En familia |
La familia y los amigos son, sobre todo en estas fechas, el refugio seguro de la indefensión ciudadana ante la saña impositiva del gobierno, ante la depredación de su estado de ánimo, la liquidación de la esperanza y el asalto a sus reservas emocionales. El aviso de alzas en el cobro de impuestos y derechos truena como petardo en la conciencia del causante, del asalariado que vive al día, del profesionista que depende de la quincena con propiedades de achicarse a los dos o tres días hasta desaparecer en medio de fumarolas pestilentes en forma de llamadas telefónicas amenazantes por parte de cobradores bancarios o comerciales. El terrorismo de estado empieza con la generación de desempleo, congelamiento del salario y aumentos en los bienes de consumo personal y familiar con el consecuente incremento en la inseguridad pública.
Celebrando en compañía |
El reciente anuncio de los nuevos salarios mínimos nacionales truena en la conciencia del consumidor forzoso que somos, en la calidad de vida que padecemos, en las expectativas de pago a nuestros acreedores, en el rumbo de la economía cuando el consumo se desploma y la producción depende cada vez más de los agentes externos; cuando la base gravable es una utopía que se alimenta de cifras alegres, de supuestos alentadores que convierten en criminales en potencia a todos los que de una u otra manera tienen contacto con el trabajo formal. Las alzas anunciadas y esperadas aprietan más el lazo de la soga que cada cuello ciudadano lleva puesta, a cuyo extremo se encuentran la mano fiscal y la del encarecedor de las subsistencias.
Si vemos a los empresarios acomodados en puestos de funcionarios públicos, es fácil encontrar la explicación de para qué ha servido el famoso “gobierno del cambio”. También resulta sencillo explicarse el apoyo gringo a la gestión de negocios turbios que realiza por omisión o comisión el gobierno, empezando con el narcotráfico y terminando con el desmantelamiento de la planta productiva nacional. Sonora y el resto del país carecen de planeación del desarrollo porque no hay control de los recursos, porque no se cuenta con especialistas ni se apoya a los profesionales del sector público. Se tienen a empresarios y a asesores del Tecnológico de Monterrey, expertos en administrar empresas privadas para luego de tronadas promover su rescate a cargo del erario.
Rostros de la pobreza |
En virtud de lo anterior, propongo que le pidamos a Papá Noel o a los reyes magos un gobierno que industrialice al país, que sea nacionalista y respetuoso de la dignidad humana, que sea capaz de mantener relaciones de igualdad con el resto del mundo sin caer en la tentación de bajarse los pantalones y agacharse a la primera presión del capital internacional. Esperemos que la buena nueva sea en español y en un lenguaje franco y directo, entendible para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario