Artidoro Lagarda Núñez |
En los días de estudiante, Artidoro demostró una gran vivacidad intelectual y buen ánimo para afrontar los problemas de la cotidiandad en nuestra Escuela de Economía. Inteligente, jovial, buen lector y conversador, pronto se ganó el aprecio de la tropa irreverente que eramos a inicios de la década de los 70.
Tuve la fortuna de hacer equipo académico con Artidoro y José Guadalupe "Chapito" Islas Contreras. El estudio y la discusión teórica se mezclaba de manera natural con los aspectos lúdicos de la vida estudiantil. El sentido del humor jamás estuvo ausente en los espacios académicos y en la muy amplia gama de escenarios que nos propocionaba la ciudad capital sede de la Universidad de Sonora.
El amigo sigue en el recuerdo de los que lo tratamos como compañero de las muchas batallas que la juventud, en su momento, tiene que librar. Su trayectoria profesional fue, por decir lo menos, variada, interesante, con sentido social. Trabajó en los campos de la política, la administración pública y la docencia.
La generación de economistas a la que pertenecemos, la 73-78, lo recuerda con el afecto y la gratitud que se debe a un buen hombre y profesional honesto. Fue un placer conocerlo y contar con su amistad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario