"El número de malhechores no autoriza el crimen" (Charles Dickens).
La sociedad sonorense se ha visto sacudida por varios eventos que parecen extraídos de la obra de Franz Kafka. Parece como si algún imbécil con poder sobre el tiempo y el espacio se ensañara con los habitantes de estas áridas tierras que actualmente reciben, gracias a la generosidad del gobierno y Grupo México como también a eventos meteorológicos, alguna cantidad de agua que, entre contaminada y por contaminar, llena presas y cauces.
La sociedad sonorense se ha visto sacudida por varios eventos que parecen extraídos de la obra de Franz Kafka. Parece como si algún imbécil con poder sobre el tiempo y el espacio se ensañara con los habitantes de estas áridas tierras que actualmente reciben, gracias a la generosidad del gobierno y Grupo México como también a eventos meteorológicos, alguna cantidad de agua que, entre contaminada y por contaminar, llena presas y cauces.
El agua, cuando llega, ocasiona
trastornos en las vialidades, afecta los negocios y los hogares, pero también
pone en evidencia la viciosa irresponsabilidad de propietarios y autoridades.
Tal es el caso del desvío del río San Miguel por obra y gracia de la iniciativa
privada, confabulada con el gobierno de Padrés que permite con total
displicencia el aprovechamiento privado de bienes públicos. ¿Por qué tiene que
sufrir los pobladores de La Victoria un posible desalojo (¿reubicación?) en vez
de la familia Coppel, dueña del fraccionamiento de lujo aguas abajo? ¿Por qué
el exsecretario Roberto Romero posee tierras de cultivo protegidas por un bordo
que acabó de arruinar la vida de los ejidatarios vecinos? ¿Por qué el
presidente municipal electo, a bote pronto sugiere la reubicación de los
ciudadanos que desde tiempos lejanos han vivido y trabajado en ese lugar? Para
los efectos de justicia social, ¿da lo mismo PRI que PAN?
Por el lado de la Universidad de Sonora,
las relaciones con el gobierno del estado han sido más bien tóxicas, ya que a
pesar de la naturaleza complaciente de la administración universitaria, el
gobierno de Padrés les pinta un violín cada vez que puede, como parece
comprobarlo el hecho de que la parte del subsidio correspondiente al Estado no
se ha cubierto. Le tiran la bolita a gobierno federal, pero queda claro que
éste ha cumplido en tiempo y forma, y que el desorden financiero de Padrés ha
llegado a la Máxima Casa de Estudios, El caso es que los universitarios viven
una situación inédita: llegaron las vacaciones y sus quincenas quedaron
incompletas. Otro que se ha quedado chiflando en la loma es el CRIT, que espera
infructuosamente poco más de 65 millones de devaluados pesos pendientes que no
se ven por ninguna parte.
Nuevamente Sonora ha saltado a las
páginas de la prensa nacional con un caso de negligencia médica que rebasa los
límites del absurdo. Un médico oftalmólogo del IMSS extirpó el ojo sano de un
bebé con un tumor ocular. El instituto ofrece atención médica “de por vida”,
mientras que el especialista navega en las aguas cenagosas de la pachorra
jurídica. Lo anterior se suma al hecho de que persiste la amenaza de que en
agosto la seguridad social mexicana quedará reducida a su mínima expresión y
sólo atenderá resfriados y raspones leves. Las enfermedades como cáncer y
diabetes serán cosa de la medicina privada gracias al “Seguro Universal”.
Es posible que el gobierno, en su
infinita sabiduría, piense en serio que tenemos las condiciones de empleo e
ingreso de Suecia, Dinamarca o Canadá. Cualquier parecido entre algún drama
descrito por Dostoievski, Tolstoi o Gógol y la situación de millones de
trabajadores de infra-subsistencia y desempleados crónicos resulta una curiosa
coincidencia.
Pero cualquier drama que surja de las
más atormentadas páginas de la literatura palidece ante la realidad que se
documenta en el plano local con el caso de la empleada doméstica Gisela Peraza,
quien tras haber purgado por las pistolas de Padrés cuatro años de prisión,
ahora resulta que a juicio del aún gobernador de Sonora no fueron suficientes. El
gobernador exige más castigo para su exempleada.
Al crujir de huesos y al rechinar de
dientes de los trabajadores, se suman los reclamos de los empresarios que
prestaron servicios al gobierno y que, a estas alturas, no les han pagado los
adeudos, se suman las víctimas de extorsión y mochadas a la salud del
Ejecutivo. Por otra parte, están pendientes10 mil millones de pesos que exigen
puntual explicación.
Mientras que el gobierno insiste en lo
bien que nos va y el futuro esplendoroso que nos aguarda, leemos la noticia de
un robo en un centro comercial donde el asaltante logró hacerse de una lata de
atún y un durazno, para ser interceptado casi de inmediato por los siempre alertas
agentes de seguridad. El monto de lo robado asciende a casi $40.00 (leyó bien: cuarenta
pesos). La justicia ha triunfado, la delincuencia ha sido vencida. Celebremos.
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