Notas Sueltas es un espacio de opinión sobre diversos problemas de carácter social, económico y político de interés general. Los comentarios pueden enviarse a: jdarredondo@gmail.com

domingo, 13 de octubre de 2013

Adelgazamiento súbito

¡Albricias!, los misterios del metabolismo copetitlano son revelados finalmente. La ciencia oficial se peina orgullosamente el copete gracias a los hallazgos programáticos recientes: el país podrá disfrutar de bienestar y competitividad mediante la aplicación de sencillas fórmulas que abatirán la epidemia de obesidad y al mismo tiempo se tendrán recursos fiscales. Sin duda alguna, los aportes del mandatario copetitlano a través de Hacienda y el SAT nos pondrán a la vanguardia de las naciones con población gorda y enfermiza por causas de sobrepeso, cuyo control no depende de la voluntad del ciudadano sino de la astucia y previsión del gobierno.

Ante la pavorosa imagen de un diabético adulto o juvenil que arriesga la integridad física y genera costos de hospitalización e incapacidades, el gobierno propone el adelgazamiento de la población por vías fluidas y expeditas. Nada de dilaciones ni tortuguismos y menos el insano y equívoco gradualismo en la pérdida de peso. ¡Adelgazamiento súbito!, claman los funcionarios de hacienda con entusiasmo enfebrecido. ¡Recaudación moderna y generalizada!, claman las huestes de apoyadores del partido en el poder. Se tiene como dato adicional que los beneficios de una dieta fiscalmente diseñada abarcarán a las mascotas, esos pequeños seres que alegran la vida de los habitantes y que forman un sólido vínculo emocional con los chicos y los grandes de la familia.

En su infinita sabiduría, el gobierno copetitlano lanza su reforma hacendaria que incluye IVA en refrescos, colegiaturas, hipotecas, alimento para mascotas y un etcétera vasto y suficiente como para hacer palidecer de envidia al decimonónico don Antonio López de Santa Ana. El truco de imponer gravámenes a las ventanas, animales  o a los bigotes ciudadanos es superado con creces por esta nueva forma de allegarse recursos y seguir despilfarrando aquellos que pudieran captarse mediante la actividad económica nacional o, simplemente, gracias a una adecuada y equitativa recaudación. Desde luego que los alcances de la reforma no paran en esto. También se tiene novedades que alegran la vida de la banca extranjera en el país mediante la criminalización de los deudores bancarios, que podrán ser víctima de arraigo y, por supuesto, el despojo de sus bienes.

Claro que pudiera darse la apariencia de una reforma cuyos impulsores negocian y acuerdan cambios en beneficio de los causantes, como puede ser en los temas del IVA en alimentos y medicinas, colegiaturas y demás, sin aflojar un ápice en otros aspectos, como puede ser el referido a los deudores bancarios. El capital bancario extranjero requiere sangre y ¿qué mejor que el sacrificio del deudor convertido en criminal sujeto a arraigo y secuestro de sus bienes? La banca extranjera gana lo que quizá nunca soñó en condiciones de legalidad y, de paso, los embargos generan la necesaria movilidad  mercantil que da la sensación de que la economía se reactiva, independientemente de que los deudores salen del mercado por insolvencia, en una especie de darwinismo que adelgaza el crédito por exclusión de quienes más lo necesitan.

Un deudor apaleado por la banca deberá seguir consumiendo, pero en una escala de cantidad y calidad inferior a la que tenía antes de ser tratado como delincuente y ejecutado sumariamente por la reforma copetitlana. Es obvio que va a adelgazar junto con los miembros de su familia que sean sus dependientes.

El encarecimiento de la vivienda gracias a los impuestos permitirá que quien quiera casa propia adelgace por limitar su gasto ahora mayormente dedicado a pagar la vivienda o su hipoteca. La disminución de los recursos para solventar el gasto familiar nos mantendrá esbeltos por obviedad. Asimismo, un gato o un perro pueden contraer feas enfermedades del hígado y tener sobrepeso por comer demasiado, lo cual compromete su salud y la economía familiar. Gracias al impuesto a los refrescos y los alimentos para mascotas se reducirá el consumo hasta llegar a niveles en los cuales la sombra de las enfermedades asociadas a la obesidad nunca se verá. Gatos y perros esbeltos, causantes cautivos menos derrochadores, banqueros satisfechos y familias de comer austero significarán la cosecha de beneficios de la reforma “que el país necesita”. La salud financiera de los bancos y del gobierno al servicio de las trasnacionales  brillará muy en lo alto de los logros nacionales.

Si a las maravillas de la reforma hacendaria agregáramos los beneficios de la reforma energética y la educativa, tendríamos que el adelgazamiento de la anatomía ciudadana estará acompañado del correspondiente a la soberanía nacional y el cultivo de la inteligencia de nuestros niños y jóvenes. La esbeltez nacional decretada reduciría las adiposidades de la historia, los logros laborales y las conquistas sociales, haciendo posible ver la osamenta nacional sin el molesto y opaco contenido de nuestra historia, cultura y valores. Habríamos logrado la transparencia que algunos amargados pudieran llamar re-colonización nacional por parte de las empresas trasnacionales de la banca, el crédito, la alimentación, la energía y demás, pero ¿quién puede negar que la delgadez no exige sacrificios?

Así las cosas, un país sin rastros de la grasa de las tradiciones, la historia y la identidad estaría en las mejores condiciones para ser movido de acuerdo a las corrientes que soplan desde los organismos financieros internacionales. La esbeltez nacional cuesta independencia y libertad, pero es un lujo que el gobierno copetitlano cree que la OCDE, el FMI y el Banco Mundial se pueden dar.


El lunes 14 de octubre es el día del paro nacional contra las reformas copetistas. ¿Usted le va a entrar o, de plano ya se puso a dieta?

martes, 8 de octubre de 2013

De paseo por Copetitlán (2)

Ha pasado mucha agua bajo el puente copetitlano desde la toma de posesión presidencial. Han sido muchas y variadas las formas de demostración del silogismo sexenal donde el titular del Ejecutivo es un holograma y la televisión es la creadora de la realidad nacional. Un ejemplo reciente es el de la peruana Laura Bozzo que se disfraza de rescatista montada en la parefernlia gubernamental para condimentar un reality show que alimenta la certidumbre de que “no somos nada” ante el poder de la imagen. Así las cosas, la prueba de veracidad de un hecho corre a cargo de la televisión nacional en una incuestionable e indisputada propiedad de la realidad que cuenta con patente o registro contra cualquier intento de aprovechamiento ajeno a la empresa que la crea y transmite.

En esta tesitura, ¿puede el ciudadano común plantar cara a la influencia de la televisión? ¿Es posible disentir de las verdades reveladas por ese oráculo nacional que crea, da forma y distribuye ideas, costumbres, prestigio, modas y opiniones sobre casi todo? ¿Tendremos el valor de defender ese trozo de conciencia que flota en nuestro cerebro de la inercia contextual en la que nos asfixiamos voluntariamente? ¿Tiene caso mantener el aparato educativo cuando puede entrar en contradicción con los mensajes de las televisoras?

Al respecto, parece que la contradicción se resuelve a favor de las empresas mediáticas, ya que el poder copetitlano se transfiere por vía de las microondas que emanan de las antenas propiedad de los señores Azcárraga y Salinas y, en consecuencia, la labor de los maestros se contrapone flagrantemente a la de los locutores asalariados de las empresas que aquéllos dirigen. ¿Cómo se resuelve esta contradicción de intereses y prioridades en Copetitlán? ¡Muy fácil! La sabiduría copetitlana funciona según los principios de Pavlov y el estímulo televisivo genera una respuesta contundente: la “reforma educativa” debe servir para eliminar la competencia desleal que representa la labor docente, ya que distorsiona y desvirtúa los mensajes emitidos mediante ataques masivos de cultura general, historia, valores cívicos y conocimientos científicos, entre otros contenidos funestos para la labor mediática abierta o de paga.

¿Qué mejor forma de tener a raya a los maestros si no es que mediante el temor de ser fulminados por una evaluación estandarizada y sin contexto? ¿Cuál puede ser mejor mecanismo de control docente que el que afecta directamente su permanencia en el empleo? ¿Por qué no centralizar la operación del sistema educativo y hacer de este un simple reproductor de la ideología de la OCDE, el FMI y el Banco Mundial, en vez de aquella emanada de la historia patria y sus luchas por la soberanía y las libertades nacionales? ¿Para qué queremos un pensamiento libre y científico si nuestro destino neoliberal manifiesto es el de ser colonia de explotación energética? ¿Para qué se necesita cultura y tecnología nacionales en un país maquilador?

Si el mercado es limitado y la absorción de la fuerza de trabajo depende de la demanda de bienes importados, o los producidos por las maquiladoras extranjeras, ¿para qué producir técnicos de mediano y alto nivel? ¿Qué haríamos con los egresados de las universidades verdaderamente autónomas formados en valores nacionales y principios científicos sólidos, siendo que lo que se necesita es televidentes acríticos del reality show de moda que nos revele las asombrosas acciones de sus conductores frente a los estragos de inundaciones, terremotos, tornados, o actos de terrorismo internacional? ¿Para qué sirve la educación pública si se puede ofrecer la debidamente producida y editada por los medios electrónicos privados?

En este sentido, resulta lógico que el gobierno copetitlano haga su tarea de desmantelar el aparato productivo nacional mediante la liquidación de empresas y patrimonio que supongan una ventaja estratégica para la nación. Por eso se destruye la economía campesina, la posibilidad de desarrollar la industria, el comercio, la banca y el crédito, y con más razón los recursos energéticos y científicos nacionales. No vaya a ser que los consorcios extranjeros de la industria químico-farmacéutica, agro-alimentaria, automotriz, pesquera petrolera, eléctrica entre otros, se vayan a declarar decepcionados y ofendidos por los arrebatos de independencia y soberanía que pudieran surgir en el país. Desde luego que el peor enemigo a vencer es aquel que permite ver y juzgar la realidad tal cual es. Por eso la reforma educativa y la criminalización mediática a los maestros.

Con las “reformas estructurales” recomendadas por los organismos financieros internacionales, el sistema económico internacional podrá recibir una bocanada de aire fresco desde la periferia, y el enfermo ligeramente muerto en su fase neoliberal podrá disimular las fétidas emanaciones de su descomposición gracias a naciones como la nuestra, que sudan calenturas y lloran muertes ajenas, gracias a la educación que proporciona la tele, siempre presente y, sin embargo, tan ajena a nuestra realidad e intereses.


En el universo copetitlano, la honestidad y la objetividad son reos de herejía que merecen ser reprimidos y re-educados por la señorita Laura, Adela Micha, López Dóriga, Carlos Loret y otros de la misma ralea. La razón es simple: sólo la verdad es revolucionaria.

sábado, 21 de septiembre de 2013

De paseo por Copetitlán

El gobierno de la república petrolera de Copetitlán tiene una grave responsabilidad: convencer a la población de las bondades de importar gasolinas en vez de producirlas, ya que los costos políticos de la autosuficiencia pueden ser terribles. ¿A quién le gustaría padecer los agobios de la independencia en un mundo cada vez más estrechamente vinculado a las trasnacionales? ¿Qué ganamos con proteger nuestros cultivos de la mala semilla transgénica si esto ofende y decepciona a Monsanto y al mismísimo gobierno de Obama? ¿Para qué queremos el petróleo si con ello concitamos la envidia y codicia de Shell, Standard Oil, Texaco y demás pulpos petroleros en este mar de sardinas? ¿Qué va a decir Iberdrola si en vez de comprarle fluido eléctrico tenemos la osadía de producirlo en beneficio de los consumidores nacionales?

Hoy tenemos fuertes movimientos de protesta por la labor legislativa desarrollada por los representantes populares en obsequio a las iniciativas del presidente copetitlano. ¿Por qué protestan los maestros, los defensores el petróleo y los ciudadanos que no quieren alzas en los impuestos? Ya lo dijo el señor presidente: están desinformados. No logran entender las bondades de ser asalariados bajo un régimen de disminuciones de la capacidad de compra, aderezada por los mensuales incrementos al precio de la gasolina, más los costos crecientes e imparables de las subsistencias populares. ¿Qué no entienden que es importante tener una base laboral semi-desempleada y sub-empleada disponible para las maquiladoras, establecimientos de comida rápida y las mil y una franquicias que se instalan incentivadas por la baratura y abundancia de la fuerza de trabajo?

¿Acaso no es emocionante vivir en un país donde el empleo se evapora y la precariedad se convierte en norma laboral? ¿No entienden que es progreso poner al país en pública almoneda junto con las expectativas de bienestar ciudadano? ¿Qué pretenden con exigir estabilidad laboral y salario digno? ¿Creen que con protestas y plantones van a detener la marcha del progreso?

El gobierno de la república copetitlana debe proveer lo necesario para el cumplimiento de la Ley Suprema, así que los ajustes y modificaciones al marco constitucional  se vuelven necesarias para encajar con los supuestos del modelo económico que el estado neoliberal ha asumido como propio. Ya basta de nacionalismos embarazosos que nos ponen en entredicho con la Casa Blanca y los organismos financieros internacionales. ¿Usted se imagina el oso trasnochado de esgrimir argumentos en favor de la defensa de la soberanía nacional, los recursos naturales, el patrimonio energético, la biodiversidad, incluso la cultura y la historia? ¿Y la modernidad?, ¿y la puesta al día y a la vanguardia?,  ¿y la oferta del país como lugar propicio para las inversiones sin condiciones de respeto ambiental o cultural, o legal? ¿En qué plan quedaría nuestro máximo copete ante los sensibles y decepcionables mandatarios reunidos de la OCDE?

Se acusa al gobierno de ponerse al servicio de intereses extranjeros, pero no se entiende que ellos son palanca de progreso y desarrollo. Baste recordar la enorme aportación del extranjero en tiempos de Don Porfirio, sobre todo en materia laboral como lo atestigua la  explotación cuprífera de Cananea antes de la revolución, o la explotación maquiladora en la segunda mitad del siglo XX y los tiempos que ahora corren. Es verdad sabida que los extranjeros han enseñado a los trabajadores copetitlanos una lección maravillosa: vivir bajo la bota del capataz con un mínimo de recursos alimenticios y sanitarios es estar al día y a la vanguardia. Lo anterior ha dado fuerza a nuestra planta laboral que ahora ha sido favorecida por la actual reforma legal.

¿Que no ha repuntado el empleo?, ¿que la precariedad es norma vigente?, ¿que existe malestar general entre sectores empresariales y los trabajadores por la reforma hacendaria?, ¿que la gran mayoría rechaza los cambios a la Constitución en favor de la privatización de Pémex? Es cosa de profundizar el modelo y las reformas son para eso: la dependencia con el extranjero nos acerca a los beneficios del progreso y ya no tendremos por qué preocuparnos por los avatares de la soberanía nacional. ¿Que nos regresamos al estadio histórico de la Colonia? No hay tal, simplemente se trata de uniones estratégicas de beneficios asimétricos que servirán para que el sistema global siga funcionando.


Por fortuna para los propósitos del gobierno, se cuenta con las televisoras en la labor de inducción. Las reformas tienen una caja de resonancia de corte similar al Teletón y con similares beneficiarios como son los empresarios. El pueblo, la masa ciudadana, está para aportar sangre, sudor y lágrimas.

viernes, 6 de septiembre de 2013

El deber de informar

Como se sabe, el informe de gobierno es un acto esperado por la clase política y los ciudadanos a fin de conocer el estado que guarda la administración pública del país. Se espera que contenga pormenorizada cuenta de los hechos, acciones y resultados del gobierno en el período de que se trate, así como el anuncio de nuevas políticas que harán posible los supuestos del bienestar y el desarrollo nacional (http://definicion.de/informe/), aunque también puede referirse a algo amorfo, indefinido y hasta confuso y difuso (http://es.thefreedictionary.com/informe).

A estas fechas circula con cierta profusión en los medios una suerte de resumen fraccionado y pergeñado con los tonos más elogiosos y triunfalistas sobre su propia capacidad de incidir en el rumbo nacional de manera exitosa, futurista e imaginativa (http://www.presidencia.gob.mx/informe/). El documento parece no regirse por ninguna definición aceptada por los diccionarios en uso para situarse en los linderos del género literario de la fantasía, lo que conduce al lector a preguntarse “¿hablamos del mismo país?”, “¿Ganó la iniciativa de Fox de legalizar la marihuana?”, “¿me quieren ver la cara de tontejo?”, entre otras preguntas de inquietante actualidad.

Sin duda alguna el tema estelar por sus implicaciones es el de la llamada reforma energética. Mientras que el gobierno de Peña insiste en privatizar para abrir el cofre del tesoro futuro de México, el resto de América Latina replantea sus impulsos privatizadores y recupera la soberanía nacional en esa materia, dando reversa a la apertura petrolera (http://www.jornada.unam.mx/2013/09/06/opinion/032o1eco). Cosa parecida ocurre con la generación de electricidad, donde México se pone en plan de gestor de ganancias para la iniciativa privada en detrimento de la capacidad generadora dela C.F.E., con los consiguientes impactos negativos en el servicio y las tarifas, en perjuicio de la economía familiar (http://www.jornada.unam.mx/2013/09/06/economia/031n1eco).

Otro aspecto central es el de la reforma educativa, que ha sido impuesta al poder legislativo con total impudicia y que ha levantado protestas a lo largo y ancho del país, suscitando los más variados comentarios y análisis, donde destacan los que la señalan como regresiva, represiva, burocrática y violatoria del marco constitucional (http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2013/09/01/165619677-reforma-educativa-es-regresiva-violatoria-e-inconstitucional-especialista). Aquí se demostró que los representantes llamados diputados y senadores actuaron al margen de sus deberes constitucionales y se plegaron a un pacto clientelar que revela un nuevo corporativismo de estado al servicio del capital (http://www.jornada.unam.mx/2013/09/02/politica/003n1pol).

La reforma fiscal solamente parece confesar su indeclinable voluntad de servicio al capital extranjero y hacer lo que sea necesario para asegurar  las ganancias de los consorcios bancarios trasnacionales, a cambio de subejercicios presupuestales y mayores cargas a los ciudadanos (http://www.jornada.unam.mx/2013/09/06/politica/013n1pol). Aquí el acento vuelve a estar en la parte de sacrificar soberanía a cambio de mecanismos de colonización más agresivos por parte de los organismos financieros internacionales (http://www.jornada.unam.mx/2013/09/06/edito).

Mientras que se da formal libertad a rufianes de lujo como Raúl Salinas de Gortari y sorprendentemente a Rafael Caro Quintero, las cifras de homicidios en México tienen un repunte espectacular en lo que va del sexenio (http://www.jornada.unam.mx/2013/02/01/politica/009n1pol), a pesar de lo cual, el gobierno se empeña en seguir por la misma ruta trazada por Washington durante la gerencia de Felipe Calderón, quedando claro que la seguridad pública en México se vive mejor fuera de sus fronteras.

Si la vida cotidiana de los mexicanos cada vez es más azarosa, nuestra relación con el exterior adquiere las características del síndrome de esposa maltratada, ya que por más que EE.UU. se empeñe en ofender y burlarse de la dignidad nacional, el gobierno de Peña siempre encuentra razones para seguir en plan de lacayos del imperio (http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2013/09/06/112156054-presunto-espionaje-no-afectara-relacion-con-estados-unidos-pena-nieto). La pregunta acerca de cuánto vale para los gobiernos neoliberales la independencia, libertad y soberanía nacionales es inevitable. La respuesta llega pronto, como se puede leer en la prensa nacional y en los medios que dan cuenta de la participación del presidente de México en el exterior.

En la vida real mexicana, se sabe que somos un país petrolero, pero cada mes viene un aumento en los precios de la gasolina, y vemos que la canasta básica se aleja del alcance de nuestro salario; que la nutrición es materia reprobada y que la cobertura de los servicios es desigual, en un entorno donde la presencia de formatos de negocios extranjeros abaten a fuego graneado a los negocios locales. Cualquier se pregunta ¿dónde está el gobierno?, ¿a qué intereses responde?, ¿quién apoya al empresario local frente a las grandes cadenas extranjeras?, ¿cuál es el futuro de la educación nacional sin valores, principios y acciones que defiendan la cobertura, calidad y permanencia de la educación pública y en cambio se ven los avances de la privatización de los servicios en todos los niveles? ¿Qué hay de las conquistas de la clase trabajadora? ¿A dónde va el marco legal que las define y garantiza su vigencia?


Al parecer, México es una colonia de los intereses energéticos y financieros extranjeros. Se ha dado un golpe de Estado desde adentro. Lo que queda es la resistencia pacífica y la desobediencia civil, frente a un gobierno que va del cinismo a la hipocresía, que traiciona contumazmente su deber constitucional, que trabaja para el extranjero traicionando al país que debiera representar. El informe lo revela, la realidad lo confirma.

sábado, 24 de agosto de 2013

La desinformación somos todos

El viril reclamo del señor presidente de Copetitlán a los maestros protestantes por la reciente aprobación de dos leyes de tres ligadas a la flamante reforma educativa Copetista, tiene sentido: ¿a poco no es maravilloso tener un instrumento legal que facilite los despidos magisteriales y trivialice la evaluación y, en general el proceso educativo? ¿Acaso no es útil un instrumento que permita someter al sindicalismo magisterial a los designios de una presidencia que trabaja afanosamente para cumplir con las instrucciones de los organismos financieros internacionales? El líder nato de las fuerzas armadas nacionales y jefe de las instituciones copetitlanas lo ha dicho con claridad contundente y ejemplar resolución: Los maestros protestan “por desinformación” (http://www.jornada.unam.mx/2013/08/24/politica/007n1pol).

¿En qué cabeza cabe defender derechos y conquistas históricas en materia laboral? ¿A quién se le ocurre luchar por la estabilidad en el empleo? ¿Qué endemoniada influencia manejará las voluntades de los millones de docentes que buscan una mejor calidad de vida y trato respetuoso por parte de las autoridades? ¿De dónde sacarán que la mejora en las condiciones del servicio educativo redunda en beneficio  del proceso de enseñanza-aprendizaje? ¿Dónde tendrán la cabeza quienes suponen que los maestros son los principales artífices y opinantes de las mejoras en el sistema educativo nacional?

Seguramente el siempre informado y culto titular del ejecutivo copetitlano tiene la razón y no los rijosos maestros que bloquean calles y avenidas, interrumpen el suave fluir de los acuerdos legislativos y la disposición de los legisladores de cumplir y hacer cumplir la voluntad soberana del presidente, siempre atento a las mejores causas del neoliberalismo de guarache.

Igual se puede decir de las multitudes que se movilizan y protestan contra la reforma energética, ignorando las bondades de ser una colonia de explotación al servicio del imperialismo petrolero trasnacional, además de ser un paraíso de las empresas foráneas al ofrecer fuerza de trabajo barata, abundante y necesitada de migajas laborales, gracias a la reforma laboral y a la legalización de la tercerización del empleo, además de las facilidades de despido   (http://www.jornada.unam.mx/2013/08/24/economia/021n1eco) que le dan un atractivo importante a la inversión en México y a la operación y manipulación de la miseria y la desprotección laboral, a pesar de que el dinero fluye, pero en sentido contrario (http://www.jornada.unam.mx/2013/08/24/economia/021n2eco), de suerte que han salido del país 19, 628 millones de dólares, seguramente por la confianza que nuestros empresarios nopaleros tiene en el gobierno en curso.

Pero por si fuera poco el desastre laboral y académico nacional, los copetitlanos ven con emoción cuán cerca están de ser nuevamente una colonia petrolera, como antes de 1938, porque y quedó demostrado que no estamos para sufrir los horrores de ser ricos en petróleo y tener la pena de administrarlo sin decepcionar a los gringos o despreciar a los españoles, franceses y otros que con pleno derecho colonial aspiran a gozar de un pedazo de nuestra riqueza. Por otra parte, ¿para qué tener una empresa de clase mundial como Pémex, si no la podemos tronar? (http://www.youtube.com/watch?v=ONIfJXiY0xE).

No hay duda de que el señor presidente tiene la razón. El pueblo de Copetitlán no sabe apreciar las maravillas de la dependencia (financiera, tecnológica, científica, educativa, cultural, política, o comercial), de suerte que los que protestan, salen a las calles en marchas, bloquean congresos, organizan mítines, publican desplegados y artículos, se expresan en facebook, twitter y demás, no alcanzan a ver el profundo contenido de las reformas copetitlanas, por mala fe, por ganas de joder, o por simple desinformación producto de una educación nacionalista que pugna retrógradamente porque nuestro país sea independiente, soberano y libre.

Si estuvieran debidamente enterados, podrían llegar a la conclusión de que la libertad es una enfermedad socialmente viciosa, exigente, responsable y liberadora de la mente y el espíritu de los pueblos mediante la defensa cotidiana de lo propio, de los derechos históricos, de las conquistas actuales, de la calidad de vida y del respeto a la dignidad de cada uno de los ciudadanos de esta tierra. Tan horribles y exigentes responsabilidades son insoportables para un gobierno con conciencia de esclavo, de colonizado, que se apega a la dependencia como salvación en su mediocridad e indecisión. ¿Para qué ser libres si no sabemos qué hacer con ella? ¿Para qué tener empleo e ingreso digno si no sabemos cómo gastar prudentemente? ¿Para qué queremos petróleo, si no somos capaces de soportar el peso de los intereses trasnacionales sobre nuestras decisiones e intereses nacionales? (http://www.youtube.com/watch?feature=related&v=BZrLgwhmTtU&nomobile=1).


En Copetitlán, los dirigentes y los “enterados” lamen el lazo que los ata a las trasnacionales, se sienten felices de ser los lacayos del imperialismo gringo, celebran la pérdida de soberanía como la extirpación de un tumor canceroso de libertad y autodeterminación. Sin duda alguna, los que protestan por las reformas legislativas son unos “desinformados”.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Verdad de Perogrullo


Ahora que está de moda el tema de la legalización de la marihuana ofrezco al curioso lector algunas posibilidades de interpretación que, aunque no abordadas exhaustivamente, sirven para ilustrar el caso.

Si bien es cierto que el tema es inagotable, creo que se debe ver desde el punto de vista de las trasnacionales: Monsanto, gigante agroalimentario que produce veneno comestible para “abatir el hambre” internacional, se ha empeñado en abrir ventanas de oportunidades a no pocos empresarios “modernos”, de suerte que ya se oyen voces defendiendo el cultivo y la comercialización de la yerba.  En México es ya anecdótica la capacidad emprendedora de Vicente Fox, quien convirtió en patrimonio familiar la presidencia y ahora, en contacto directo con empresarios gringos, se empeña en dar el golpe económico mediante el cultivo y comercialización de este enervante que, como ha trascendido, no tiene nada de inocuo (ver liga: http://www.urgente24.com/217145-cripa-marihuana-transgenica-adictiva-y-cancerigena).

Los argumentos a favor no tienen desperdicio y va desde una simple referencia al mercado hasta otros como la prevención de accidentes: “si existe mercado para la marihuana sería ocioso ignorarlo,  así que vamos sobre el dinero”. Igual pudiera razonase respecto al tráfico de personas: “existe demanda para el cuerpo humano, así que vamos poniendo reglas para que el negocio funcione”, o ¿por qué no legalizar sin reparos las uniones homosexuales con derechos plenos, tal como funcionan las heterosexuales, considerando el poder adquisitivo de los gay y el impacto que esto tendría en la economía? ¿Cree que exagero?  Siga estas ligas: http://latinpost.mx/california-vive-auge-economico-por-bodas-gay/ , http://www.elobservador.com.uy/noticia/256333/gana-terreno-el-exigente--mercado-del-turismo-gay/ . ¿Qué si quieren reproducirse para completar la ilusión de familia? Pues pueden acudir a las empresas que se dedican a eso, como se advierte en la siguiente liga: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/07/23/actualidad/1374611147_796311.html . Como le decía, algunos argumentan a favor diciendo que con el consumo de la yerba se evitarían accidentes automovilísticos, ya que “no daña tanto como el alcohol”, y si una cosa se sustituye por otra, además de ser negocio redondo para los promotores y comercializadores, se tendrían menos muertos y heridos en las calles y carreteras.

Mientras que la economía internacional da tumbos por los senderos de la realidad que se resiste a la demagogia neoliberal, los gobiernos se empeñan en dar respuesta a los problemas sin salirse del guión de la ortodoxia fondomonetarista, con las consecuencias que vemos en Europa, particularmente en los emblemáticos casos de Grecia, Portugal, España, sin dejar de lado otros que como Alemania sufren congelamiento salarial y disminución de prestaciones sociales,  al grado de que los jubilados se ven obligados a buscar empleos temporales en una economía que depende de sus  exportaciones. El caso es que el horno económico no está para bollos y la situación se agrava si le agregamos la absurda dependencia de los hidrocarburos que alimenta el funcionamiento del aparato productivo y distributivo internacional, en desaire a las otras formas de energía que existen pero que aún no alcanzan a ser atractivas para los intereses de la industria y las finanzas.

Al respecto, el tópico de moda es el relacionado con el gas esquisto o pizarra, obtenido ahora mediante el sistema de la fractura geológica o fracking. Se supone que con la extracción del gas se atemperaría la dependencia que se tiene respecto al petróleo, por ejemplo, de Estados Unidos. Los proyectos de fracking menudean y la contabilidad de las futuras ganancias bulle en la cabeza de los empresarios del ramo sin considerar (¿por qué deberían hacerlo?) el daño potencial que este sistema ocasionaría a los mantos acuíferos y la estabilidad geológica del terreno (la liga que sigue detalla este asunto: http://lab.rtve.es/fracking/ ), con lo que se demuestra una vez más que la salud de usted puede ser un daño colateral en el avance de los negocios del imperialismo energético liderado por EE.UU.

Actualmente se alzan voces de alarma respecto a los impactos en el ambiente debido al nuevo sistema, aunque, como era de esperarse, ninguno de los consorcios energéticos  hace caso porque negocios son negocios y la ecología bien puede esperar. Lo anterior es relevante ya que México es uno de los campos de inversión trasnacional más apetecibles en materia de darle palos al ambiente y contaminar los recursos naturales de que aun disponemos. ¿Con la reforma energética de Peña Nieto, estaremos legalizando la depredación de aguas, suelos y espacio? ¿Habrá sido usado como papel higiénico la letra y el espíritu del artículo 27 constitucional? ¿El gobierno prianista de Peña Nieto se dará el gusto de lograr para los EE.UU. la derogación del dominio de la nación sobre sus recursos naturales? ¿Se fortalece y magnifican los Acuerdos de Bucareli? (Ver el artículo: http://www.jornada.unam.mx/2004/01/09/016a2pol.php , así como también el libro: http://www.inehrm.gob.mx/cdigital/libros/revolucion/bucareli.pdf).  

Otro tema es el de los pagos por concepto de inscripción y reinscripción en la Universidad de Sonora, lo que ha ocasionado molestia entre los estudiantes. El problema se agrava dado que las autoridades publican requisitos de inscripción que incluyen el pago de colegiaturas a la par que hacen aclaraciones que no desvirtúan el propósito de cobro. ¿Hablaremos de una privatización silenciosa en la educación superior? ¿Habrán abandonado los principios que le dieron vida a la UNISON? ¿La institución ahora se dedica a crear deudores estudiantiles? ¿Qué pasa con los subsidios que otorgan el gobierno federal y el estatal a partes iguales? Si no alcanza el subsidio, ¿por qué no se lucha por aumentarlo, en vez de afectar la economía familiar de los estudiantes? (http://www.critica.com.mx/vernoticias.php?artid=49554&mas=3).

Los anteriores asuntos no pueden menos que darnos una idea de que actualmente la economía, en este caso neoliberal, rige la moral y las costumbres, y que detrás de cada iniciativa “moderna”, de “derechos humanos”, de “equidad”, se esconde un economista que perdió la brújula de la ética profesional y cayó en garras de la trivialidad mercantil, convirtiéndose en un mercenario económico que en vez de trabajar en favor de los intereses de la clase trabajadora, del ciudadano común que lucha diariamente por llevar una vida digna, está al servicio del capital. Pero esta perversión profesional no viene sola: los valores e intereses del mercado termina nulificando los de la sociedad, por eso se promueven mecanismos y productos que sólo fortalecen al sistema dominante a costa del pueblo trabajador, afectando el bienestar social, la conciencia ciudadana y la identidad nacional.

Podemos concluir con la idea de que no existe solución verdadera a nuestros problemas cuando proviene de los intereses que los ocasionaron. Verdad de Perogrullo que en estos tiempos de estupidización neoliberal resulta ser novedosa. Urge una toma de conciencia.




viernes, 2 de agosto de 2013

Lugares comunes

El problema del bloqueo carretero alcanza la trascendencia de ir como tema al poder legislativo federal y una diputada panista propone poner fin a este asunto. Desde luego que la iniciativa panista tiene el respaldo de un nutrido sector empresarial que se declara afectado por la suspensión intermitente del tránsito en el sur del estado. Seguramente la exigencia de hacer cumplir la ley irá acompañada de las consideraciones sociales y políticas del caso, de otra forma se supondría un acto de represión a una manifestación conjunta de los yaquis y los agroempresarios de Cajeme, donde los segundos se atrincheran tras la fracción yaqui beligerante.

Aquí se ven dos vertientes igualmente espinosas del asunto: por un lado, el derecho que reclaman los indígenas otorgado por el Presidente Cárdenas y por otro, los intereses de los agricultores que siembran más del 90 por ciento de la superficie cultivable. Quizá valdría la pena revisar primero qué proporción reciben los yaquis de los beneficios de la agricultura del Yaqui y dilucidar las causas de su pobreza, ignorancia y marginación, y atacarlas con verdadero sentido justiciero, antes que lanzarse contra obras que pudieran tener una utilidad pública aun no del todo valorada con objetividad. Lo anterior viene al caso por las recientes revelaciones del fracaso de las desaladoras en España, así que bien se pudiera estudiar en serio la viabilidad de tal o cual solución, más allá de los intereses de los empresarios del norte o del sur. En todo caso, es la sociedad sonorense, yaquis incluidos, el sujeto prioritario de la acción gubernamental, y no personajes o grupos que huelen a tráfico de influencias, impunidad y una falta de respeto a la ley como pocas veces se ha visto.

En otro género de asuntos, el asesinato de una joven por parte de un extranjero oriundo de la India, ha despertado una especie de afán clasificatorio donde la especificidad sexual parece avasallar la gravedad de la privación de la vida de todo ser humano. Es decir, ahora se insiste en legislar para codificar el delito de feminicidio, siendo que ya está normado el asesinato y perseguido por la ley. ¿Para qué especificar el delito por sexo? ¿Qué no basta que la ley persiga y castigue a quien quita la vida de otro, sea el que sea su sexo? Aquí deben considerarse ciertos agravantes, como son la brutalidad del acto, la ferocidad, la alevosía, entre otros, o los atenuantes: que si fue accidental, producto de la obnubilación mental, etcétera. Si está demostrado que el asesinato fue viciosamente cruel, con premeditación, alevosía y ventaja, con inusual ferocidad, entonces bastaría con que el juez a cargo dictara la sentencia que corresponde en justicia. De esta suerte, el dolor y el horror familiar no cesarían, pero tendría el consuelo de una pronta respuesta legal y el castigo que la norma vigente permite.

Lamentablemente, el aparato judicial mexicano lejos de aplicar la ley se conforma con guardar las debidas apariencias para tarde o temprano legitimar la acción delictiva, sea por falta de evidencias, por errores procesales que terminan beneficiando al delincuente, dejando en los afectados y sus familias una inacabable sensación de burla.

¿Qué caso tiene inventar nuevas categorizaciones penales o  civiles cuando no se está en disposición de acatar y aplicar la ley tal cual es? ¿Para qué legislar si en la práctica cada nueva ley solamente sirve para evadir el problema de fondo, que es la falta de voluntad política y administrativa para cumplir la ley? Guardando las proporciones, pero lo mismo ocurre en los asuntos nacionales de carácter político: ¿Para qué se firman pactos si cada uno de los actores bien pudiera sujetarse a las normas de relación política formalmente establecidas en el país y el mundo? ¿Qué no basta con que cada cual cumpla estrictamente lo que es su obligación cívica, política y legal? Sin embargo, el gobierno y los actores político-electorales  se empeñan en convocar a actos protocolarios de fuerte sabor mediático, que únicamente fortalecen la idea popular de que la ley como tal o la justicia como tal no bastan para garantizar la coexistencia armónica entre personas o grupos. ¿Será que al letra de la ley es demasiado pequeña como para ser vista y acatada? ¿Padece el sistema judicial y administrativo de la nación alguna enfermedad auditiva o visual? ¿Se requiere la estridencia para que la verdad o la justicia sean audibles?

Por desgracia, el producto neto de estos excesos es la disminución del valor real de la ley para cualquier efecto práctico y, como consecuencia, el deterioro de la imagen pública de legisladores y funcionarios, con lo que se termina por establecer la desconfianza como clima de las relaciones y, por tanto, el cinismo pasa por sinceridad y la hipocresía se viste de galas solidarias y subsidiarias con la delincuencia organizada: la leperada triunfa en el sector público y la corrupción campea en el privado.

Los despropósitos, las ridiculeces, la fraseología vacua y francamente estúpida de los políticos emanados de los partidos neoliberales sólo compite con la que se produce en las  filas de la izquierda electoral sobre todo cuando se trata de justificar alianzas con supuestos enemigos ideológicos, por ejemplo entre el PRD y el PAN. ¿Qué caso bien fingir tener posiciones políticas diferenciadas si en el debate político termina apoyando medidas que antagonizan con las libertades y derechos sociales y económicos de los ciudadanos? ¿Cómo se explica usted la firma conjunta del Pacto por México entre PRI, PAN y PRD? ¿Dónde está el proyecto de nación que caracteriza o debiera caracterizar a  cada opción política? ¿De plano, han desaparecido las diferencias ideológicas en aras de obtener posiciones electorales? ¿La corrupción y las complicidades apátridas son el estilo de hacer política en México? Si el sistema es corrupto y corruptor, ¿qué resultados se esperan si se sigue actuando dentro de los límites del sistema?


Como vemos, estos son algunos de los lugares comunes que el cansancio ciudadano termina por dejar de lado en las consideraciones de su práctica política. Sucede que el agotamiento trabaja a favor de la apatía, el desinterés, la decepción y el abandono, apoyado en la manipulación informativa, la deshonestidad de las dirigencias, la ignorancia y abulia de las bases, la flojera y el desgano en la participación social. Como que es tiempo de replantear lo que queremos y debemos hacer, medir tiempos y plantear objetivos alcanzables, sin histeria, pero con amplitud de miras. Pensemos cómo queremos que nos encuentre el futuro y aceptemos que debemos trabajar en los aspectos operativos de la utopía y tender puentes entre lo que tenemos y lo que necesitamos.