“No se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo” (Proverbio inglés).
Se empiezan a manifestar grupos empresariales en favor de la solución propuesta por el gobernador del estado, consistente en construir una presa adicional cercana a El Molinito, un acueducto y una nueva desaladora, para garantizar el abasto de agua en los próximos 30 años, se dice.
Claro que también hay señalamientos respecto a la necesidad de poner orden en la distribución del líquido, desde corregir los problemas de la red de distribución hasta el destino real del caudal, lo que sugiere revisar y corregir los problemas con las tuberías, válvulas y demás, sin dejar de lado lo que se factura y lo que no, es decir, los destinos que resultan favorecidos irregularmente y que pueden representar una cifra gorda sin beneficio para la comunidad.
Las lluvias abundantes de los últimos días aportan una cantidad esperanzadora para el llenado de las presas locales, lo que significa que el abasto pudiera asegurarse si las cosas siguen por el rumbo que van, aunque los daños colaterales de la bonanza hídrica pongan en aprietos a las calles, avenidas y bulevares de la ciudad capital.
Hermosillo como ciudad de los baches (Bachilandia, pues) quizá no carezca de agua en esta temporada, pero seguro que dará trabajo a las gentes del mantenimiento de la infraestructura urbana y a los propios funcionarios de protección civil. Unas por otras.
Parece que la temporada monzónica que propicia precipitaciones pluviales extraordinarias no logra sofocar el incendio mediático que los Claudios X y contlapaches empresariales, mediáticos y aspiracionistas nopaleros han desatado por aquello de las pizcas del 2024.
Pena ajena ante la vociferante vacuidad argumental, las victimizaciones, los alaridos de rabia y frustración, el truqueo de videos y declaraciones, la lastimosa producción de memes que revela el vínculo entre el recto y el cerebro de la derecha pedorra.
Sí, de esa derecha simiesca que inunda las redes para provisión del análisis sociológico de los observadores informados, de los estudiosos de ese miserable gusano político que se retuerce.
La insistencia mediática de ciertos actores políticos de llamar “terrorismo” a los actos violentos y siempre condenables de las agrupaciones criminales parece una llamada a la intervención de los gringos, cuya vocación es y ha sido la de patrocinar insurrecciones, asonadas, golpes de estado e inestabilidad política y social en cualquier país que no requiera respiración asistida.
Es claro que para algunos trabajar por los intereses extranjeros es prioritario, bajo el supuesto de que la subordinación es progreso, modernidad, bienestar. El concepto de Patria les resulta difuso, confuso y hasta inconveniente porque implica lealtad a valores y principios superiores a la reducida y no pocas veces mezquina aspiración personal, chata e inmediatista.
Para el Norte global la soberanía e independencia nacional son conceptos que están bien en los discursos, al igual que la alusión a la democracia, las libertades y el estado de derecho, pero en la vida real son los negocios, el dinero, el poder y la imposición de normas y pautas de conducta social, e individual, la clave de su imperialismo ideológico, económico y cultural.
El nuevo orden mundial, liderado por los centros financiero-industriales-militares que ahora actúa con su brazo armamentista encarnado en la OTAN avanzando hacia el Este, y progresa en la medida en que la conciencia de los ciudadanos es adormecida por el poder mediático, por la ilusión de que la solución viene del exterior, que no podemos nada ante la fuerza y la sabiduría de ese vecino que invade territorios, conciencias, y voluntades. Al parecer, en Latinoamérica, Europa y el Asia occidentalizada padecemos el Síndrome de Estocolmo de manera preponderante.
Los críticos “porque sí” del actual gobierno dejan de lado el contexto internacional, el resquebrajamiento del modelo unipolar patrocinado, sostenido e impulsado por Estados Unidos y satélites europeos, tanto como las nuevas formas de guerra que se extienden por el globo y el hambre occidental de petróleo, litio y agua.
Será por eso que algunos, mentalmente colonizados, se oponen rabiosamente a los proyectos que buscan la recuperación del espacio económico nacional, a las reformas legislativas que garanticen el dominio de la nación sobre sus recursos naturales, sobre su riqueza minera, energética, hidrológica y cultural.
Es claro que no entienden que México ya no debe ser visto como una colonia de explotación al servicio del Norte global desarrollado, siniestro vigilante autoproclamado de las buenas costumbres políticas globales que se asume como garante de la democracia y los derechos humanos, y del mejor aprovechamiento de los recursos tangibles e intangibles de las otras naciones, en su propio beneficio.
El camino de la regeneración nacional es duro, pero seguramente lo será más la voluntad del pueblo de ser un agente activo de su propio desarrollo y bienestar, de su independencia y fortalecimiento de su identidad.
Pero, volviendo a Bachilandia y sus milagros, se espera una mejor administración del agua, justicia para los pensionados y jubilados del Ayuntamiento y pronta recuperación de la escuela Leona Vicario por parte de los padres de familia y alumnos de ese añejo y significativo plantel; sin olvidar, desde luego, la recuperación de la vida y salud del Río Sonora, envenenado por Grupo México.
1- Ordenar la distribución del agua en donde el consumo humano es prioritario.
ResponderEliminar2- No caer en el error de politizar el tema y desperdiciar el líquido en agro titanes y renta parcelas que producen solo para
consumo exterior.
3- Promover en el sector privado y público la inversión en Saneamiento para reducir el consumo en actividades de consumo no humano.
4- Bachilandia no es exclusivo de Hermosillo porque quieras o no cd. Obregón le saca cabeza y cuerpo a tu Hermosillo.
5- Tipos de derecha en México, todas y todos ríen él mismo comportamiento cuando logran el poder; conservadores, populistas, liberales.
La izquierda en México no existe; ideológicamente hablando ni partido político que la represente.
6- Por desgracia al litio, petróleo y demás referido a la energía, a eso agréguele él maíz, trigo y fertilizantes lo anterior por falta de una planeación estratégica de los recursos de las regiones del país y el Cáncer económico presupuestal, que es la corrupción.
7- No hay cambio en él comportamiento político partidista, no existe un desenvolvimiento positivo sino que continuamos empantanados en un régimen político administrativo a ultranza.
8- No se una luz a corto ni mediano plazo de un cambio real que lleve al país a nuevos y mejores estratos sociales y económicos donde la producción sea la base de mejores condiciones socioeconómicas, socioculturales y sociopolíticas.
Saludos