Notas Sueltas es un espacio de opinión sobre diversos problemas de carácter social, económico y político de interés general. Los comentarios pueden enviarse a: jdarredondo@gmail.com

viernes, 27 de octubre de 2023

EL TRABAJO ES ANTICONCEPTIVO

 “No todo lo que brilla es oro” (frase popular).

 

Sonora está de manteles largos como sede del Foro Mundial de Energía Solar, con acento en la electromovilidad, que mereció el elogio de don Bill Clinton, reputado como líder contra el cambio climático por ser, como todo expresidente de EUA que se respete, abanderado de alguna causa favorecida por la coyuntura donde figuran dos conceptos clave: clima y población.

Desde luego que se podría agregar una cuestión tan esencial como las anteriores, y es la ampliación de la frontera sur de la patria del Tío Sam en perjuicio de su vecino. Sin duda la cuestión regional da para mucho.

Pues bien, para el señor Clinton la emigración a energías verdes permite reducir las emisiones de carbono y atraer inversiones. Señala que ahora los huracanes tienen efectos catastróficos por las emisiones de carbono, aunque recuerda que el planeta ha sido escenario de cinco extinciones, lo que lleva a la pregunta de si en estas tuvo que ver el carbono de todos tan temido, habida cuenta la poca influencia de la población mundial y su desarrollo tecnológico antes de la Revolución Industrial.

El ilustre personaje recordado por sus devaneos extramaritales con Mónica Lewinsky en plena oficina oval, que libró la fea imagen pública de la infidelidad al provocar la Guerra del Golfo como tapadera mediática, elogió las patrullas eléctricas de Hermosillo, “en número mayor que Nueva York”, y los esfuerzos que debiera hacer México junto con EUA y Canadá, como dibujando una nueva Norteamérica unida por la electromovilidad.

Como era de esperarse, recalcó la maravillosa oportunidad que tenemos gracias a la transición verde de “atraer inversiones”, como queriendo vender la idea de que la electromovilidad nulificará por sí misma los efectos de la atracción de inversiones, considerando que el sistema económico para nada mueve su naturaleza acumulativa y menos la cultura gringa del desperdicio consumista.

Sobre la población, manifestó con toda claridad su adhesión a la agenda 2030, pasando por los supuestos catastrofistas de Bill Gates, al opinar que al “dar a las mujeres que salen de la escuela la oportunidad de formar parte del mundo laboral la tasa de natalidad bajará porque la edad para contraer matrimonio se retrasa y la edad para tener hijos se retrasará”, de ahí que para combatir el crecimiento poblacional es necesario “integrar a las mujeres al mercado laboral” (El Imparcial, 26-10-2023).

Hasta la fecha, todo mundo pensaba que el acceso al trabajo era cosa de derechos humanos, de “igualdad de género”, de respeto a la igualdad jurídica de hombres y mujeres consagrada en el artículo 4º de la Constitución, pero resulta que es un logro anticonceptivo.

En medio del entusiasmo eléctrico del Foro destacan dos situaciones con olor geopolítico: la primera es que repentinamente se nos convierte en parte de una región constituida por Arizona, California, Baja california y Sonora, pivote de un desarrollo económico más sustentable, aprovechando las bendiciones del “nearshoring”, con lo que la geografía y los principios de la regionalización, con acento en el Noroeste de México, se hacen tan elásticos como requieran los negocios globales capitaneados por EUA. ¿La soberanía depende de la oferta y la demanda?

La segunda cuestión lanzada por Clinton sabe a pedrada con impulso imperialista, porque cree que “todos debemos apoyar la idea de que los ucranianos tienen que mantenerse y creo que es un error para muchos de los países que respaldan a Rusia, que lo están haciendo, porque también tienen un gobierno autoritario”. La perla humanitaria fue su afirmación de que “a mí me importan mucho los palestinos, sus hijos, han sido golpeados por muchos países”. (El Imparcial, 26-10-2023).

En otras palabras, quienes no sean comparsa del Tío Sam tienen gobiernos autoritarios, así, sin más, de donde se desprende que quienes siguen la línea expansionista de EUA mediante la OTAN son, por definición, democráticos.

En cuanto su sentimiento por los palestinos, da a qué pensar que siendo tan compasivo no diga nada sobre las ampliaciones presupuestales en favor de la carrera armamentista emprendida ahora por Joe Biden, quien argumenta que financiar la guerra es en beneficio de la industria armamentista nacional y que EUA es “el arsenal de la democracia”. La simplicidad del argumento es conmovedora: si hay guerra se venden armas, si hay venta de armas la industria crece y nuestra economía se fortalece. El cinismo y la hipocresía alimentan la política exterior del vecino del norte. Nada que extrañar, y nada que imitar.

A propósito de cínicos e hipócritas, el Poder Judicial en pleno apoya la permanencia de sus guardaditos milmillonarios, con el efecto de movilizar a sus empleados, al parecer acríticos respecto a los montos y destino de los jugosos fideicomisos, independientemente de que, como se ha asegurado, no se afectarán los derechos de los trabajadores.

La manipulación sirve para desdibujar la realidad, tanto en el plano internacional como en lo local… e institucional. Aquí no queda más que repetir tras cada novedad eso de “¡cruz, cruz, que se vaya el diablo y venga Jesús!” Nada se pierde. Sólo se transforma.


 

viernes, 20 de octubre de 2023

JUBILADOS DE PRIMERA Y DE SEGUNDA

 “Hay algunos que comienzan su jubilación mucho antes de dejar de trabajar” (Robert Half).

 

Pues el ministro de la SCJN, Luis María Aguilar, defiende los cochinitos judiciales que, en forma de fideicomisos -dice- garantizan las condiciones para que los juzgadores hagan su trabajo con tranquilidad e independencia (La Jornada, 18.10.2023).

Seguramente la paz, tranquilidad e independencia se desprenden de un fondo de 15 mil millones de pesos, no de las leyes que enmarcan y legitiman su actuación; es decir, que el combustible que echa a funcionar la maquinaria judicial es el dinero, y entre más sea mejor.

Olvídese de la Constitución, de las leyes federales y estatales; deje de lado la moral pública consagrada por los usos sociales e institucionales, olvídese de las tradiciones e identidad de quienes desarrollan, de cara a la sociedad, el encargo de hacer valer e impartir justicia, porque se nos revela que con dinero baila el perro.

Arguye, el ministro, que los cochinitos judiciales garantizan un retiro digno, como dejando ver que el sistema de pensiones y jubilaciones de los servidores públicos “normales” no está a la altura de su vida y antojos. En otras palabras, da la idea de que la pertenencia al aparato judicial los coloca por encima de cualquier servidor público, incluyendo a las fuerzas armadas, tan de moda en estos tiempos.

Cualquiera diría que son una especie de casta divina que utiliza la ley para su propio beneficio, como si fuera una empresa privada, al margen de las necesidades del país y por encima de cualquier otro poder legalmente constituido, y que tiene el poder de movilizar (¿manipular?) a sus empleados de a pie en defensa de sus privilegios.

¿El Poder Judicial nos dice que debe haber jubilados de primera y de segunda? ¿Los privilegios con olor a virreinato deben subsistir en una república federal, democrática y popular? ¿Desacreditarán las decisiones legales del Poder Legislativo y las batearán en beneficio de ellos mismos? ¿No huele esto como un conflicto de interés y sin pizca de imparcialidad?

En otro asunto, llama la atención la iniciativa de legislar en favor de la eutanasia, es decir, de respetar la decisión de poner fin a la vida de alguien cuando la enfermedad no tiene cura, genera dolor físico y emocional inaguantable y que la existencia es francamente una mierda.

Sin embargo, propone algunas condiciones adicionales, destacando que el paciente esté en agonía, surgiendo el inevitable “ya para qué”, además de que haya testigos que certifiquen la manifestación de voluntad, logrando que la propuesta huela a que lo dan, pero también lo fruncen.

La legislación vigente considera a la eutanasia como un crimen por piedad, así que el enfermo bien puede revolcarse en la miseria de lo que le queda vida hasta que lo salve la muerte, ante la mirada de parientes y personal de salud, tranquilos porque no infringieron la ley.

Y, a propósito de vida y muerte (con acento en esto último), la idea de poner orden en el sector minero, revisar la Ley correspondiente en serio y adecuar el marco normativo en beneficio de los seres vivos de dos o cualquier número de patas, parece condicionada por lo mismo que la impartición de justicia y “el retiro digno”, según se desprende de lo dicho por el ministro Luis María Aguilar, de la Tremenda Corte.

El interés minero se lleva de corbata el derecho humano al agua, al control y contención de la contaminación, a respirar aire puro, a poder desarrollar una actividad agrícola y pecuaria con calidad alimenticia. Aquí el acento se pone en el agua, su disponibilidad y los mecanismos para administrara con sentido humano y sustentable, lo que hace inevitable mencionar a la posible explotación del Litio en una región con estrés hídrico.

Mientras tanto, los habitantes de los pueblos ribereños del Río Sonora también pueden decir con los pelos en la mano que con dinero baila el perro, a juzgar por el tiempo que tienen de sufrir el desastre ambiental y económico provocado por la negligencia criminal de Grupo México, ahora señalado como delincuente por las mismas autoridades federales.

La bronca está en que, tras algunas ninguneadas del magnate, bastó que Larrea haya manifestado disposición al diálogo para que se esfume la posibilidad, en primera instancia, de hacer cumplir la ley por los daños causados. Ahora solamente se trata de “dialogar” y no de castigar, a menos que el señor minero se ponga renuente.

Mientras son peras o manzanas, el Frente Unido Río Sonora advierte que, en protesta, tomará las instalaciones de la mina Buenavista del Cobre en Cananea (La Jornada, 18.10.2023).

En medio de los sainetes legales y políticos, el río y su gente siguen fluyendo hacia nuevas y prometedoras posibilidades de contaminación, enfermedad y muerte… y no por eutanasia.



 

sábado, 14 de octubre de 2023

LA REALIDAD EN SUSPENSO

“Acertamos al asociar al Holocausto con la ideología nazi, pero olvidamos que muchos de los asesinos no eran nazis o no siquiera alemanes” (Timothy Snyder, Tierra negra, 2015).

 

El tono del reciente discurso del presidente de Israel Benjamín Netanyahu revive en la mente de cualquier viejo o nuevo lector de la Biblia el fuego, la furia huracanada, los rayos y truenos del más negro y terrible castigo infligido a los enemigos de Israel, a los ejércitos que impiden su acceso de la tierra prometida y que provocan la ira y el auxilio de su Dios, por ser su pueblo elegido.

“Así que no quede piedra sobre piedra, cabeza sobre cuerpo, cabello sobre cráneo, olivo, cabra, becerro y camello sobre tierra, y que todo enemigo quede patitieso, así como sus hijos, nietos, bisnietos y hasta la séptima generación”.

“Que las casas, edificios y monumentos sean reducidos a polvo y que sus campos de cultivo sean quemados, regados con sal, orines de europeo y caca de gringo, y que todo ello, incluido su recuerdo, se vaya por el caño”.

En fin, la condena de Netanyahu da pie a varias películas de terror mesiánico en las que la venganza del invasor sobre el invadido suena con trompetas de bronce, baterías de artillería, zumbido de aviones y estruendo de misiles en una nueva epopeya con pretensiones bíblicas.

Joe Biden, el sanguinario aunque envejecido halcón que habita la Casa Blanca y abraza el fundamentalismo, ha prometido todo el apoyo y asistencia militar a ese país creado por chapuzas de Occidente en la posguerra y que dice que no ha necesitado a nadie para ser la estrella militar, tecnológica y nuclear de Oriente próximo, sin mencionar sus enormes habilidades para manejar el discurso del Holocausto en favor de una victimización permanente en favor de su expansión a costa de Palestina.

La prensa occidental unida hace que la comunidad internacional sufra y se solidarice con el opresor israelita sin decir ni pum de los continuos y crecientes abusos contra una cada vez más disminuida población en la franja de Gaza que desayuna, come y cena bombazos, hostigamiento y las más viles formas de opresión de que se tenga memoria después de la negrura del cruel y vicioso régimen nazi que asoló a la Europa de los años 30 a 40 del pasado siglo.

La etiqueta de víctima acreedora de apoyo, credibilidad, compasión y admiración que tiene el pueblo judío, se ha convertido en una pieza de chantaje que se arruga mediante cambios que el mundo parece ignorar, pero que se ha documentado política y geográficamente con el avance de la expansión israelita desde 1967, al margen de los acuerdos y convenciones internacionales que, en un inicio, habían considerado la creación de los estados de Israel y Palestina, en un territorio repartido alegremente por Inglaterra y celebrado por Occidente, independientemente de que el trato solamente favoreció y sigue favoreciendo a Israel.

Si no se revisa la historia y solamente vale la versión de las películas de Hollywood, entonces se puede explicar el silencio mundial, sobre todo europeo, ante la manifestación agresiva e ilegal de un pueblo que se convirtió en opresor de otro, adoptando y superando la crueldad de sus verdugos nazis, asunto que ahora hace que los alemanes contemporáneos volteen para otro lado cuando los intereses de Estados Unidos exigen silencio y complicidad, controlando no sólo a los antiguos participantes del Eje Berlín-Roma-Tokio, sino al racimo de veleidades y cobardías llamado Unión Europea.

No hace mucho, la manada pastante europea se plegó al criterio de Washington sobre Ucrania, siguiendo las líneas del discurso imperial contra Rusia ignorando no sólo la historia sino sus propios acuerdos, como el de Minsk, y ahora renueva el catálogo de los villanos con la fracción beligerante nacionalista palestina identificada como Hamas.

Para el conjunto provinciano occidental, el hartazgo, la desesperación y el desamparo de los palestinos se puede llamar “terrorismo” contra el pueblo de Israel, sin ver el contexto histórico y político de la cuestión.

Aquí es importante señalar que Israel no sólo es la fracción de extrema derecha en el gobierno que abandera el fundamentalismo genocida, el expansionismo ilegal, la indiferencia al dolor y el desprecio por el derecho y la verdad.

En su población existen judíos conscientes, piadosos, creyentes en los principios morales milenarios que conducen a la paz y la concordia, que se oponen dentro y fuera de Israel a la masacre que perpetra la extrema derecha sionista contra Palestina.

La prostitución y manipulación de la historia no va a poner a la realidad en suspenso ni va a borrar la mancha genocida que, con la ayuda de Estados Unidos y aliados, crece y penetra en la historia de Israel, para vergüenza del mundo con memoria.

La propuesta de que cese el fuego y se establezca el estado palestino de acuerdo a las fronteras de 1967, con capital en la parte oriental de Jerusalén debe ser atendida. Es imperativo que se logre el acuerdo, antes de que la ola de sangre tiña al Oriente próximo en un nuevo y condenable holocausto, ahora palestino.

 


sábado, 7 de octubre de 2023

EL DERECHO DE ADMISIÓN

 “Vita brevis, ars longa” (La vida es corta, el arte largo: Hipócrates).

 

El amistoso vecino del norte manda al Secretario de Estado Blinken, entre otros funcionarios, al “diálogo de alto nivel” celebrado en México, para acordar las acciones conjuntas sobre fentanilo y migración, lo que significa que las sonrisas y las palmaditas en el lomo se verán dosificadas por el grado de genuflexión o poder de los funcionarios correspondientes.

La sonrisa del Tío Sam, tan reluciente por obra de los dentífricos mediáticos de la prensa interesada en el negocio de las ventas, lucirá seguramente espléndida, y se tratará de resaltar la buena disposición de los visitantes extranjeros que llegan con ánimo de propietario a estas latitudes del traspatio latinoamericano,

En estas tierras de Dios donde se supone reina el crimen, el vicio, la ignorancia y la sebocidad históricamente rancia, los “americanos” habrán de prometer las croquetas del caso mientras blanden la vara de contención y disciplina que recomienda la doctrina Monroe, habida cuenta las relaciones comerciales y de intercambio diverso con otras naciones fuera de su órbita.

La moral y las buenas costumbres de exportación con destino a nuestro país seguramente obligan a pagar tanto impuestos como derecho de piso, en aras de la cooperación y la buena vecindad entre naciones.

Ya ve usted que el fentanilo mata a alrededor de 100 mil inocentes adictos en el país de las mil maravillas, gracias a las malas artes de los vecinos traficantes, corrompiendo la impoluta moral nacional y todo por hacerse de algunos millones de billetes verdes.

Queda claro, en la mentalidad de los funcionarios estadounidenses, que el culpable de las muertes y los efectos negativos del deporte nacional de drogarse es quien produce las drogas o las pone en el mercado, no los que las compran y consumen.   

Tampoco salen bien librados esos países parasitados que expulsan a su población y la orillan a perseguir “el sueño americano”, gracias a sufrir gobiernos adictos al dinero que venden patrimonio nacional a inversionistas extranjeros con la promesa de “generar empleos”, bienestar y respeto por el ambiente.

El hecho que se explote a los campesinos, se desmonten tierras para cultivos transgénicos y otros productos demandados por el mercado extranjero, a costa del agua, la vida y salud de los nativos, hace que los expulsados, perseguidos y aterrorizados, tiendan a huir hacia el norte en busca de trabajo y seguridad. Pero, para eso se inventaron los muros fronterizos y los acuerdos migratorios, faltaba más.

Las boyas rivereñas empleadas por los texanos como muro contra los migrantes del sur no son obstáculo para hacer negocios con Texas y abrir un gasoducto que llegue al sonorense Puerto Libertad para que puedan competir con comodidad frente a Rusia y China, como tampoco lo es la política antiinmigrante de Arizona para que Puerto Peñasco y Guaymas se contemplen como una parte del pastel territorial de los negocios Made in USA, en territorio ajeno.

El discurso nacionalista y antihegemónico, aperturista y respetuoso del derecho que sostenemos con convicción democrática y transformadora presenta grietas con barras y estrellas, de suerte que la fachada soberanista muestra contradicciones que sugieren la necesaria implementación de un dispositivo de contención, algo así como el derecho de admisión de los clubes o restaurantes con cierto prestigio y autoestima.

Lo mismo sería deseable para el partido de la transformación, ahora en vías de tener una indeseable similitud con el arca de Noé, navegando por la política neoliberal en busca de un puerto en la tierra firme de las realidades nacionales.

Parece que Quetzalcóatl no logra desprenderse de la piel vieja y se retuerce entre el decir y el hacer, sin negar que se ha avanzado, pero el camino por recorrer es largo y sinuoso y acecha el peligro corruptor que viene del norte, por lo que urgen definiciones más comprometidas.

En este punto, es importante para México recuperar y fortalecer su identidad latinoamericana, integrarse con el sur, y avanzar hacia una Latinoamérica unida, soberana, fuerte y solidaria. Razón de más para acercarse al BRICS, y ampliar el área de influencia e intercambio de los países libres y no alineados al dominio unipolar.

Un representante del partido Morena dice que se acepta a todos, pero nada con Beltrones, invocando el derecho de admisión. El caso es que en las nuevas arcas de Noe electorales ese derecho debiera aplicarse, en defensa de la identidad, poniendo por enfrente el programa y los principios.

Al ver este escenario confuso y con olor a oportunismo se debe considerar que los cambios sociales no se dan de la noche a la mañana, que la transición entre un modelo y otro es lenta, con avances y retrocesos en su trayectoria, donde lo exigible es que los actores políticos sean firmes y definidos en sus convicciones.  

En este caso, vale la pena tomar en serio la expresión de AMLO de “no te calientes granizo”, o aquella afirmación de Antony Quinn en un vejo comercial, “si las cosas que valen la pena fueran fáciles, cualquiera las haría”, o la conocida afirmación de que “el agua no hierve a menos de 100 grados centígrados en condiciones normales”. En fin, así estamos.