Recientemente
escribí para mis lectores en redes sociales lo siguiente: “El sindicato STAUS
se encuentra en las complejidades de la revisión contractual con la Universidad
de Sonora. Uno de los puntos importantes es el de las pensiones y jubilaciones
dignas. No sería deseable que el sindicato se olvidara de la defensa de los
derechos de los académicos jubilados y pensionados, y que excluyera la demanda
de una jubilación digna para los miembros de la delegación de los profesores
que están en retiro. No puede haber sindicalistas académicos de primera y de
segunda. Si la fuente del derecho es el Contrato Colectivo, las demandas y los
beneficios deben ser colectivos. La organización sindical está obligada a
responder por los intereses gremiales. ¿Somos o no somos?”
Pronto recibí
la respuesta de un entrañable amigo de profesión abogado y de vocación
académico universitario: “Somos. Luchemos todos por una digna jubilación o
pensión. Es injusto que después de entregar una vida los académicos al servicio
de la formación de profesionistas, se les condene a un ingreso insuficiente
para su subsistencia. El STAUS, debe ser fuerte en su exigencia en este
rubro, y debe formular propuestas de solución a esta injusticia, que implica
una regresión en los derechos y prestaciones laborales, lo que es contrario al
principio de progresividad de los derechos humanos, y uno de los derechos más
humanos que existen son los logros en las prestaciones que deben tener los
trabajadores, por ello esta medida de reducción del salario para los jubilados
o pensionados atenta contra lo dispuesto por el artículo 1o. Constitucional”.
Seguramente el
lector sabe que el sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de
Sonora llevó a cabo una consulta amplia a fin de reformar sus estatutos, lo que
dio por resultado la incorporación unánime de una nueva delegación que
integrara a las labores sindicales a los pensionados y jubilados, bajo el
principio de que es deber reconocer el mérito de quienes han dejado en las
aulas, laboratorios y talleres universitarios sus mejores años y empeños.
La naciente delegación de Pensionados y
Jubilados pronto emprendió un proceso donde se eligieron democráticamente el
delegado y el subdelegado, con lo que se formalizó su nacimiento e incorporó a
las actividades de la organización sindical a los profesores e investigadores
en retiro. Lo anterior fue considerado un acto de elemental justicia y un
reconocimiento afortunado de muchos viejos sindicalistas que podrían aportar
experiencia, madurez de criterio y conocimiento de la institución desde
diferentes trincheras, complementando la de por sí compleja y a veces
accidentada labor gremial frente a las autoridades administrativas de una
institución que aparenta distanciarse de sus orígenes en aras de coexistir
funcionalmente con el sistema y las formas neoliberales de abordaje de la
materia laboral.
De hecho, los conflictos recientes se
han debido en buena medida a la incapacidad de diálogo de la administración
universitaria, seguramente por evitar enfrentar al gobierno del estado en su
incumplimiento patológico de sus compromisos con la institución, ya que regatea
la parte que le corresponde del subsidio universitario y genera las condiciones
para que existan motivos de conflicto que, como lo hemos visto, se traducen en
huelgas que pudieran evitarse si se hablara claro, si hubiera transparencia y
si la administración se pusiera a trabajar al lado de los sindicatos en la
búsqueda de soluciones y no en contra de ellos.
En estos días, se ha visitado a las
delegaciones por parte de una comisión sindical a fin de informar a los
académicos acerca de la situación que guarda el tema de las jubilaciones que,
según se expuso, afecta a 850 profesores con antigüedad suficiente o próxima a
la jubilación. Se creó una comisión actuarial-técnica y otra de organización a
fin de mejorar el sistema de pensiones y jubilaciones. Por su parte, el Comité
Ejecutivo cuenta con una propuesta de clausulado para ser discutida con la administración
tendiente a mejorar las condiciones de retiro en un horizonte de tres años. Las
propuestas y empeños son alentadores, salvo por el detalle de que excluye a los
profesores ya retirados y que actualmente, gracias a la reforma estatutaria,
son sujetos de derechos sindicales en la misma medida que los activos.
En ese sentido, vale para los activos
como para los inactivos lo dispuesto en la cláusula 141 del actual Contrato
Colectivo de Trabajo: “ISSSTESON: SERVICIO MÉDICO Y PRESTACIONES. Todos los trabajadores
académicos tendrán derecho a recibir todas las prestaciones que otorga la Ley
del Isssteson, sin limitaciones y disminuciones motivadas por la categoría,
nivel o duración de la relación laboral. Estas prestaciones deben ser
extensivas a los descendientes directos y cónyuge del trabajador.”
Lo anterior pone en el tapete de la
discusión el hecho de que el trabajador universitario, al pasar a retiro,
pierde su nivel de ingresos que es medianamente compensado por el pago mensual
de una cantidad por concepto de despensa por parte de la universidad y una
pensión complementaria por parte del STAUS, que resulta un buen esfuerzo pero
igual los académicos terminan perdiendo alrededor del 15 por ciento de sus
ingresos. Siguiendo el texto y el espíritu de la cláusula arriba citada, la
pensión no debiera suponer una baja en el nivel de ingresos, ya que la ley del
Isssteson no dispone que se castigue la pensión del trabajador que ha cotizado
durante tres décadas y que se le ha descontado quincenalmente de su sueldo la
parte correspondiente a este rubro. Este es un tema fundamental en las
negociaciones con la administración, pero hasta donde se sabe no ha sido
planteado por la representación sindical y no aparece en los comunicados
relativos al pliego de violaciones y a los reclamos de reparación de las
cláusulas violadas.
Lo anterior sugiere un olvido que afecta
a un número tan significativo como el de los considerados candidatos a
jubilación por sus años de servicio. ¿Qué va a hacer el sindicato por esta
parte de sus agremiados a quienes recientemente reconoció sus méritos? ¿La
creación de la delegación de pensionados y jubilados del STAUS fue solamente de
papel? ¿Somos o no somos?
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