Notas Sueltas es un espacio de opinión sobre diversos problemas de carácter social, económico y político de interés general. Los comentarios pueden enviarse a: jdarredondo@gmail.com

viernes, 31 de julio de 2015

Ausencia cuestionable

                                            
                                             “Sólo es hombre bueno el que lo es para todos” (Publilio Siro).

Hermosillo se pone en el mapa del vandalismo público y privado como nunca en nuestra historia reciente. La ciudad se cae a pedazos mientras el municipio queda bajo amenaza de envenenamiento colectivo gracias al patrocinio de Grupo México y el apoyo complaciente del gobierno en sus tres modalidades y competencias, dado que el derrame tóxico debe interesar tanto al federal como al estado y, desde luego, al municipio, lo cual no necesariamente ocurre en sentido que la población demanda.

Tenemos una cada vez mayor incidencia de problemas de salud personal y social, debido al aporte significativo de la delincuencia organizada o espontánea que dan cuenta de la cara fea y ridícula de una sociedad en crisis. ¿Qué conducta se puede esperar de quienes apenas sobreviven con trabajos eventuales, sin empleo o condenados a una vida de privaciones formalizada en menos de tres salarios mínimos? ¿Cuál es la respuesta de un padre de familia agobiado por la lejanía inaccesible de los bienes de consumo familiar? ¿Qué debemos esperar de una madre atenida a las condiciones de vida miserables e inseguras de un matrimonio juvenil hecho al “ai se va”. ¿Cuánto dura el amor y el respeto cuando no hay qué comer porque no hay empleo e ingreso disponible? 

Ahora que ha llovido con cierta frecuencia y copiosidad, Hermosillo se revela como una ciudad expuesta a los eventos naturales y el municipio acusa una vulnerabilidad preocupante en cuanto la calidad de vida y el suministro de los bienes naturales y sociales que requiere para su existencia y desarrollo. El agua y la delincuencia se convierten en preocupaciones centrales de las que el único que aparenta ser inmune es el gobierno, gracias al expediente facilón de que “ya se van”. Pero, a pesar de que los días del gobierno se agotan, las acciones no parecen estar encaminadas al cumplimiento del mandato sino a cubrir huellas sospechosas que quedan como manchas indelebles, magnificadas por el desorden estatal que asombra por su viciosa rapiña.

La prensa nos informa que el parque vehicular de la policía y tránsito se encuentra prácticamente abandonado, convirtiéndose en chatarra día con día por “falta de mantenimiento”; que sale muy caro dar mantenimiento al parque recreativo de La sauceda, así que el gobierno espera concesionarlo a particulares mientras que opta por su abandono. Los robos, asaltos y asesinatos llenan las páginas de los periódicos y dan de qué hablar en las reuniones sociales y los encuentros casuales en vía pública; el tema de conversación recurrente es la amenaza que se cierne sobre Hermosillo debido a los contaminantes que arrastran las aguas y depositan en la presa El Molinito, proveedora de agua al municipio, así como los crímenes que se cometen y que van de asaltos en cajeros automáticos hasta asesinatos por riñas, violencia intrafamiliar, asuntos ligados al crimen organizado, rencillas personales, o simples arrebatos de frustración que estallan sobre la cara maquillada de una economía en colapso.

Cansa. Verdaderamente harta saber que se investiga a tal o cual funcionario por manejo indebido de recursos públicos, de enriquecimientos sexenales o trianuales, pero que no terminan de ser juzgados conforme a derecho; enerva y crispa recordar que la impunidad puede ser transexenal, independientemente de que el gobierno sea del PRI o del PAN, como es el caso del obsceno aval de políticos del PRI a la “solvencia moral e intachable conducta” de los dueños de la guardería ABC aun gozando de obscena impunidad. Desespera la manipulación de la información sobre el daño ecológico y los riesgos y peligros que enfrentan los pobladores del río Sonora, Bacanuchi y San Miguel por la absurda complacencia de las autoridades, que ante los excesos y abusos  contra los pobladores rivereños y del área rural de Hermosillo, salen a dar explicaciones que solamente cubren la apariencia de comunicación siendo opaco e impenetrable el escudo protector contra los delincuentes que lo mismo contaminan el agua y la tierra que inundan y arruinan el patrimonio de las familias.

Mientras que en Sonora nos desayunamos con las noticias de los fraudes perpetrados por las figuras del gobierno en turno, los cortes de energía que sufre Cananea gracias a que la Comisión Estatal del Agua no ha cubierto su adeudo a CFE, rumiamos el dato de que Pemex ha sufrido pérdidas por $84 mil millones de pesos acumulados en el segundo trimestre del año, y que la CFE ha perdido $35 mil millones de pesos en este año. 

El deterioro de la economía productiva y la ambiental viene acompañado de la destrucción del tejido social, de la unidad familiar, del conjunto de valores que nos unen y protegen como conjunto humano, y aun así, muchos de nosotros no somos conscientes de que los problemas solamente pueden aumentar y que una solución no se va a dar mientras sigamos “resolviendo” los problemas de la misma manera. La evidencia más clara es que cada elección seguimos votando por los mismos, en una curiosa relación de dependencia que borda en los terrenos del sado-masoquismo y escribe con letras de sangre la oscura pulsión suicida de la parte inconsciente y apática del pueblo mexicano. Tan es cuestionable la ausencia de gobierno como lo es la cómoda y facilona complicidad social.  


Para concluir este comentario, ¿de verdad queremos cambiar? ¿Nuestras quejas y lamentaciones son auténticas y llevan consigo el ánimo de resolver, o solamente expresan algún tipo de reacción que permanece dentro de los límites de lo políticamente correcto sin ir más allá de formar una nueva ola de opinantes molestos pero alineados? Usted dirá…

sábado, 25 de julio de 2015

Hablemos de rescates.

                                                "Gobernarás a muchos si la razón a ti te gobierna" (Séneca). 

La representación Shriners en Hermosillo parece ser bastante nueva ya que el representante estatal de esa organización acusa desconocimiento de su existencia, de suerte que todo puede esperarse cuando una entidad fantasmal gestiona una obra del tamaño de un hospital especializado a construir en un terreno de 35 mil metros cuadrados cuyo dueño original es el ayuntamiento, mismo que fue “donado” para los fines arriba señalados a esa organización filantrópica sin que mediara solicitud autorizada. Es decir, el presidente municipal planteó al cabildo de Hermosillo la donación argumentando el interés de la organización Shriners de construir un hospital, pero los representantes legales en el estado no cuentan con la información respectiva, no estaban enterados del proyecto y ni siquiera de la intención, no han hecho ninguna solicitud y no conocen a la persona que se dice representante en Hermosillo.

Las preguntas obligadas: ¿por qué el alcalde López Caballero da curso formal a una solicitud que no fue hecha por los conductos oficiales normales? ¿Dónde está el oficio donde Shriners manifiesta oficialmente su intención de construir un hospital en Hermosillo y solicita la donación del terreno? ¿En qué momento se dio el contacto de Shriners hacia el ayuntamiento y en qué forma se llevaron a cabo las negociaciones propias de una desincorporación inmobiliaria de ese tamaño? ¿Hay actas de estos encuentros formales? Mientras avanzan los pocos días restantes del trienio, bien se puede especular e incluso fantasear acerca del trasfondo de una gestión por lo menos extraña.

No menos intrigante es la posible aunque negada venta del delfinario por parte del gobierno del estado, a fin de paliar el enorme hueco que tiene el fondo de pensiones y jubilaciones del Isssteson. Como se sabe, en ese lugar se proporcionan terapias gratuitas que han beneficiado a muchas personas con problemas de motricidad. La eventual pérdida significaría dejar de oportunidades de recuperación a un número considerable de pacientes.

Por otra parte, en el nivel del gobierno federal del priista Peña, las cosas no son de color de rosa. Coneval reporta que durante los dos primeros años de gobierno aumentó en dos millones el número de pobres, lo que significa que uno de cada dos mexicanos es pobre. De todo el universo poblacional, solamente el 20.5 por ciento (24.6 millones de mexicanos) no están en pobreza y tienen cubiertas sus necesidades (La Jornada, 23/07/2015). A pesar de que “numerito habla”, la administración insiste en su labor depredadora y la desnacionalización de los activos energéticos parece ser prioritaria, aun teniendo en contra el nivel desfavorable de los precios del petróleo y el más elemental sentido común y la defensa de los recursos nacionales. A contra lógica, la titular de Sedesol, Rosario Robles, presume que no hay por qué cambiar porque “vamos por el camino correcto.”


Al parecer, los genios económicos del régimen no toman en cuenta la triste realidad y las consecuencias de la estrecha dependencia de nuestra economía con el dólar y los intereses energéticos de EE.UU. Cuando la lógica sugiere diversificar fuentes energéticas, mercados y desarrollar tecnología propia, fortaleciendo la educación, la investigación y la industria nacional, el gobierno se muestra terco en aumentar la dependencia, acabar con la planta productiva nacional y ser un consumidor modelo, un país maquilador, dependiente hasta en la impartición de justicia y en los modelos de seguridad social.

Cada tanto se advierte del fracaso económico nacional y de los peligros de la dependencia, pero parece que el éxito de otros países latinoamericanos no nos llega a la conciencia, no significa un ejemplo a seguir; por ejemplo, Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba, que han tenido que poner cara al asedio internacional por atreverse a ser libres y soberanos. Vemos el ejemplo de países que se negaron a ser rehenes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y, con los trabajos del caso, lograron salir adelante, más allá de “rescates” perversos que solo significan más deuda y sacrificios para el pueblo. Recientemente Evo Morales, presidente de Bolivia, decía satisfecho que está mejor un país cuando no tiene que nada que ver con el FMI.

Al respecto, el pueblo griego se ha preparado para resistir un segundo paquete de reformas, tras la oprobiosa aceptación por parte del gobierno de las condiciones impuestas por el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI, que se traducen en más austeridad, menos salario, menos seguridad social, menos pensión y más tiempo de jubilación, lo que en conjunto significa menos democracia, menos calidad de vida y más inestabilidad política y social.

El “rescate” griego pinta de cuerpo entero la absurda política financiera internacional impuesta por EE.UU. a la periferia y cuán hipócrita y falso puede ser el discurso de la democracia y los derechos humanos. A Grecia se le forzó al endeudamiento, se le obligó a aceptar préstamos para hacer pagos a sus acreedores; los “rescates” recientes del BCE sólo sirven para seguir pagando abonos al propio BCE y al FMI.

Grecia presentaba al mundo la oportunidad de romper las cadenas de la opresión y acabar con el sistema  financiero, pero el gobierno de Tsipras no aguantó la presión. En la carrera de los cambios mundiales, un eslabón de resistencia que se rompe fortalece la dictadura del FMI. De ser una esperanza de cambio pasó a ser un ejemplo de cómo la coacción y el chantaje de los organismos financieros internacionales viola la soberanía de las naciones y cancela la democracia y toda posibilidad de vida digna. En este contexto queda claro qué tan vulnerable pudiera ser el tirano, así como qué tan fuerte debe llegar a ser el país puesto en la posición de víctima.


México ha sido víctima pasiva del FMI, víctima colaboradora de su propio martirio, por eso el ciudadano común no se entera de su influencia en los salarios de hambre, en el desempleo, en el aumento de la pobreza, en la inseguridad pública, en el achicamiento de la seguridad social, en la obscena dependencia que invade todas las esferas de actividad nacional, y sólo sufre y lamenta sus efectos. Las reformas “estructurales” son la prueba más clara de que lo que ocurre en Grecia ya asaltó, desde el gobierno neoliberal, los sueños de nuestros jóvenes, los hizo añicos, y transformó sus valores en cinismo, en una farsa ridícula que parece interminable.

martes, 21 de julio de 2015

Lo que se dice... y lo que es

Curioso asunto el de la donación de un terreno para la construcción de un hospital Shriners en Hermosillo. Interesante aspecto de la vida citadina en tiempos del PAN. Las buenas intenciones del alcalde López Caballero de favorecer la construcción del nosocomio especializado en tratamiento de pacientes quemados mediante la generosa dotación inmobiliaria, se vino abajo al revelarse que Shriners no tiene intención de establecer tal unidad en la capital de Sonora. Es decir, se aprobó por el Ayuntamiento la donación de un terreno de 35 mil metros cuadrados en el Parque Industrial Norte, para nada. Desde luego, alguien investiga.

Lo que parece ser una chamaqueada a costillas de los serios y formales regidores y, por extensión, los ciudadanos de esta Nobilis Urbe, está lejos de ser una broma estudiantil, habida cuenta que la desincorporación ese terreno corre el riesgo de caer en manos de algún particular con buenas conexiones y pocos escrúpulos, lo cual no debe permitirse. La experiencia hermosillense habla del saqueo inmobiliario por parte de personas y empresas cercanas al poder, donde destaca el caso de los terrenos del vaso de la presa A. L. Rodríguez, la superficie que se ha convertido, de la noche a la mañana, en fraccionamiento de lujo, así como dolor de cabeza y amenaza de expropiación para los vecinos de La Victoria y El Tazajal que ven con temor las avenidas del río San Miguel.

El hambre de terrenos prácticamente gratuitos acompañados de total impunidad operativa, hacen posible que el sueño de muchos urbanistas de ocasión se vuelvan realidad, sabedores de que el ciudadano común se refugia en las redes sociales, asiste quizá a una o dos marchas, mientras la maquinaria del gobierno y particulares VIP sigue construyendo bordos, nivelando terrenos, desmontando y rediseñando por las vías de hecho la topografía hermosillense todos los días, de cara al pueblo que ve inundados sus hogares, sus derechos violados, su patrimonio arruinado, sus esperanzas perdidas. La legalidad, cuando aparece, parece estar reñida con la justicia.

Por el lado del palacio de gobierno, cerca de dos millares de burócratas ponen a crujir sus huesos y a rechinar sus dientes, ante la cada vez más cercana fecha del cambio de poderes. El 13 de septiembre inicia un capítulo si no nuevo si distinto en la sucesión de gobernantes neoliberales en Sonora, lo que siempre es tema de conversación en los corrillos de quienes viven del presupuesto. Los niveles de mando que arrancan con el de subdirector y termina con el de secretario ya ponen sus barbas a remojar en la tradicional poda sexenal, mientras que los trabajadores de base denuncian trampas porque algunos funcionarios son bajados de nivel para no ser considerados de confianza, es decir, “despedibles”. No estaría mal que la próxima administración revisara los expedientes y considerara la trayectoria de los que se quedan, aunque también de los que se van, si a pluralidades vamos. Ocurre que muchos funcionarios se han profesionalizado en el servicio público y, en consecuencia, han acumulado experiencia e información que puede ser valiosa para el nuevo gobierno. Aquí cabe considerar que tanto es desperdicio no aprovechar la experiencia como atenerse a las recomendaciones, sugerencias o negociaciones de incorporar a sujetos con apellido pero sin asunto en el gobierno.

Por el lado del sector salud, crece el clamor en las redes sociales acerca de la inminente privatización del IMSS e ISSSTE, en el sentido de que sus servicios serán reducidos al nivel básico, dejando a las empresas médicas privadas la atención de enfermedades crónico-degenerativas, cáncer, artritis reumatoide y padecimientos renales, entre otros. Diversas autoridades han salido a desmentir la noticia, asegurando que de lo que se trata es de proporcionar un mejor servicio. Lo cierto es que médicos y enfermeras alertan acerca de este grave asunto y denuncian por los medios a su alcance que la privatización avanza.

Mientras las autoridades intentan desmentir estos cambios, en los hospitales ya se han retirado los equipos de hemodiálisis, se ha convertido en negocio privado el servicio de ambulancias y es inminente la subrogación de los servicios de imagenología (conjunto de las técnicas y de los procedimientos que permiten obtener imágenes del cuerpo humano con fines clínicos o científicos).

Como se puede ver, el gobierno sale a desmentir lo que en los hechos realiza y expresa su política de privatización y destrucción del sector salud. La seguridad social en México está siendo sacrificada en aras de convertir en negocio privado un bien público, un derecho humano internacionalmente reconocido, ahora convertido en una mercancía más a la que muy pocos enfermos pueden tener acceso gracias al nivel de ingresos de la mayoría de los mexicanos y, por otra parte, a la dudosa calidad y responsabilidad de los agentes privados. No es lo mismo lo que se dice y lo que se hace. El ciudadano mexicano es víctima permanente del engaño y la manipulación mediática.

En este contexto, ¿qué ocurre con los funcionarios públicos estatales y municipales? ¿Qué pasa con los integrantes de la cámara de diputados y la de senadores? ¿A qué hora dejaron de ser representantes del pueblo para convertirse en gestores de negocios privados? ¿Cuándo terminaron como viles empleados de las trasnacionales?

La nación, la entidad y el municipio requieren de un replanteamiento de los por qué, los para qué y los cómo del servicio público. Urge recuperar el sentido de las proporciones, el sentido común, la autoestima, el significado profundo del deber y la satisfacción de su cumplimiento. Cosa de esforzarse…

lunes, 13 de julio de 2015

Cortinas de humo

                                                                             En río revuelto ganancia de pescadores.

La población sonorense acostumbrada a la lectura lineal de las noticias, tiene en los hechos actuales una excelente oportunidad para aprender a releer las notas informativas, reflexionar sobre su contenido y sacar conclusiones que pueden ilustrar convincentemente los siempre presentes y, a veces creativos, mecanismos de la manipulación.

La fuga del chapo Guzmán parece representar una nueva posibilidad de especular libremente acerca del bien y el mal del sistema, de los insondables misterios de la componenda, el acuerdo soterrado y la complicidad de funcionarios mayores y menores con la delincuencia organizada, o dicho con propiedad, con el lado visible y confeso de la misma.

A estas alturas, la posición del gobierno de Peña frente a la opinión pública es precaria, si se le puede llamar así a la imagen impresentable que se ha venido deteriorando en la medida en que toma decisiones, hace declaraciones, asiste a actos protocolarios, representa al país en el extranjero, viaja y ostenta el poder presidencial. Si empezó el gobierno bajo la sospecha del fraude, compra de votos, excesos financieros y mecanismos ilegales cobijados por la autoridad electoral, ahora parece haber consenso en que la salida puede y debe ser por “motivos de salud”.

En medio del desbarajuste provocado por un manejo desaseado en materia electoral, sobresale el pobre desempeño económico y la inoperancia del modelo adoptado como dogma de fe por el gobierno nacional. Se han profundizado las asimetrías y contradicciones de nuestra economía, y las llamadas reformas estructurales que han dado continuidad al proyecto entreguista de Salinas de Gortari, han demostrado con suficiencia su fracaso y los efectos perniciosos están a la vista. Las expectativas de crecimiento han tenido que bajar a menos de dos puntos porcentuales del PIB.

Viendo cómo se despedaza el país, todavía nos recetan la ridícula e infundada cantinela de que todo está bien y que “ya se ven los resultados de las reformas”, queriendo significar su acierto y carácter progresivo. Con esto, muchos ciudadanos se debaten entre la náusea y la risa loca.

Pero volviendo a la nota que ocupa la atención de todos los medios y todos los lectores casuales y consuetudinarios, llama la atención la oportunidad de la fuga, estando el país en medio de la debacle económica, broncas laborales y un cambio alarmante hacia la privatización de los servicios de salud y, por ende, el fin de la seguridad pública.

Al respecto, en estos últimos días hemos tenido noticias que, por una u otra razón, nos remiten al sector salud pública, como es el caso de los errores médicos tanto en el IMSS como en el ISSSTE. Así se tiene el caso del bebé al que le fue extirpado un ojo sano, el extravío de un riñón que iba a ser trasplantado de madre a hija, y el escandaloso y luego desmentido asunto de la amputación del pene de un bebé recién nacido al ser “confundido con el cordón umbilical”. La mayoría de los lectores, muchos de ellos usuarios de los servicios de salud pública, pueden justamente sentirse ofendidos y alarmados por estas situaciones, agravadas por anécdotas de malos tratos y malas experiencias en los hospitales y clínicas.

Se genera un ambiente algunas veces fundado en la experiencia pero no necesariamente generalizable, no siempre veraz ni justo, porque también se tiene casos de atención esmerada a pesar de las precarias condiciones de prestación del servicio, de la ausencia de estímulos al personal, de la carencia de camas, materiales de curación, de instrumental quirúrgico, de medicamentos, de las mínimas condiciones de mantenimiento de maquinaria y equipos por razones de presupuesto, lo que se agrava con los ajustes periódicos que se hace a los recursos destinados a la salud y púbica y seguridad social. No es exageración afirmar que el sector salud funciona y resuelve problemas gracias a la voluntad de sus trabajadores, a pesar de las cada vez más precarias condiciones de trabajo, de los cambios en la legislación que desprotege al trabajador porque repercuten en los contratos de trabajo, porque se ha incorporado la subrogación a la vida cotidiana de los hospitales mientras que médicos, químicos y personal de enfermería ven evaporarse sus prestaciones y una jubilación digna y justa.

Sin embargo, a los esfuerzos del sector salud no se le da tanta importancia como a sus fallos. Pareciera que se trata de generar sentimientos adversos entre el público, ya que se prioriza la descalificación y el desprestigio. Se promueve sigilosamente la privatización de los servicios de salud dando paso a la práctica privada, a convertir en negocio los servicios, a transformar al paciente en “cliente”, y a la institución de y para el pueblo mexicano en “empresa”.

Con esto, agregado a las reformas laboral, educativa y energética, se cancelarían las condiciones de progreso y bienestar plasmadas en la Constitución del 17, se eliminaría el compromiso del gobierno de trabajar por el desarrollo integral de la nación en beneficio del pueblo, caducaría el contenido social de nuestra Ley Suprema, toda vez que el paquete de reformas “estructurales” con su carácter neoliberal nopalero, nos convierte en un país maquilador, en un simple reservorio de biodiversidad, recursos mineros, agua y petróleo que no necesita de soberanía nacional ni de diseño de política económica propio.

El gobierno convertido en un gestor de las empresas trasnacionales no necesita de educación, ciencia y tecnología, salud, seguridad social y empleo digno porque no son sus prioridades en el proceso de entrega de los recursos nacionales al capital extranjero. Así las cosas, la corrupción es necesaria y la simulación y la manipulación de la información adquieren una importancia estratégica. Por consecuencia, las cortinas de humo se convierten en una necesidad urgente para hacer avanzar el modelo, para tener distraída a la población, para desviar la atención de los grandes y prioritarios problemas nacionales.


El análisis y la posición crítica frente a la masa informativa y los estímulos en forma de escándalos, chismes palaciegos, asuntos de nota roja y temas carcelarios, debe prevalecer y poner las cosas en su justa dimensión. Hay que aprender  a leer y procesar las noticias en legítima defensa de nuestra integridad social y personal. Nuestra seguridad social y el país en general están de por medio. 


sábado, 4 de julio de 2015

Reinterpretaciones del Nuevo Sonora

                              "El número de malhechores no autoriza el crimen" (Charles Dickens).

La sociedad sonorense se ha visto sacudida por varios eventos que parecen extraídos de la obra de Franz Kafka. Parece como si algún imbécil con poder sobre el tiempo y el espacio se ensañara con los habitantes de estas áridas tierras que actualmente reciben, gracias a la generosidad del gobierno y Grupo México como también a eventos meteorológicos, alguna cantidad de agua que, entre contaminada y por contaminar, llena presas y cauces.

El agua, cuando llega, ocasiona trastornos en las vialidades, afecta los negocios y los hogares, pero también pone en evidencia la viciosa irresponsabilidad de propietarios y autoridades. Tal es el caso del desvío del río San Miguel por obra y gracia de la iniciativa privada, confabulada con el gobierno de Padrés que permite con total displicencia el aprovechamiento privado de bienes públicos. ¿Por qué tiene que sufrir los pobladores de La Victoria un posible desalojo (¿reubicación?) en vez de la familia Coppel, dueña del fraccionamiento de lujo aguas abajo? ¿Por qué el exsecretario Roberto Romero posee tierras de cultivo protegidas por un bordo que acabó de arruinar la vida de los ejidatarios vecinos? ¿Por qué el presidente municipal electo, a bote pronto sugiere la reubicación de los ciudadanos que desde tiempos lejanos han vivido y trabajado en ese lugar? Para los efectos de justicia social, ¿da lo mismo PRI que PAN?

Por el lado de la Universidad de Sonora, las relaciones con el gobierno del estado han sido más bien tóxicas, ya que a pesar de la naturaleza complaciente de la administración universitaria, el gobierno de Padrés les pinta un violín cada vez que puede, como parece comprobarlo el hecho de que la parte del subsidio correspondiente al Estado no se ha cubierto. Le tiran la bolita a gobierno federal, pero queda claro que éste ha cumplido en tiempo y forma, y que el desorden financiero de Padrés ha llegado a la Máxima Casa de Estudios, El caso es que los universitarios viven una situación inédita: llegaron las vacaciones y sus quincenas quedaron incompletas. Otro que se ha quedado chiflando en la loma es el CRIT, que espera infructuosamente poco más de 65 millones de devaluados pesos pendientes que no se ven por ninguna parte.

Nuevamente Sonora ha saltado a las páginas de la prensa nacional con un caso de negligencia médica que rebasa los límites del absurdo. Un médico oftalmólogo del IMSS extirpó el ojo sano de un bebé con un tumor ocular. El instituto ofrece atención médica “de por vida”, mientras que el especialista navega en las aguas cenagosas de la pachorra jurídica. Lo anterior se suma al hecho de que persiste la amenaza de que en agosto la seguridad social mexicana quedará reducida a su mínima expresión y sólo atenderá resfriados y raspones leves. Las enfermedades como cáncer y diabetes serán cosa de la medicina privada gracias al “Seguro Universal”.

Es posible que el gobierno, en su infinita sabiduría, piense en serio que tenemos las condiciones de empleo e ingreso de Suecia, Dinamarca o Canadá. Cualquier parecido entre algún drama descrito por Dostoievski, Tolstoi o Gógol y la situación de millones de trabajadores de infra-subsistencia y desempleados crónicos resulta una curiosa coincidencia.

Pero cualquier drama que surja de las más atormentadas páginas de la literatura palidece ante la realidad que se documenta en el plano local con el caso de la empleada doméstica Gisela Peraza, quien tras haber purgado por las pistolas de Padrés cuatro años de prisión, ahora resulta que a juicio del aún gobernador de Sonora no fueron suficientes. El gobernador exige más castigo para su exempleada.

Al crujir de huesos y al rechinar de dientes de los trabajadores, se suman los reclamos de los empresarios que prestaron servicios al gobierno y que, a estas alturas, no les han pagado los adeudos, se suman las víctimas de extorsión y mochadas a la salud del Ejecutivo. Por otra parte, están pendientes10 mil millones de pesos que exigen puntual explicación.


Hablando de otros asuntos, el pasado jueves 2 fue un día soleado en Hermosillo, en el que los habitantes recibimos la noticia de la muerte del culto y atildado periodista Jacobo Zabludovsky, figura que representó al periodismo televisivo nacional durante alrededor de tres décadas. Se puede decir con justicia que hay un antes y un después de Jacobo en los medios. Del hombre que fue capaz de despertar opiniones tanto elogiosas como negativas, nadie puede decir que no haya sido significativo para la opinión pública nacional, en un sentido o en otro. Independientemente de sus claroscuros, fue dueño de una de las trayectorias periodísticas más completas de que se tenga memoria.

Mientras que el gobierno insiste en lo bien que nos va y el futuro esplendoroso que nos aguarda, leemos la noticia de un robo en un centro comercial donde el asaltante logró hacerse de una lata de atún y un durazno, para ser interceptado casi de inmediato por los siempre alertas agentes de seguridad. El monto de lo robado asciende a casi $40.00 (leyó bien: cuarenta pesos). La justicia ha triunfado, la delincuencia ha sido vencida. Celebremos.