lunes, 20 de abril de 2020

Notas de cuarentena (2)




Bueno, pues parece que los contagios de Covid-19 van en aumento, lo que recuerda de qué se trata una epidemia, sea de SARS, de H1N1, o algún otro coronavirus. Usted sabe que los virus son altamente especializados, que han evolucionado de tal manera que son máquinas perfectas de sobrevivencia, lo cual resulta una forma de confirmar aquello de que “menos es más”: Básicamente su estructura es minimalista, compuesta solamente de un núcleo de RNA, una cubierta de proteína y grasa, que le sirve para fijarse donde le dé la gana.

No negará usted que son una maravilla de la evolución y una fuente importante de chamba para el sector salud porque, ¿qué sería de los infectólogos, epidemiólogos, virólogos y especialidades afines si no existieran? Mucho tiene que agradecer la industria químico-farmacéutica a la diversidad y magnitud de los virus.

La existencia de virus está ligada a procesos complejos que expresan las transformaciones sucesivas que ha sufrido nuestro planeta, desde el punto de vista de la historia de los materiales orgánicos, de la aparición de las especies animales y vegetales, de las interacciones entre seres vivos, donde cabe subrayar las del Homo sapiens.

En la actual epidemia ocasionada por el virus SARS-Cov-2, que ocasiona la enfermedad respiratoria llamada Covid-19, se confirma una vez más que la higiene y la distancia son dos buenas maneras de permanecer sano y de no morir en el intento.

Asimismo, queda claro que la comorbilidad, es decir, la presencia de uno o más trastornos (hipertensión, diabetes, cardiopatías, obesidad, tabaquismo, entre otras) además de la presencia del virus, puede determinar qué tan grave puede ser para su salud el estar expuesto al contagio. Si usted es gordo-gordo, diabético, hipertenso, con broncas renales, entre otras lindezas de salud, seguramente su sistema inmunológico estará débil y es verdad sabida que la debilidad permite que cualquier bicho oportunista llegue y pase como Pedro por su casa, o como Juan, si se prefiere.

Aquí viene al caso decir que somos lo que comemos, con dedicatoria a los seres vivos pensantes que habitan alrededor de las taquerías, de las carretas de hot dogs, de los pastelillos industrializados, y todas aquellas cosas que no sólo son sabrosas sino adictivas porque chorrean grasa, sal o azúcar.

El bicho causante de Covid-19 tiene especial predilección por las personas que padecen de alguna enfermedad crónico-degenerativa, además de quienes están en la “tercera edad”, aunque cabe aclarar que no se trata nomás de estar viejo, sino que su sistema inmunológico no funcione como debiera ser. Hay viejos que salen adelante con esta y otras enfermedades, así como hay jóvenes que fallecen a causa de estas.

Al momento de redactar esta nota, en Sonora había 152 casos confirmados, de los cuales una mayoría presentaba alguna enfermedad preexistente, de manera que quienes tengan algún detalle de salud, deberían considerar seriamente no exponerse al contagio, guardando la sana distancia, permaneciendo en casa si no hay necesidad de salir y, si presenta síntomas, quédese en casa con más razón y use cubrebocas, para evitar que alguien más de su familia salga raspado.

Se ha demostrado que el bicho en comento es enemigo de la sociabilidad humana, así que póngase en modo Grinch y deje los saludos, apapachos y demás interacciones presenciales para mejores tiempos. Es cuánto.




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