles de la droga y más específicamente al villano de moda que es el llamado “Chapo” Guzmán, entonces la cosa está resuelta y los “inversionistas” petroleros del “fracking” podrán estar tranquilos en sus operaciones de exploración, perforación, extracción y almacenamiento y transporte del gas esquisto o “shale”.

A partir de este providencial suceso, México queda oficialmente dispuesto a emprender la ruta de la anexión por otros medios, dejando en manos de los que “saben cómo” su futuro energético y, de paso, sepultando la embarazosa hazaña cardenista de la expropiación petrolera y la fundación de Petróleos Mexicanos. Sin duda el próximo 18 de marzo tendrá una especial vigilancia por parte de las trasnacionales de la energía, ahora con el control del aparato de seguridad pública (sic)  y el de los medios de comunicación masiva.

A diferencia de Venezuela, los gringos no tienen que patrocinar y tutelar a grupos fascistas a su servicio por que ya cuentan con el gobierno federal, como queda demostrado por el sentido de las reformas que Peña Nieto se apresuró a presentar y hacer que fueran aprobadas por ese cascarón legítimo llamado Poder Legislativo, ahora sin el estorbo de la representación popular que establece la Constitución.

En este contexto, mientras que en México los consumidores de noticias chatarra se horrorizan de las “atrocidades” de un gobierno nacionalista en Venezuela, debidamente desinformados y manipulados por Televisa y TV Azteca, como por CNN y otros medios occidentales bajo el dominio del Departamento de Estado gringo, algunos otros ven el final del Estado nacional y la emergencia del trasnacional. El peligro para la vida y futuro de México es enorme, más sin embargo, la inmensa mayoría de los ciudadanos están y quieren estar como si  nada.

Sin bien es cierto que existen núcleos ciudadanos que van ampliando su poder de convocatoria y mecanismos de lucha pacífica en las calles y las redes sociales, aún queda mucho por hacer si se tiene consciencia de que la lucha es por la sobrevivencia de la república.


El aniversario de la expropiación petrolera está cerca. ¿No crees que es tiempo de salir y manifestar nuestro amor a la Patria y la necesidad de defender nuestro patrimonio? Debemos entender que México está bajo asedio extranjero y que sus enemigos, hoy como en el pasado, también están dentro.

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