“Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa” (Montesquieu).
Como era de esperarse, pasó sin objeción la propuesta del gobernador para titular de la Fiscalía sonorense. Las manos levantadas revelaron que la ley de gravedad puede ser vencida cuando hay voluntad política de obsequiar un “sí” al jefe del Ejecutivo del Estado, así que Gustavo Salas, doctor en Derecho Penal es el ungido.
Los señalamientos del grupo Buscadoras por la Paz Sonora, A.C., referidos a sus antecedentes de espionaje y violencia contra defensoras de derechos humanos y periodistas cuando el hoy fiscal era el titular de la Subsecretaría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), durante el gobierno de Peña Nieto, sonaron tanto como el pedo de un muerto en despoblado (El Imparcial, 23/04/2023). Pero Fiscal habemus.
De entrada, le confieso que cualquier funcionario “de alto nivel” incubado en los gobiernos del Fox, Calderón y Peña Nieto me produce agruras, una sensación de traición anticipada por el simple análisis de los antecedentes.
No sé si será prejuicio, una mala opinión por venir de la cloaca política y administrativa del Prian, pero si las cosas se juzgan sin su contexto nos quedamos con el título universitario, con la “experiencia” en cargos que huelen a podredumbre posfechada gracias a personajes tan conocidos como García Luna, entre otros que forman parte del elenco en el anecdotario judicial binacional.
¿Seremos víctimas de un engaño colectivo donde la legalidad por encargo suple a la justicia? ¿Los ajustes de cuentas y pagos de deudas corren a cargo del Poder Judicial en cualquiera de sus dimensiones?
No lo sé. Lo que sí sé es que cuando hay antecedentes que ponen en duda la idoneidad de una candidatura o propuesta, el asunto debe revisarse con calma y decidir sólo cuando se tiene claro que las acusaciones contra el postulante son infundadas.
Espero que los diputados hayan valorado las manifestaciones a favor y en contra y, más allá de lo apantallante de los cargos y títulos, se haya actuado con justicia y no por consigna. Sería trágico de no ser así.
En otro asunto, Hermosillo se viste de fiesta pueblerina con cierre de calles, avenidas y bulevares por el aniversario de la fundación de la ciudad capital de Sonora. Una megafiesta con tintes rancheros en una ciudad cuya dinámica poblacional y de transporte son un verdadero dolor de cabeza parece una broma. Pero no lo es.
Los festejos siempre ocasionan una buena derrama de dinero, flujo turístico, mayor movimiento comercial, pero optar por la idea de la festividad popular focalizada en ciertos puntos neurálgicos, como en el cruce de Luis Encinas y Rosales, suena a constipación vial en grandes proporciones. Pero viva la fiesta, convertida en el escenario de la pobreza cultural del Ayuntamiento.
Para los que sospechan que México está siendo tratado con la misma receta que otros países de Latinoamérica y más allá, mediante los golpes de estado legislativos con el fin de detener la “ola izquierdista impulsada por Cuba”, Venezuela u otros infiernos ideológicos, les sea fácil reconocer la creciente intervención del Tío Sam en muchos asuntos de interés regional, por ejemplo, energía limpia, puertos, minería en general y Litio en particular, además de moral pública y limpieza administrativa, donde destaca el regalo que significa el Plan Sonora para los “inversionistas” de allende el Bravo.
La extralimitación de las facultades del Poder Judicial, ya en plan de enemigo del Ejecutivo y el Legislativo, hizo que a la estabilidad institucional se la cargara el payaso, lo que en simples y llanas palabras es un ataque directo contra México, alentado y patrocinado por nuestros vecinos del norte y ejecutado por mexicanos maiceables y amigos de las embalsamadas consignas de los tiempos de la guerra fría.
La reumática falacia de las intervenciones gringas como sinónimo de libertad y democracia queda documentada, como se puede ver en Irak, Afganistán, Libia, Siria y otros países con olor a petróleo e ideas propias. Queda claro que complacer los vicios y perversiones de los gringos es como dispararse un tiro, no en el pie sin bastante más arriba.
En igual sentido, es absurdo imitar los usos y prácticas normales de su gobierno, las trapacerías entre agencias, donde la DEA señala con dedo flamígero a México por el asunto del fentanilo y el creciente número de muertos y consumidores afectados por la droga, pero que es demandada rabiosamente en las calles donde los traficantes hacen fortunas instantáneas.
El combate a las drogas suena a chiste cuando se recuerda el papel de la droga en el escándalo Irán-Contra (ver Wikipedia), o el auge de la producción de opio a partir de la intervención de EUA en Afganistán, o la demanda masiva de drogas adictivas y su venta legal, con plena conciencia de la DEA (La Jornada, 25/05/2023). El doble rasero como norma moral.
Sin duda EUA es un buen ejemplo a evitar, donde la mano del Ejecutivo no sabe lo que hace la judicial, y donde el Legislativo trabaja para las empresas transnacionales y hace que florezca la industria militar.
Como quiera que sea, la traición flota en el aire, y el Poder Judicial está marcando la nota. ¿Sonora estará blindada o ya forma parte del enjuague? La duda me corroe las pestañas.
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